La guerra y sus efectos sobre la economía
BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

 

ISLAS MALVINAS, SU HISTORIA, LA GUERRA Y LA ECONOMÍA, Y LOS ASPECTOS JURÍDICOS SU VINCULACIÓN CON EL DERECHO HUMANITARIO

Bruno Tondini

 

 

Esta página muestra parte del texto pero sin formato.

Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (154 páginas, 838 kb) pulsando aquí

 

 

 

 

VI.- La guerra y sus efectos sobre la economía.

VI.1.- Enfoque teórico.

Los procesos económicos son en gran medida determinantes de los conflictos bélicos.

La propia guerra es una actividad económica . Requiere grandes inversiones, mucha fuerza de trabajo, industrias de vanguardia, financiación a largo plazo… La guerra no se improvisa, sino que necesita una planificación que implica gestión económica especializada y recursos materiales tan gigantescos como firme sea la voluntad de victoria. Como decía Napoleón, la guerra es “dinero, dinero y dinero”.

La guerra es inflacionaria porque implica el fortalecimiento de industrias de demanda asegurada que tienen capacidad para subir los precios de sus productos. Al mismo tiempo, genera un aumento coyuntural de la actividad económica pero, al estar ligada a sectores de menor efecto multiplicador, realmente improductivos y con menos capacidad de creación de riqueza efectiva, a la postre deprime la vida económica. Lo que tiene que ver, a su vez, con la destrucción que siempre conlleva y con la derivación de las inversiones hacia los activos más seguros pero improductivos.

La guerra tiene costes explícitos que están vinculados a la destrucción, a la obtención del armamento y de todo lo que es necesario para llevarla a cabo y también derivados de las nuevas condiciones productivas que genera.

Pero además lleva consigo coste implícitos que los economistas llamamos costes de oportunidad y que son los que equivalen a la renuncia a conseguir otros objetivos alternativos.

Tradicionalmente, cuando se hablaba de las relaciones entre la guerra y la economía se trataba de computar estos diferentes costes y compararlos, si es que los hubiera, con sus beneficios. Pero actualmente la naturaleza de la guerra ha cambiado y, por tanto, también cambian las relaciones entre ella y la economía.

En primer lugar, la guerra de nuestros días no afecta sólo o principalmente a los aparatos militares sino que se desencadena y es sufrida por la sociedad civil, por las personas normales y corrientes y por las infraestructuras que no están directamente vinculadas a objetivos militares. Eso significa que sus costes se multiplican cuantitativa y cualitativamente, aumentando de manera extraordinaria el efecto económicamente destructor a medio y largo plazo. Además, la guerra actual tiene las características de red de casi todos los fenómenos contemporáneos. También la guerra se globaliza y sus daños y efectos de todo tipo se extienden en mayor medida, de manera transversal y sin circunscribirse a espacios y dimensiones sociales localizados.

Los conflictos armados, declarados o no, constituyen hoy la principal anotación de la agenda internacional creando un permanente clima de inseguridad e incertidumbre, de agresión, de destrucción y de muerte que afecta de una forma nueva y mucho más dañina a las relaciones económicas.

Las relaciones económicas internacionales tienen una dimensión relacionada con la guerra, son los países más pobres del planeta los que financian a los más ricos, trasladando hacia estos últimos, como devolución de la deuda, en fugas de capital o expatriación de beneficios, un flujo anual de recursos mucho mayor que el que reciben no sólo en forma de ayuda.

Es por ello que en los siguientes acápites, estudiaremos este fenómeno en relación a la Argentina y las diferentes guerras de las que ha participado, poniendo acento por supuesto en la Guerra de Malvinas.

Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles
Enciclopedia Virtual
Biblioteca Virtual
Servicios