BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


J.M. KEYNES, EL PROFETA OLVIDADO

Mario Guillermo Gómez Olivares

 

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3. La Heurística Positiva: del Tratado de la Moneda a la Teoría General

“Progress in economics consists almost entirely in a progresive improvement in the choices of models”

Una vez definido aquello que considero ser el núcleo duro del programa de investigación de J.M. Keynes, me parece necesario abordar el proceso de elaboración de las teorías que defienden la visión de J.M.Keynes. Esta etapa estudia los modelos teóricos que explican las fluctuaciones de la actividad económica y que fueron desarrollados antes de la Teoría General. Lakatos identifica esta parte del proceso de construcción de un programa científico como heurística positiva, la cual consiste en la articulación de un conjunto de sugestiones e indicaciones para construir, desarrollar, modificar y sofisticar las variantes refutables de ese programa de investigación científica.

Justamente, la construcción de un conjunto de teorías auxiliares que protegen el núcleo duro, obliga a trazar un camino heurístico, porque la edificación teórica es un proceso de conocimiento continuo, de tolerancia científica, de abertura a la descubierta del saber, porque establece un programa que enumera una secuencia de modelos simuladores de la realidad progresivamente complexos. En el caso de la refutación de una de esas teorías auxiliares, la heurística positiva, por su naturaleza de intermediación entre el núcleo y el anillo envolvente, garantiza la posibilidad y viabilidad de iniciar un otro anillo protector a partir de los elementos teóricos construidos en el proceso heurístico; facilita un nuevo punto de partida para la construcción de un anillo diferente del refutado, condesciendo el programa nuevamente a un plano de progreso teórico, ahorrando el programa al declino y a la construcción de hipótesis ad-hoc y post hoc .

Keynes apunta un camino teórico que faculta la descubierta del modo como se des-arrollan las teorías auxiliares que hacen evidente que la economía de mercado capitalista no posee mecanismos automáticos de ajuste que conduzcan al pleno empleo, por lo que es necesario que el Estado intervenga de modo permanente; este es el elemento de carácter económico fundamental de su núcleo duro, pero las preocupaciones con el empleo y la armonía de una sociedad de libre mercado transcienden el aspecto puramente económico y expresan una visión sobre el modo de mejor alcanzar el bien común, una sociedad estable, que abra oportunidades a la movilidad social, estimulando la libertad y la búsqueda de una vida mejor.

Cuando señalamos el camino heurístico seguido por Keynes, demostramos el modo como este reconoce la existencia de relaciones económicas que le permiten configurar modelos de estudio de la realidad en general, y de los problemas de la época en particular, pues esos modelos reflejan las influencias de los acontecimientos históricos de su tiempo. La naturaleza específica y peculiar de los modelos en construcción explica los problemas de las fluctuaciones de los precios, de la producción y del empleo.

En la serie sucesiva de modelos que anteceden al modelo general, el primero prototipo heurístico se basa en el sistema nominado por Keynes de ecuaciones fundamentales, donde las variaciones de los precios son explicadas a través de las fluctuaciones de los ingresos, de los lucros, del ahorro y de la inversión. El problema básico con que Keynes se confrontó en su esfuerzo por refundir el ciclo del crédito y las fluctuaciones económicas fue el de explicar las fluctuaciones de la producción y el empleo que caracterizaban el capitalismo de la época a partir de las fluctuaciones del nivel de los precios.

En el modelo clásico de la teoría cuantitativa de la moneda, las fluctuaciones en el poder de compra de la moneda explicaban las variaciones del nivel de los precios y, de acuerdo con la teoría del poder de compra de las tasas de cambio, ese nivel era esencial para determinar el equilibrio de la tasa de cambio. Segundo Keynes, este modelo pretendía justificar la defensa del equilibrio externo, pero no consideraba el modo como la política monetaria influenciaba el equilibrio interno. Los precios internos estaban sujetos a las presiones por medio de la tasa de interés de mercado condicionada por los objetivos de mantener la política cambial, sin tener en cuenta las consecuencias de las variaciones de los precios sobre el output y el empleo.

