BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


TERRITORIO Y POBLACIÓN

Fabricio Vázquez

 

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Sistema económico y actores

Los actores socioeconómicos de esta zona del país forman parte de dos grandes sistemas productivos con usos diferenciados tanto de los recursos naturales como del espacio: el ganadero y el agrícola.

Aunque decidimos denominar ganadera a esta región, lo cierto es que la misma posee también actividades agrícolas de importancia, especialmente la porción Sur del departamento de Concepción, situación que será analizada bajo otra categoría regional. Sin embargo, al proponer la categoría regional que estamos analizando ponemos el énfasis en los actores y sus prácticas territoriales, y en el presente caso son los ganaderos quienes dejan profundas huellas en el funcionamiento regional, no obstante lo cual el peso demográfico de los campesinos los vuelve también acto-res relevantes de esta región.

El subsistema ganadero

Los actores claves del sistema ganadero no se constituyen en una clase única sino que se diferencian en función de la capacidad de inversión, negociación y comercialización de la producción.

Por un lado los ganaderos paraguayos perpetúan la tradicional actividad pecuaria en la región, dominando la producción ganadera en términos de cantidad de campos y animales, con un sistema de pastoreo extensivo preferido a la inversión y la gestión de riesgos, quizás debido a la gran disponibilidad de tierras. Estos actores han sido durante mucho tiempo locales, es decir estaban establecidos en la región y especialmente en las ciudades de Concepción y Pedro Juan Caballero.

En los últimos años, varios de los establecimientos ganaderos han pasado a ser administrados desde Asunción gracias al uso de la tecnología disponible en telecomunicaciones, con lo cual el modelo del ganadero-estanciero paraguayo residente en la zona va perdiendo vigencia. En el centro de la ciudad de Concepción, llama la atención la cantidad y concentración de antenas de comunicación que permiten y aseguran la gestión del proceso productivo a distancia.

Esto indica además que los ganaderos nacionales desempeñan otras actividades en la capital del país, y es probable que las mismas no estén relacionadas con la actividad pecuaria. Esta situación revela el abandono de la ciudad de Concepción como sede del poder local en directa relación con la centralización de instituciones y poderes en la ciudad de Asunción polarizando aún más el territorio. Se trataría de una migración de ganaderos que también va desgastando a la burguesía local de Concepción y permitiendo que ese espacio sea ocupado con la llegada de nuevos actores que lenta, pero sistemáticamente, se instalan y activan el centro del poder local como estrategia de implantación regional.

Se trata de ganaderos brasileños que comienzan a constituirse en actores claves de la región, adquiriendo tierras en la frontera con su país al Norte del departamento de Concepción y Amambay, mientras otro frente de ganaderos de ese origen proviene de la expansión de la zona Este –departamentos de Alto Paraná, Canindeyú y Caazapá-, obligado a una reconversión productiva del sistema agro exportador a causa de la característica de los suelos ya no tan fértiles de la franja fronteriza o debido a las buenas perspectivas de negocio que ofrece la creciente demanda de productos cárnicos en los mercados regionales y mundiales, así como a la posibilidad de alternancia entre las dos actividades: agricultura y ganadería.

Así como en el caso de los inmigrantes extranjeros a la región agro exportadora, el bajo precio de las tierras es el principal atractivo que facilita la adquisición de las mismas en la zona ganadera del Norte. El sistema productivo por excelencia es la ganadería extensiva que es practicada como lo hacen los ganaderos paraguayos, sobre todo en la porción fronteriza Norte del departamento de Concepción. Es una zona caracterizada además por la explotación forestal para la producción de tablillas (parquet) destinadas a la exportación, constituyéndose en la primera actividad productiva o, más precisamente, extractiva de la zona. Su agotamiento significa el comienzo de la actividad pecuaria o agrícola, allí donde los suelos y la facilidad de acceso lo hacen posible.

La implantación de ganaderos brasileños se realiza a expensas de las estancias de ganaderos paraguayos, quienes alquilan y hasta venden parte o la totalidad de sus tierras a los inversores extranjeros. Estos, lentamente introducen diversas mejoras en el sistema productivo reconvirtiendo, en la mayoría de los casos, la ganadería extensiva a la semi-intensiva o intensiva. Este fenómeno es resultado de una conjunción de factores locales, pero por sobre todo transfronterizos y mundiales, relacionados no solamente a los mercados sino también a la creciente disponibilidad de servicios técnicos y científicos que optimizan la producción. De esta forma, un número cada vez más elevado de productores pecuarios mejora la calidad genética de sus animales en vistas a aumentar y mejorar la producción.

