BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

 

LOS CONDICIONANTES EXTERNOS EN LOS PROCESOS DE INTEGRACIÓN
El rol de Estados Unidos de América ante los casos europeo y latinoamericano


Eduardo Rivas

 

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Capítulo 1. Los orígenes del integracionismo

Tanto en América Latina como en Europa occidental, los orígenes teóricos de los procesos de integración, se remontan a mucho tiempo atrás a que pudieran ponerse en práctica.

Los proyectos más sólidos al respecto son, en el caso europeo (1), la idea impulsada por el conde Richard Coudenhove-Kalergi, quien publicó el 17 de noviembre de 1922, su artículo Pan Europa ein Vorschalag (2) en Neue Frei Presse y creó el Movimiento Europeo con el fin explícito de lograr una unión europea plena; capaz de integrar los ideales de los visionarios previos y defender sus valores en el nuevo siglo, lo que habría de permitirle conservar su liderazgo y evitar su conquista por la Rusia bolchevique y por la dominación económica de EUA (3); mientras que en el caso latinoamericano los antecedentes más sólidos corresponden a lo propuesto por Simón Bolívar en la década de 1820, que luego fuera reconocida como “bolivarismo”, cuyo pensamiento se basaba en una Hispanoamérica protegida de Europa y EUA, con vínculos más estrechos con el Reino Unido, pero en una relación más fuerte, propiciada por una América Latina unida (4). Aquella idea se plasmó en la convocatoria al Congreso de Panamá de 1824 (5), que no logró resultados por las reticencias de EUA y las divisiones internas de los Estados latinoamericanos.

Éstas eran, a grandes rasgos, las propuestas teóricas precursoras más fuertes que propiciaban la integración en ambas zonas mundiales y que marcarían el devenir de los acontecimientos futuros. Sin embargo no eran las únicas existentes sobre el futuro de Europa Occidental y América Latina, también Estados Unidos de América tenía su propia visión para ambas zonas. Si bien para principios del siglo XIX, cuando en 1823 se formula la Doctrina Monroe, EUA no tenía una pretensión manifiesta sobre Europa (6), sí la tenía sobre América Latina, aunque con el transcurrir del tiempo esta misma Doctrina se puede utilizar para entender la política estadounidense para con Europa.


1. La Europa comunitaria no es fruto de una idea original propia del siglo XX sino, por el contrario, es el resultado de un pensamiento, en ocasiones utópico, mantenido a lo largo de los siglos, sin embargo este siglo se caracteriza por ser una etapa en la que la “idea europea” es menos objeto de profundización teórica y más objeto de esfuerzos tendientes a su realización. Es en este marco en el que se inscribe el proyecto del conde Coudenhove-Kalergi, y por ello es reseñado como uno de los proyectos más sólidos de construcción de la integración europea.

En tal sentido se pronunció el profesor Rogelio Pérez Bustamante al afirmar que “Entre las declaraciones protagonizadas por los precursores de la Unión Europea ocupa un primer lugar el discurso pronunciado por Víctor Hugo en 1867 con el nombre de «El Porvenir de Europa». Víctor Hugo había presidido el Congreso de la Paz en París y había asistido a lo largo de aquellos años a una secuencia de sangrientos conflictos entre los Estados del Continente, ante lo cual, frente a la Europa dividida, propuso una Europa unida «un día vendrá en que no habrá más campos de batalla que los mercados abiertos al comercio. Se llamará Europa en el siglo XX, será civilización, será familia, unidad de moneda, unidad de sistema métrico, unidad de código [...] La circulación diez veces multiplicada [...] el consumo cien veces multiplicado [...] Un continente fraternal, ese es el porvenir»”. PÉREZ BUSTAMANTE, R., El debate sobre el porvenir de Europa, Madrid, 17 de septiembre de 2001.

2. Sostenía el conde Coudenhove-Kalergi, en Pan Europa ein Vorschalag, “Europa como concepto político no existe. Esta parte del mundo engloba a pueblos y Estados que están instalados en el caos, en un barril de pólvora de conflictos internacionales, y en un campo abonado de conflictos futuros. Ésa es la Cuestión Europea: el odio mutuo de los europeos que envenena la atmósfera. [...] La cuestión será resuelta sólo mediante la unión de los pueblos de Europa. [...] El mayor obstáculo a la realización de los Estados Unidos de Europa son los mil años de rivalidad entre las dos naciones más populosas de Pan Europa: Alemania y Francia. [...] El acto de coronación de los esfuerzos pan-europeos será la constitución de los Estados Unidos de Europa sobre el modelo de los Estados Unidos de América. Europa se presentará como una entidad vis à vis los restantes continentes y los poderes mundiales, y dentro de la Federación todos los Estados tendrán el máximo de libertad...” AHIJADO QUINTILLÁN, M., Historia de la unidad europea..., Pirámide, Madrid, 1999, página 312.

3. Con posterioridad al proyecto presentado por el conde Coudenhove-Kalergi, el Presidente del Consejo francés Aristide Briand pronunció el 5 de septiembre de 1929 un discurso ante la Asamblea de la Sociedad de las Naciones en la que afirmó: “Pienso que entre los Pueblos que están geográficamente agrupados, como los de Europa, debe existir una suerte de lazo federal. Estos Pueblos deben tener la posibilidad en todo momento de entrar en contacto, de discutir intereses, de tomar resoluciones comunes, de establecer entre ellos un lazo de solidaridad que les permita hacer frente en cada momento a las circunstancias graves que pudieran sobrevenir. Éste es el lazo que yo querría esforzarme en establecer. Evidentemente, la asociación actuará sobre todo en el dominio económico, que es la cuestión más apremiante, pero estoy seguro que también sobre el punto de vista político o el punto de vista social, el lazo federal, sin tocar la soberanía común de las naciones, podría configurar aquella asociación que estaría bien hecha”. AHIJADO QUINTILLÁN, M., Historia de la unidad europea..., Pirámide, Madrid, 1999, página 313.

4. En 1815, en su Carta de Jamaica, Simón Bolívar afirmaba, “Yo deseo más que otro alguno ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria”, en tanto que en 1824, en la Convocatoria del Congreso de Panamá ampliaba sus argumentos manifestando que “Entablar aquel sistema y consolidar el poder de este gran cuerpo político, pertenece al ejercicio de una autoridad sublime, que dirija la política de nuestros gobiernos, cuyo influjo mantenga la uniformidad de sus principios, y cuyo nombre solo calme nuestras tempestades”. BOLÍVAR, S., Carta de Jamaica, 1815, http://www.analitica.com/bitblioteca/ y BOLÍVAR, S., Convocatoria del Congreso de Panamá, 1824. http://www.analitica.com/bitblioteca/

5. Los objetivos de este Congreso eran “mancomunar esfuerzos frente a peligros comunes, a la vez que establecer contactos para decidir conjuntamente frente a los conflictos; establecer un sistema que permita la  conciliación en caso de disputas; creación de alianzas que permitan trazar la marcha de las relaciones de América en el mundo”. DALLANEGRA PEDRAZA, L., Relaciones políticas entre Estados Unidos de América y América Latina..., Edición del autor, Buenos Aires, 1994.

6. Es de recordar que en esta época el sistema mundial imperante era el eurocéntrico, con lo cual Europa era el centro del comercio y la política mundial, y EUA estaba más imbuido en la consolidación de su nación, entendida ésta, como ya se dijo, en un concepto americano global, más que en procesos a escala mundial.


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