Archipresencia del fonema /a/
BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

 

¡GUA!, EL INSOSPECHADO ORIGEN DEL LENGUAJE

Alfonso Klauer

 

 

 

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Archipresencia del fonema /a/

De las 547 voces que potencialmente habrían constituido el universo vocabular del protolenguaje de los primeros seres parlantes, todas contienen el fonema / a / que, sin embargo, está en realidad presente 887 veces. El fonema /i/ = /y/, en cambio, solo está presente en 170 voces, pero 282 veces. Es decir, aquél está presente el triple de veces que éste.

Muy parecidas resultan las cantidades que se obtiene calculando la presencia de dichos fonemas en los topónimos que, por ejemplo, contienen las raíces secundarias. En efecto, mientras que el fonema / a / aparece por lo menos 50 377 veces, /y/ aparece por lo menos 13 737 veces, es decir, también un tercio de las veces que aquélla. En ambos casos decimos "por lo menos", porque la mayor parte de los topónimos contienen más sílabas que la raíz misma, y en dichas sílabas están contenidos uno y/o el otro fonema, pero en cantidades que poco alterarían la relación 3 a 1.

Tradicionalmente se afirma que en el español es notoria la mayor presencia del fonema /a/ respecto del resto de las vocales. Por lo menos eso es lo que se desprende de la expresión: «estadísticamente [hay] una gran presencia de la vocal "a"» 323 en el mismo.

Hemos querido sin embargo estimar el orden de magnitud en que son utilizadas las vocales en el idioma español, en su versión escrita por lo menos. Para tal efecto, sobre la base de cinco textos de distinta temática 324, cuatro de ellos escogidos al azar de Internet, y mediante el contador de caracteres del Word, obtuvimos finalmente los siguientes resultados, los mismos que, en términos porcentuales respecto del total de caracteres, representamos en el Gráfico Nº 75 (lado izquierdo). Pero respecto del total de vocales usadas las cifras porcentuales son: "a": 27 %; "e": 29 %; "i+y": 16 %; "o": 20 %; y "u": 8 %.

Ni en éste ni ninguno de los casos que presentamos después hemos cuantificado la presencia de la "w". No solo porque en diversas lenguas se usa como consonante. Sino porque, en aquellos casos en que se usa como vocal o semivocal, la omisión solo afecta al peso específico de la "u", sin afectar la relación cuantitativa del resto de las vocales entre sí.

Cuadro Nº 53 / Presencia de las vocales en textos en español

Gráfico Nº 75 Como muestra el Gráfico Nº 75, tal parece que la aseveración que hemos recogido, reiterada en diversas fuentes, no es del todo correcta, por lo menos en lo que al uso de la lengua en la escritura se refiere. En cuatro de los cinco textos, y en el total general, la presencia de la "e" es mayor que la de "a", siendo la diferencia entre ellas del orden de casi 9 % (55 183 ÷ 50 663). No es una diferencia insignificante pero tampoco muy grande. Y menos todavía cuando se la establece respecto del total de caracteres usados en los textos, donde apenas es de 1,1 %. Quizá dentro de un conjunto mayor de textos las cifras puedan revertir, pero, muy probablemente, con una diferencia que tampoco sería muy significativa.

De otro lado, como se ve en el Gráfico Nº 75 (lado derecho), comparando los porcentajes del total anterior, que denominaremos de "textos modernos", con cinco capítulos escogidos al azar de El Quijote  217 de la Mancha 325, los resultados son virtualmente los mismos. Es decir, hay indicios suficientemente razonables para concluir que en los últimos cuatro siglos no ha variado la intensidad de uso de las vocales en la redacción en español. Estando en ambos casos la vocal "e" ligeramente más presente que la "a".