La primera característica de la mayoría de los ganaderos brasileños es la gran capacidad financiera, posibilitando y facilitando las inversiones rápidas para mejorar la producción. De esta forma las estancias se modernizan y optimizan con inversiones en genética, sanitación y manejo de los animales. Estas prácticas están directamente asociadas con la apertura de nuevos mercados regionales y mundiales tanto para Paraguay como para Brasil. El acceso a la tecnología disponible en telecomunicaciones facilita la gestión a distancia de las haciendas, pues los propietarios casi nunca se instalan en Paraguay sino que residen en Sao Paulo y Campo Grande. En la última década se produjeron importantes cambios en la estructura productiva ganadera, pasando de animales rústicos y pasturas naturales a animales mejorados y pasturas implantadas.

Según datos del distrito de Concepción, existen 54 haciendas de propietarios brasileños totalizando una superficie de alrededor de 100.000 hectáreas, lo que indica la amplitud del fenómeno así como el crecimiento e intensificación de la actividad pecuaria, que quizás no precise crecer en términos cuantitativos en superficie o en número de animales, pues lo hace en calidad de gestión.

El cuadro Nº 5 presenta la situación de la ganadería en el territorio nacional y en el mismo puede observarse, así como en el mapa 9, que la zona con mayor crecimiento está compuesta por los departamentos que conforman lo que denominamos región Ganadera del Norte. Se observa que esta región aportaba en 1991 el 38 % del hato ganadero nacional, pasando en el 2003 al 44,8 %. Si sumamos a esto el aumento registrado en el departamento de Caaguazú, de un 52,4 % en el mismo periodo, asumiendo que ese aumento se produce en la zona Norte de este departamento (vecina a la región ganadera del Norte), tenemos que esta región dispone del hato ganadero más importante del país.

Aun cuando algunas zonas de los departamentos de Canindeyú y Caaguazú for-man parte de la región Agro exportadora, también son partes de la región ganadera Norte. Dos territorios coexisten así de forma combinada pero discontinua, sin existir limites claros ni permanentes entre ambas regiones, lo que demuestra que no se puede asociar un departamento a una actividad productiva única.

Mas allá de la continuidad espacial de la producción, lo que interesa es comprender el comportamiento territorial de los sistemas productivos que, en la mayoría de los territorios, funcionan como archipiélagos, es decir, zonas distintas pero fuertemente interconectadas y donde la distancia entre diferentes elementos del sistema crea una densa red socioeconómica a la vez solidaria y en competencia.

Uno o varios departamentos del país pueden ser el teatro de operaciones de dos o más sistemas territoriales que son extremamente dinámicos y no se detienen en los límites administrativos.

La región ganadera del Norte puede ser considerada como un verdadero “territorio de la carne”, caracterizado por su alta especialización en producción, transformación y comercialización de este producto, donde los actores involucrados disponen de una red de servicios e información que hacen posible el montaje y el funcionamiento del proceso productivo. Si bien el “territorio de la carne” se parece más a un archipiélago de unidades productivas, podemos inferir que gran parte del sistema económico local y regional se encuentra articulado y en cierta medida dependiente del sistema productivo ganadero. No obstante ello, las antiguas y tradicionales estructuras ganaderas siguen existiendo y sus propietarios y administradores se hallan ante el dilema de reconvertirse o desaparecer.

Además, y para agregar un nuevo elemento dinamizador, la presencia de un frigorífico en la ciudad de Concepción completa el escenario de la potencialidad de la producción e industrialización de la carne en la región. El frigorífico, de propiedad de una empresa brasileña, constituye el dispositivo clave, como veremos más adelante, de la integración y articulación de los nuevos “territorios de la carne” sobre las antiguas “estructuras de la ganadería”.

El equipamiento acelerado en infraestructura de transformación de materia prima (frigoríficos), tanto en la ciudad de Concepción como en el Chaco Central, ha cambiado la antigua faceta de la producción ganadera, pues con las nuevas implantaciones industriales a la producción se agrega la transformación donde la actividad ganadera provee las bases para una nueva economía y para surgimiento de los “territorios de la carne”.

El frigorífico Concepción, instalado en 1998, tiene actualmente una capacidad de faena de 400 animales por día, siendo sus principales proveedores los establecimientos ganaderos de Concepción, San Pedro y el Chaco. El producto terminado se orienta al mercado nacional y de exportación a Brasil, así como a otros países, dependiendo directamente de los nuevos mercados conquistados y de los cupos de exportación tanto de Paraguay como de Brasil.

En el plano del comercio transfronterizo e internacional de la carne existe una alta sensibilidad a las negociaciones bilaterales, exámenes sanitarios y mercados inter-nos, donde los productores, transformadores (frigoríficos) y consumidores forman un sistema en constante movimiento. El tamaño del mercado brasileño y sus niveles de exportación internacional inciden en el sistema paraguayo, tanto de precios como de acceso a mercados, especialmente por el tamaño de estos y la profunda imbricación de la economía de frontera paraguaya, en esta región ganadera, con la economía brasileña.

La empresa brasileña Berti, propietaria del frigorífico de Concepción, posee además otros frigoríficos en Brasil, en la zona fronteriza, integrando la red de productores, proveedores y exportadores brasileños. De esta forma, parte del ganado producido y procesado en la región ganadera del Norte es controlada por este grupo empresarial, en su sistema y flujos de comercialización.

