Alexander Albán Aléncar
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(151 páginas, 352 kb) pulsando aquí CAPITULO I. EL LÉXICO DE LOS BAGÜINOS HISPANO HABLANTES MATERNOS
Muchos factores han concurrido a la formación del dialecto bagüino, el más
importante lo constituye el contacto del español con una variedad del quechua
denominada: quechua cajamarquino, ello debido a la cercanía del departamento de
Cajamarca con las provincias de Bagua y Utcubamba, proximidad que propicia la
migración de miles de campesinos desposeídos, oriundos de las serranías
cajamarquinas, hacia el valle del Utcubamba en el departamento de Amazonas.
La presencia cuantitativa de estos migrantes es palpable en la región, hemos
podido comprobar que la gran mayoría de pequeños comerciantes de la ciudad de
Bagua Grande son oriundos de las provincias de Cutervo y Chota . Asimismo en el
centro poblado Buena Vista, ubicado en las alturas de la capital de
Utcubamba, encontramos una población integrada en su casi totalidad por
bambamarquinos, chotanos y cutervinos.
En la provincia de Bagua se repite esta misma constante, por ejemplo, en los
distritos de El Parco y La Peca más del 90% de sus habitantes son naturales de
las provincias de San Miguel, Cutervo y Chota . De ello deducimos la existencia
de una fuerte influencia del elemento cajamarquino en el aspecto lingüístico del
bagüino hispano hablante, ya que estos migrantes traen consigo su propio
sistema comunicativo y expresivo que obedecen a la realidad concreta de los
valles andinos e interandinos donde les ha tocado desarrollarse.
Una particularidad de esta influencia lo constituye el alto porcentaje de
vocablos y composiciones oracionales quechuas que ellos emplean sin ser
quechuahablantes entiéndase que en sus comunidades el quechua como lengua viva
prácticamente ha desaparecido o se encuentra en proceso de extinción.
En Bagua y Utcubamba, dicho sea de paso, no existe ninguna comunidad donde se
hable esta lengua. Las personas que tienen el quechua como lengua materna
constituyen casos aislados pero pese a ello la influencia de este idioma es
palpable en lo fonético, fonológico, semántico y morfo sintáctico.
Es importante señalar que los bagüinos, en su gran mayoría, tienen el español
como lengua materna y que un hombre puede hablar dos o más idiomas pero la que
refleja su manera de pensar es una de ellas, su lengua materna, la que aprendió
primero. Son pocos los casos de bagüinos citadinos que tengan el quechua o el
aguaruna como lengua materna pero en el caso de haberlos son necesariamente
usuarios del idioma español, convirtiéndose en bilingües y por extensión su
léxico deviene en una variedad del español llamado interlecto.
El idioma español se ha diversificado en nuestro país de tal forma que ha dado
origen a dos tipos bien diferenciados, cada uno de ellos con sus respectivas
variedades, el Dr. Escobar manifiesta que este deslinde se hace entre un tipo de
habla en que Y y Ll se pronuncian diferentemente, y otro tipo de habla en la
cual hay una sola pronunciación para ambas consonantes.
En base a este criterio que aprovecha un elemento funcional dentro del sistema
del español y rasgo diagnóstico en la dialectología hispánica se propone la
existencia de un primer tipo llamado español andino donde Y y Ll se
pronuncian diferentes, y, de un segundo tipo llamado español ribereño o no
andino donde Y y Ll se pronuncian igual.
De acuerdo a ésta caracterización a Bagua y Utcubamba, geográficamente, le
correspondería el Tipo II o español ribereño, específicamente la variedad
llamada amazónica ya que están enclavadas en el nor oriente peruano, zona
llamada Ceja de selva, pero la realidad es que el valle del Utcubamba
geográficamente es zona selvática pero demográficamente, y sin ningún tipo de
cuestionamiento, es zona serrana.
Este tipo de español, al cual no pertenece el dialecto bagüino, se caracteriza,
como ya lo dijimos, por la fusión de Y y Ll en un solo fonema y por haber
cancelado su oposición funcional y fonética, pues ambas se pronuncian sin
diferencia alguna.
Por ejemplo, no se percibe distinción entre poyo y pollo, entre cayado y
callado. En otros casos desaparece por completo el sonido de y y ll de tal
forma que pollitos se pronuncia poítos, Trujillo es trujío y cuchillo se
convierte en cuchío. Estas particularidades lo percibimos principalmente en las
ciudades de la costa, teniendo a Lima como su máximo representante.
En el caso de la unidad lingüística objeto de nuestra investigación, tenemos
que, debido a la fuerte influencia de la lengua quechua y específicamente de la
variedad cajamarquina, a nuestro dialecto se le confiere la designación de
español andino cuya característica principal radica en la marcada
diferenciación de las consonantes Y y LL privilegios de muy pocas personas,
especialmente de los andinos.
En boca andina la Ll se pronuncia muy bien y deleita tanto como la Z o la
C en boca hispánica, no así en boca del costeño o del no-andino que la
confunde con la Y o si se mete a pronunciarla sin haberse acostumbrado desde
niño lo deletrea y hace Li diciendo: La liave, el cabalio, etc.
Esta diferenciación la notamos más cuando hacemos uso de palabras quechuas, por
ejemplo, no es lo mismo decir chullachaqui que chuyachaqui.. Chulla en quechua
significa disparejo, desnivelado, diferente; y la voz chuya, en el mismo idioma,
significa puro, claro o cristalino. Como se vé, el sonido de una sola
consonante, en el quechua, altera totalmente la acepción de una palabra.
Recordemos que el chullachaqui es un personaje del folklore de la selva cuya
particularidad radica en tener una pierna diferente a la otra, de tal forma que
si dijéramos Chuyachaqui estaríamos haciendo referencia a un personaje que
tiene una pierna cristalina, pura o limpia, definición que no se ajustaría a las
peculiaridades físicas del personaje en mención.
En síntesis podemos concluir, en esta primera parte, que debido a la presencia
mayoritaria del elemento quechua en las provincias de Bagua y Utcubamba es
apropiada la designación de español andino que se confiere al dialecto
bagüino. Planteamiento que en el desarrollo de nuestro trabajo demostraremos.
Al abordar, ahora, la segunda parte de este primer capítulo queremos manifestar
que del español andino, objeto de investigación, se desprenden las palabras
utilizadas por los bagüinos en su expresión diaria, las mismas que se
constituyen en su léxico o vocabulario.
Un análisis somero de éste léxico nos brinda interesantes peculiaridades que a
continuación explicaremos.