BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


ANTROPOLOGÍA DEL TURISMO

Maximiliano Korstanje

 

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EL PROBLEMA DE LOS DOS TIEMPOS

De eso se trata lo que ha sido denominado “el problema de los dos tiempos”. Generalmente, existen dos formas de abordar un problema en ciencias sociales. Una de ellas, es bajo una perspectiva sincrónica la cual presupone que los resultados son válidos únicamente para el tiempo en el que se aplicó la investigación. De hecho, los experimentos de Heinicke recurren a un estudio realizado en una esfera sincrónica; que los niños mostraran comportamientos diferenciales hacia sus madres dependiendo del contacto que tuvieran con ellas, es un aspecto que habla de esos niños en ese espacio y en ese tiempo. Dentro de esos resultados se excluyen por ejemplo a los adultos (que ya no son niños) de Rusia del año 1975.

En cambio, un trabajo diacrónico hace referencia al estudio de un objeto comprendido en dos o más tiempo. Las historias clínicas son el reflejo de este tipo de casos; entonces el analista o psiquiatra estudia en un lapso de tiempo a uno o varios individuos. Sin embargo, los experimentos que cita Bowlby si bien cumplen –en algunos casos- con la perspectiva sincrónica tienen muchos problemas para adaptarse a la diacrónica y si lo hace el lapso temporal es decididamente insuficiente.

Dicho en otras palabras, quizás esté probado que exista un apego especial (en determinada fase del crecimiento) entre el infante y su madre, y tal vez sea cierto que llegado el caso de separación o pérdida existan comportamientos neuróticos en los niños; puede incluso mediante un estudio de años estudiar la evolución de ese niño hasta llegar a los 32 años. No obstante, al momento no existe un estudio de tal envergadura. Los casos que Bowlby recopila sobre adultos con problemas de relación llevan a presuponer que existe una distorsión en la percepción subjetiva o intra-psíquica del paciente pero que (quizás) nada tengan que ver con lo que realmente aconteció en su vida temprana. Por ese motivo, las escalas que tienden a medir este tipo de comportamientos no deben ser vinculadas a la niñez; de lo que poco se sabe más que por declaraciones del paciente.

Ergo, de aplicar la teoría del apego a los comportamientos presentes en las vacaciones o en la toma de decisiones, una la postura sensata sería optar por una posición sincrónica que evalué la relación del sujeto con sus diferentes grupos de referencia y su influencia en los puntos a los cuales decida viajar. Por ejemplo, es mucho más coherente evaluar la relación que un individuo tiene con sus padres, con su trabajo y como influyen en la elección de su viaje en tiempo actual que intentar inferir la forma en que el apego temprano ha llevado a elegir Mar del plata en detrimento de Tokio (a la hora de emprender un viaje).

Afirma Bretherton (1985) “lo importante en este tipo de cuestiones no es el apego o el vínculo que han tenido madre e hijo en el pasado sino su posterior interpretación y elaboración de esas experiencias, que es entre otras cosas lo que puede evaluar las herramientas y las escalas convencionales de apego” (Delgado, 2004:70).

El tercer problema teórico que se suscita de la teoría de la base segura es que el objeto que brinda seguridad va cambiando a medida que pasa el tiempo. Tal como demostrara Winnicott con su teoría del objeto Transicional. La seguridad del sujeto no depende de una relación dada (aunque pueda estar influida por ésta) sino que puede ser variable en relación al tiempo y al objeto mismo, -llegado el caso el niño se desprende del amor maternal mediante un objeto que le sirve de transición para tal fin; y que luego se desarrollará mediante el juego. (Winnicott, 1996:135)

Un sujeto con una personalidad ansiosa o evitativa puede sentirse inseguro en una relación sentimental pero demostrar la misma inseguridad en la elección de un viaje. La posibilidad que muestra el sujeto en volcar su ansiedad hacia un objeto implica indirectamente que se vea obligado a excluir a otros.

Por ese motivo, puede demostrar en una esfera de su vida privada cierta inseguridad como en la relación que tiene con su pareja pero experimentar seguridad en su ámbito laboral. Contrariamente, puede sentirse ansioso e inseguro en su vida profesional pero confiable en el afectivo. La posibilidad de que un sujeto manifieste un apego ansioso o evitativo en todas las esferas de su vida en la misma intensidad es, sin lugar a dudas, un fenómeno minoritario.

Desde un punto de vista emico, la tesis de la base segura muestra ciertas complicaciones para analizar y comprender las diferencias culturales como condicionante de los comportamientos tanto en lo individual como en lo grupal. Los resultados que han arrojado las investigaciones que se han realizado en diferentes partes del mundo han sido totalmente encontrados y poca similitud guarda con aquellas conducidas en los Estados Unidos de América.

Es posible que -de cierta manera-, tanto la teoría del apego como la base segura estén decididamente orientadas a caer en los mismos errores conceptuales en los que han caído sus predecesoras, pero esto es sólo una conjetura más. Por lo pronto, algunas consideraciones deben ser tenidas en cuenta a la hora de aplicar la teoría del apego y de la base segura en otros campos ajenos a la psicología clínica.


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