El contexto histórico obligaba a discutir: las razones de la práctica de practicar elevadas tasas de interés de mercado y la relación con la política cambial, al estudio teórico sobre la interacción y relación entre ahorro e inversión, a investigar la relación entre la tasa de interés de mercado y la tasa de interés natural, la inquirición sobre la teoría de la demanda de la moneda en mercados extremamente especulativos, al examen del desequilibrio en el mercado de trabajo. Estaba abierto el camino para la formulación de modelos analíticos en que comienzan a ser abordados los temas negligenciados por la teoría neoclásica. Así, el camino heurístico keynesiano representa la tentativa de construir un modelo para el problema de las fluctuaciones económicas y del ciclo del crédito. Primero, como resultado de la deflación generada por el regreso al padrón-oro, provocada por la intervención del Banco de Inglaterra, y, segundo, como consecuencia de la agudización de esos fenómenos durante la Grande Depresión.

Aplicando nuestra metodología constatamos que este primer camino heurístico res-peta el presupuesto teórico clásico del pleno empleo, por lo que el modelo de las ecuaciones fundamentales no permite examinar la ascendencia de la inversión sobre el empleo en una situación de crisis. El modelo no permite su adaptación a las nuevas circunstancias de la desocupación en masa generado por la Grande Depresión, no consigue explicar teóricamente la rigidez de los precios, designadamente del salario y de la tasa de interés, por lo que suscita la necesidad de desarrollar la teoría en un otro trayecto de investigación.

La nueva teoría elaborada en la fase posterior a la Grande Depresión se aleja del camino heurístico anterior, aprovechando y rediscutiendo conceptos y nociones, reelaborando y reapreciando relaciones, reformulando los comportamientos de los agentes económicos, retrocediendo a las nociones y categorías contenidas en las ecuaciones fundamentales, muchas de las cuales habían sido enunciadas pero no desarrolladas, buscando resolver al mismo tiempo, lo que en ellas se consideraba estar errado.

Dicho de otro modo, como el problema del empleo resurge de modo agudo, sin que el modelo de las ecuaciones fundamentales pueda explicar la falta de mecanismos automáticos que permitan un ajuste entre la tasa de interés bancaria y la tasa de interés natural, desincentivando la inversión, lo que provoca una demanda insuficiente, se abre un período de preparación de una teoría del output en la cual las variables dependientes corresponden a conductas que exprimen el carácter monetario de los fenómenos económicos. Keynes examina la conducta de los consumidores, inversionistas y detentores de moneda, y considera las variables independientes determinadas en un otro sistema de equilibrio.

En los modelos que anteceden al modelo definitivo que dio lugar las teorías auxilia-res contenidas en la Teoría General, Keynes requaciona las relaciones e interligaciones estudiadas previamente entre variables agregadas tales como el ingreso, el ahorro, la inversión, el consumo y el empleo, las cuales, articuladas de un otro modo, dan lugar a una teoría monetaria que tiene por objeto el empleo y no una teoría que explique el nivel de precios, como sucedía en el modelo de las ecuaciones fundamentales.

Este nuevo modelo pretende explicar la determinación del nivel del output a partir del reecuacionar los efectos que las variaciones de la demanda tiene sobre la economía como un todo. Este era un asunto complicado, implicaba desarrollar una teoría del empleo de corto plazo, perseguindo al mismo tiempo el objetivo de elaborar una teoría de la moneda sin utilizar el concepto de nivel general de los precios: “(...) which is a good thing as no one has ever been able to define it unambiguously” .

Para presentar este complejo proceso creativo dividiremos básicamente nuestro análisis en dos grandes bloques. Un primero bloque se refiere a la construcción de las ecuaciones fundamentales considerando las variables ahorro, inversión, lucros e ingresos y su utilización para explicar los movimientos de los precios, del interés y del crédito. Un segundo conjunto heurístico será la germinación y preparación de una teoría del output y del empleo, donde las variables obedecen a un encadenamiento diferente, donde son exploradas las características de una economía monetaria y la relación con la persistencia de la desocupación, siendo este último, explicado en última instancia por las variaciones de la demanda efectiva.

Es pertinente manifestar que la concepción de Lakatos aprueba la idea de que los modelos hacen parte de un mismo proceso de construcción teórica, aunque obedezcan a momentos diferentes de la realidad. Si en el primer modelo los elementos macroeconómicos y microeconómicos se mezclan, en el modelo más general el abordaje es exclusivamente macroeconómico. Se trata de un proceso axiomático, donde las discontinuidades permiten el aprovechamiento crítico del modelo anterior proporcionando así la construcción de modelos sucesivos, lo que corresponde a una metodología utilizada por Keynes en todas las fases de su vida como economista.


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