Sin embargo, en el léxico del español, la presencia de la "a" sí es mayor que la de la "e". El muy frecuente uso que se hace en la lengua hablada y escrita de voces que contienen ésta ("de", "en", "que", "el", "es", etc) es la que revierte las cifras. Así lo confirma la evaluación que hemos realizado sobre las 2073 voces de uso corriente en español que contiene el Diccionario Español – Tarahumara 326. En el léxico en él contenido, donde no se repiten pues las voces, mientras la vocal "a" aparece en el 35 % (contra 27 % en los textos) del total en que están presentes las vocales, "e" aparece solo 24 % (contra 29 % en los textos).

¿Y qué ocurre con los léxicos de otros idiomas, con los de las lenguas nativas, por ejemplo? A fin de despejar esa incógnita, hemos cuantificado la presencia de las vocales en el léxico de lenguas a las que llamaremos "nativas", como el Quechua, Aymara, Mapuche y Guaraní, de Sudamérica; el Náhuatl de Centroamérica; y el Swahili de África.

Resulta realmente asombrosa la similitud de las estructuras porcentuales de presencia vocálica en el caso de las lenguas nativas. Pero por sobre todo destaca la semejanza entre el Aymara, andino–altiplánico, y el Swahili africano. Todas esas lenguas nativas, sintetizadas en la que estamos denominando Promedio de las Lenguas Nativas en el Gráfico Nº 76 (línea roja), difieren sustancialmente del uso de las vocales en el léxico y apellidos del Alemán (línea azul) que hemos cuantificado.

Gráfico Nº 76 En la sección izquierda del gráfico hemos querido destacar que en las estructuras cuantitativas de uso de las vocales, la diferencia entre las lenguas nativas y el alemán se presenta muy marcadamente en la "a" (39 % vs. 18 %) y en la "e" (7 % vs 46 %). El rango es menor en la "i", e insignificante en el uso de la "o" y la "u." No obstante, la diferencia en las tres primeras vocales es suficiente para entender que se trata de dos estructuras porcentuales muy distintas.

Adicionalmente hemos evaluado la presencia vocálica en el léxico de lenguas que llamaremos "modernas", como el Chino, Japonés, 218 Alfonso Klauer Español y Alemán. Y en apellidos españoles, franceses, japoneses, vascos, árabes, anglosajones y alemanes. Los resultados en cifras absolutas, incluyendo los datos obtenidos de la presencia vocálica en los cinco textos "modernos" escritos en español antes referidos, son los siguientes: Cuadro Nº 54 / Presencia vocálica en léxicos y apellidos Gpo. / Tema --- B.

Al convertir todas esas cifras en cantidades relativas, hemos podido establecer tres grupos claramente diferenciados por la similitud de sus estructuras porcentuales. Son los que aparecen numerados de 1 a 3 en el Cuadro Nº 54.

La etnoguanimia que hemos reunido, que contiene 2 479 nombres diferentes; y la topoguanimia, conteniendo 61 410 nombres (sin repeticiones), fueron sometidas al mismo proceso de cuantificación vocálica. Siendo que la distribución porcentual de las vocales es prácticamente idéntica, hemos sumado las cifras correspondientes, y aparecen presentadas en la línea final del mismo cuadro (Grupo 4).

Gráfico Nº 77 Los promedios de cada uno de los cuatro grupos, permiten obtener las curvas que muestra el Gráfico Nº 77. Hemos omitido presentar los resultados correspondientes a la presencia porcentual de las vocales "o" y "u", no solo para que el gráfico resulte más simple y  219 transparente, sino sobre todo porque en esas vocales, como también se vio en una comparación anterior, las diferencias no son muy marcadas entre los distintos grupos. En el caso de la "o" los porcentajes de presencia fluctúan entre 9 y 19 %, y en el caso de la "u" entre 9 y 15 %.

Es decir, los rangos son de 10 y 6 puntos, respectivamente.

