BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

LAS MICROFINANZAS ESTUDIO DE CASO: CAJA DE AHORROS DE LA CIUDAD DE OAXACA DE JUÁREZ

Ana Luz Ramos Soto

 

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1.3. En México

En la época precolonial los indígenas fundaron cajas comunes, en dichas cajas entraban los bienes de las personas para que se gastara lo necesario, de lo que tuviera necesidad, en la época de la Colonia en la Nueva España estaba ordenado que cada indio tenía que labrar 10 hectáreas de tierra al año, teniendo que dar una parte de lo obtenido a la comunidad, en aquella época había gremios y corporaciones que estaban formados por grupos de personas que unían su trabajo y sus recursos (materiales y/o humanos) para una finalidad común en beneficio de ellos mismos. Estas corporaciones estaban sujetas a una ordenanza respaldada por el Cabildo de la Ciudad de México con la autorización del virrey.

En 1830 se tenía la idea de fundar cajas de crédito, mismas que se fraguaron y consumaron con la ayuda del economista de la época Lucas Alamán, en 1846 los órganos oficiales de las juntas de industria y fomento de los artesanos hacían invitaciones para que dichos artesanos y el pueblo en general formaran cajas de ahorro.

En 1954 se fundó el Consejo central de cajas populares , para 1993 ya había 234 cajas populares, con un total de 550 mil integrantes y con activos por más de mil millones de nuevos pesos, en la actualidad se pueden citar diferentes tipos de cajas de ahorro:Las cajas que pertenecen a la Caja Popular MexicanaLas que se han convertido en Sociedades de Ahorro y PréstamoLas cajas independientesLas cajas operadas por empresas y sindicatos, para sus empleados y afiliados.

Las cajas solidarias SEDESOLEs importante identificar y conocer las características de cada una de las cajas de ahorro y crédito.

Caja Popular Mexicana CPM. Estas cajas no tienen tendencia religiosa ni política pero subraya la educación y el préstamo con sus lemas “no lucro, no por limosna, sino servicio” y “construyendo un México justo y fraternal” .

Las cajas se refieren a ellas mismas como un medio para ofrecer ahorro y préstamo solidario, en el sentido de que un integrante no pueda beneficiarse a expensas del otro, es decir se apegan a seis principios de cooperativismo:

1. Membresía de puerta abierta. Esto significa que cualquier persona mayor de edad dentro de la comunidad puede solicitar ser miembro, sí así lo desea, ello implica contribuir con una acción y cumplir con las reglas y disposiciones. De manera similar, quien desee dejar ser miembro puede hacerlo en cualquier momento siempre y cuando no tenga dudas, con solo redimir sus acciones a un valor nominal, los integrantes no pueden comerciar acciones entre ellos, por lo tanto, el capital de la caja popular es variable.

2. Un hombre un voto. En otras palabras cada uno de los integrantes goza de igualdad de voz y voto, sin importar que cantidad haya aportado o solicitado en forma de préstamo a la caja.

3. Los rendimientos sobre el capital son limitados o nulos, conforma al espíritu de que ningún integrante puede beneficiarse a expensas de otro con fines de lucro.

4. Cualquier excedente o déficit se distribuye de acuerdo con el monto y la frecuencia de solicitud de préstamo de caja y no conforme a las contribuciones de capital. En México las cajas de la CPM, hace poco realizaban votaciones siguiendo el concepto “un hombre un voto” con el fin de asignar el superávit para una de las finalidades siguientes:• Repartirlo entre los integrantes• Disminuir deudas• Capitalizar las cajas• Destinarlo a obras de caridad como una escuela o parque público.

5. Parte de cualquier excedente debe retenerse para ayudar a instruir a los integrantes sobre el cooperativismo.

6. Las cooperativas deben unirse a confederaciones que promueven cooperativismo. Las CPM sirve como una institución cúpula que presta y capta depósitos de las cajas miembro, proporciona ayuda técnica a las cajas, las supervisa, las define y representa y promueve activamente los principios de cooperativismo.

Cajas de ahorro independientes. Estas cajas corresponden a dos tipos: no lucrativas, que no están afiliadas a ninguna confederación por algún motivo ya sea por incomodidad, buscar estatus como sociedad independiente de ahorro y préstamo, incapacidad para cumplir con los requisitos de afiliación, o falta de interés por operar estrictamente conforme a los principios cooperativistas.

El segundo tipo son las cajas con fines lucrativos que se manejan de manera similar a un banco informal, los datos sobre estas entidades son escasos, en 1989 Nacional Financiera estimó que había un número aproximado de 92 cajas independientes en operación.

Cajas operadas por empresas y sindicatos. Los afiliados se fondean con los depósitos de los integrantes, y en algunos casos, con prestaciones del patrón. Por lo general los depósitos provienen de ciertos porcentajes voluntarios. Únicamente prestan a los integrantes con propósitos de consumo o productivo. Se paga una tasa de interés moderada sobre depósitos y se cobra una tasa más alta sobre créditos, al margen se emplea para cubrir los costos operativos de la caja y las utilidades se dividen entre los participantes. Aparentemente la morosidad y el incumplimiento reduce al mínimo ya que los préstamos sólo se hacen a las personas que trabajan en la empresa, utilizando sus propios fondos, y los pagos de interés y capital se descuentan automáticamente del pago de la nómina en intervalos específicos.

Cajas solidarias. Son una adición al programa nacional de solidaridad y Pronasol, que ha subrayado el mejoramiento de servicios sociales tales como clínicas, caminos y escuelas de zonas de bajos recursos monetarios.

Anteriormente, los fondos de Pronasol se presentaban a los productores rurales para una temporada de siembra y el capital recuperado se destinaba a proyectos comunitarios, desde principios de 1993 las comunicaciones tienen la opción de utilizar el capital recuperado para crear una caja de ahorro, la idea es ayudar a movilizar los ahorros del sector rural y paralelamente extender más crédito a los productores rurales a la vez que se logran índices menores de morosidad e incumplimiento.

En el momento de crearse, las cajas locales se unen con otras cajas de la localidad para formar una sola caja municipal. Empresas solidaridad proporciona un préstamo sin interés a cinco o seis años para permitirle a la caja pagar las cuotas legales para establecer como una asociación civil, abrir una oficina, y los tres primeros meses del administrador.

La primera caja solidaridad se creo en enero de 1993 en Nayarit, para febrero de 1994 había 769 cajas locales en 19 estados un total de 28,335 integrantes y un patrimonio de casi N$33 millones, cada caja establece sus propias tasas de interés aunque aparentemente tanto las que se cobran por préstamos como las que se pagan por depósitos suelen ser similares a las cajas de la CPM.


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