HISTORIA Y EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO CIENTÍFICO

HISTORIA Y EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO CIENTÍFICO

Ramón Ruiz Limón

Volver al índice

 

Elementos y funcionamiento del pensamiento

 

A continuación se estudiara las ideas simples, como unidades de pensamiento. James Mill escribió que las percepciones que tenemos por medio de los sentidos, existen solamente por la presencia del objeto, y desaparecen cuando no está presente. Se sabe que forma de nuestra constitución el hecho de que, cuando nuestras percepciones desaparecen, por la ausencia de sus objetos, hay algo que permanece... Designarnos a esta huella, a esta copia de la sensación, que permanece después de que desaparece la percepción (sensopercepción), con el nombre de idea (representación mental que genera el cerebro humano, en el individuo). La palabra "Idea o representación" no expresa nada más que el hecho simple, que es indiscutible...

 

Así, tenemos dos clases de fenómenos mentales: uno, el que existe cuando el objeto del sentido está presente; otro, el que existe después de que el objeto del sentido ha dejado de estar presente. La primera clase de fenómenos la llamó "Percepciones"; la otra "Idea o Representación mental":

 

En el siglo XIX se presentaron al escrutinio percepciones anteriores. Las Ideas pueden designar a las percepciones de cualquier sentido; incluso las visuales (piensen en la nieve blanca con los ojos cerrados), las auditivas (piensen en el trueno estrepitoso mientras tienen puestos unos tapones en los oídos) y las gustativas (piensen en el arenque salado con la boca vacía). Por esta producción mental de ideas, hace tiempo que el lenguaje ha asimilado la palabra ideación y su adjetivo ideativo, que propuso James Mill.

 

Las ideas pueden ser imágenes mentales (casi copias de las percepciones) o símbolos mentales (sustitutos sin imágenes de las percepciones).

 

Las personas poseen facultades claramente diferentes para evocar imágenes mentales; algunas pueden conjurar imágenes vividas o símbolos; otras, imágenes moderadas o símbolos, y otras más no pueden conjurar ninguna imagen, sino solamente símbolos.

 

Este fue el descubrimiento sorprendente de sir Francis Galton, un antropólogo ingles del siglo pasado. Galton, en uno de los primeros estudios estadísticos psicoñsicos, examinó las ideas empleadas por los científicos y los colegiales.

 

Galton les dijo: "Piensen en la mesa de su desayuno, como estaba cuando se sentaron a ella esta mañana. ¿Es la imagen oscura o bastante clara? ¿Es su brillantez comparable a la escena real? ¿Están todos los objetos realmente definidos al mismo tiempo, o hay algún momento en que el lugar más

claramente definido sea más reducido que en la escena verdadera? ¿Son muy precisos y naturales los colores de la porcelana, las tostadas, el mendrugo de pan, la mostaza, la carne, el perejil o cualquier otra cosa que haya estado en la mesa?

Para descubrir la amplia gama de la imaginación mental, Galton ordenó las respuestas de cien adultos varones interrogados, y estas son las citas comunes en orden descendente:

1.                    Brillante, distinto, nunca borroso.

2.                    Tan brillante como en la escena real.

3.                    Al pensar en la mesa del desayuno de esta mañana, todos los objetos de mi imagen mental son tan brillantes como en la escena real.

4.                    Con el ojo ele mi mente puedo ver la mesa ele mi desayuno o una cosa igualmente conocida, tan bien en todos sus detalles como 1 a veo si la realidad está ante mi.

5.                    Bastante clara y con una iluminación comparable a la de la escena real, especialmente cuando la evoco por primera vez. Dada a volverse tenue cuando no se le presta atención especial.

6.                    La imagen ele la mesa ele mi desayuno es bastante clara, bien definida; también la parte donde me siento y sus alrededores están bien definirlos.

7.                    Puedo evocar cualquier objeto solo o cualquier grupo de objetos, pero no toda la mesa a la vez. Generalmente, las cosas están bien definidas. Nuestra mesa es larga; en mi mente puedo pasear la mirada por la mesa; pero no toda la mesa a la vez.

8.                    Oscura e indistinta, de cualquier modo, puedo hacer una relación de la mesa del desayuno de esta mañana; arenques rebanados, pollos asadlos, tocino, bollos, mermelada ele color bastante claro, platos de color verde tenue con flores rosa subido, los vestidlos de las muchachas, etc. También puedo decir dónele estaban todos los platos y dónele se sentaron las personas.

Galton pasó su vida buscando individuos que tuvieran una imaginación extraordinariamente vivida; uno, por ejemplo, evocaba imágenes de peines y contaba sus dientes. Sin embargo, el tesoro más caro de Gallon fue Flinders Petrie, un arqueólogo cuyos trabajos técnicos acerca de Egipto siguen siendo clásicos; Petrie hacia cálculos matemáticos rutinarios con una regla de cálculo imaginaria, preparaba la regla y leía las respuestas mentalmente.

Por lo tanto, podemos decir que, las investigaciones confirman que la productividad cognoscitiva no depende necesariamente de las imágenes mentales; muchas veces eminencias intelectuales usan símbolos exclusivamente.