La suma de actores con alta capacidad empresarial, nuevos dispositivos industriales e infraestructura de transportes, tanto nacionales como transfronterizos, constituyen los elementos claves de la nueva estructura territorial de la región, donde se percibe la evolución de una ganadería extensiva a otra semintensiva e intensiva. Los actores del sistema han podido articular inversiones, productos y mercados, imprimiendo más fluidez y velocidad a los procesos productivos, industriales y comerciales, lo que les permite obtener altos niveles de competitividad.

Aunque no se trate de una región en franca emergencia, se perciben ciertos cam-bios en las estructuras económicas, pilotadas mayormente por inversores ganaderos brasileños, que no solo modernizan el sistema productivo sino también motivan a los demás productores al integrarlos a los circuitos comerciales brasileños, por una parte, y a los regionales y mundiales, por la otra.

Como efecto directo del vigor de la ganadería intensiva se observa además un gran movimiento inmobiliario en la región, donde los inversionistas ofertan sumas considerables por parcelas de terreno, siempre por encima del valor de las mismas, aunque también siempre por debajo del costo normal de las tierras en el Brasil.

Los ganaderos paraguayos consideran la llegada de los inversores brasileños como un impulso a la economía regional, aunque se circunscriba principalmente al rubro ganadero. La llegada de los brasileños ha producido la reconversión productiva de ciertos ganaderos paraguayos, quienes experimentan dos transformaciones importantes. La primera se refiere a la reducción de la superficie dedicada a la actividad ganadera por el alquiler o la venta de tierras a terceros, aunque esto no signifique necesariamente el abandono de esta actividad productiva. La segunda transformación consiste en el cambio del sistema de ganadería extensiva a la intensiva, facilitado por el nuevo dispositivo productivo. De esta forma, los ganaderos, mayormente paraguayos, alquilan o venden sus estancias para concentrarse en otras actividades, como el comercio o la ganadería intensiva, pero en superficies relativamente reducidas si se comparan con las grandes superficies disponibles para el pastoreo extensivo.

El cuestionamiento principal de este sistema es el nivel de relevancia en la economía local debido principalmente a que la rentabilidad de la producción ganadera es muy poco permeable a la sociedad local. El bajo consumo de mano de obra y la consecuente poco equitativa distribución de la rentabilidad, propias de dicha actividad, son fenómenos no deseados del éxito económico de los actores insertos en un país con graves deficiencias en el ingreso y en el acceso a recursos. A esto se agrega el hecho de que casi la totalidad de las estancias de propietarios brasileños posee personal de campo que, aunque restringido en número, es también de igual nacionalidad que sus propietarios, y por lo general no cuentan con la documentación necesaria para residir y trabajar en el país.

De esta forma, al igual que en la región agro exportadora, los inversores extranjeros brasileños y algunos europeos concentran y polarizan las actividades económicas más importantes, especialmente la industrialización, además de ser grandes consumidores de espacio, dentro de una economía de escala que precisa justamente de más espacio para lograr mejores rentabilidades.

Esta región, además de fronteriza, comienza a funcionar con la misma lógica que la región agro exportadora al constituirse en un dispositivo productivo ganadero semi-intensivo e intensivo en Paraguay, representando ello un gran avance en lo que respecta a la gestión de las fincas y su reconversión a sistemas productivos de considerable rentabilidad, con escenarios muy favorables en términos de mercados y precios internacionales, pero con innumerables desafíos en la lucha contra diversas zoonosis que, como la fiebre aftosa, ya afectaron toda la estructura continental de la producción y la comercialización de la carne.

No obstante, el éxito económico de los nuevos territorios de la carne puede ser contrastado con las fuertes desigualdades socioeconómicas de la región y con la escasa inversión social, tecnológica y de infraestructura de transportes que podrían fomentar, no solo la expansión y optimización del sistema productivo, sino hacer que el mismo sea consumidor de mano de obra local y movilice a los centros urbanos, especialmente a las ciudades de Concepción y San Pedro.

El dinamismo económico de esta región, que también concebimos como dinamismo territorial, depende fundamentalmente del grado de inserción de las estrategias económicas de los actores locales a las ciudades y a la región. De lo contrario, surgirán serios riesgos de desajustes económicos como resultado de la desarticulación entre los actores del sistema y el territorio del sistema. Los territorios emergentes se caracterizan por contener actores socioeconómicos diversos, pero en estrecha relación entre sí y, sobre todo, plenamente territorializados, vale decir efectivamente implantados en el territorio en que actúan.

Como se estudiará más adelante, los territorios de la carne limitan con la región que denominamos “campesina en crisis” en cuyo límite se produce el contacto de los dos sistemas socioeconómicos y se generan diversos conflictos por el acceso y uso de la tierra.


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