Por el contrario, en el caso de la "a", los extremos correspondientes son; 50 %, en el caso de los etno–topoguánimos, y 18 % en el caso del léxico y los apellidos alemanes. El rango es pues de 32 %. En el caso de la "e" la fluctuación va de 7 %, en las lenguas nativas, a 46 % en el caso del alemán, con un rango récord de 39 %. Y en el caso de la "i" las cifras oscilan entre 14 %, los etno–topoguánimos, y 31 % las lenguas nativas, siendo entonces el rango de 17 %.

El gráfico permite percibir que, en realidad, puede hablarse de solo tres estructuras porcentuales de presencia vocálica: a) el conjunto formado por los etno–topoguánimos y las lenguas nativas, cuyas curvas son muy semejantes; b) la del léxico de las lenguas modernas y antropónimos, y; c) la del léxico y los antropónimos alemanes.

En el conjunto formado por los etno–topoguánimos y las lenguas nativas, resulta incuestionablemente clara la mayor presencia de la vocal "a"; en segundo término, algo alejada, la "i"; estando la "e" muy significativamente por debajo, sobre todo en la curva que representa a los etno–topoguánimos.

Prácticamente no hay una gran diferencia en el uso de esas tres vocales en el grupo correspondiente al léxico de las lenguas modernas, antropónimos y textos en español. En las muestras evaluadas de léxico, tanto el chino como el japonés y el español tienen en común una mayor presencia porcentual de la "a" (25 %, 24 % y 35 %) respecto de la "e" (11 %, 11 % y 24 %).

De las lenguas muertas solo hemos tenido oportunidad de acceder al Diccionario Latín – Español que, a través de Internet, ofrece el Ministerio de Educación y Ciencia de España 327. Y al conjunto de 533 raíces del indoeuropeo que hemos encontrado también en la red 328. Del examen cuantitativo los resultados son los siguientes: Cuadro Nº 55 / Presencia vocálica en Indoeuropeo y Latín Lengua ------ Datos ------ A E I O U

El Gráfico Nº 78 ilustra claramente la semejanza en el uso de las vocales "a", "e", "i" y "u" entre las raíces del Indoeuropeo y el promedio del Alemán que hemos obtenido (léxico y apellidos). Solo en el uso de la "o" hay una diferencia significativa (25 % vs 10 %). Y una vez más queda en evidencia el contraste entre esas curvas y la que represente a las lenguas nativas.

Gráfico Nº 79 En el caso del Latín, como se aprecia en el Gráfido Nº 79, en términos generales la mayor semejanza se da con el Español. No obstante, a diferencia de otros casos de similitud presentados, en éste no hay tanta proximidad en sus estructuras porcentuales de uso de las vocales.

En la única cuyo uso es porcentualmente idéntico es en la "o", habiendo además una cierta proximidad en la "e". En las restantes tres vocales hay una mayor diferencia, siendo en el caso de la "a" muy notoria.

En nuestro concepto, la diferencia entre ambas curvas es suficiente para considerarlas cualitativamente distintas, mucho menos afines de cuanto habíamos imaginado. Y muy distintas también con la que representa al promedio de las lenguas nativas.

En definitiva, podemos hablar de tres curvas extremas, sustancialmente distintas entre sí: a) la que representa a los Etno–Topoguánimos del mundo entero, b) la que representa al Latín, y c) la que representa al Alemán.

Entre la línea que representa al promedio del Alemán y la que representa al Latín hay coincidencia absoluta en lo que al uso de la "a" se refiere. En el resto de las vocales hay una diferencia casi constante del orden de 10 puntos porcentuales. Y entre la que representa al pro¡ Gua!, el insospechado origen del lenguaje 221 medio del Alemán y la que representa a la Guanimia del mundo hay coincidencia casi absoluta en las vocales "i" y "o", y una ligera diferencia en la "u".

Nuestras hipótesis explicativas sobre la existencia de cómo mínimo estos tres tipos de curvas que dan cuenta del distinto uso de las vocales, son las siguientes.

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