BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

 

PROFUNDIZACIÓN DE LA POBREZA EN AMÉRICA LATINA
El caso de Argentina 1995-1999
 

Mariana Calvento

 

 

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4.4. Primer gobierno de Carlos Menem
4.4.1 Contexto de asunción

La transformación económica, circunscripta a la incorporación de las medidas neoliberales tomó mayor impulso (1) con la asunción del gobierno de Carlos Menem. Esto se sustenta en que fue allí donde convergieron, según Pablo Gerchunoff y Juan Carlos Torre (2), diversas variables tanto externas como internas que hicieron posible que la adopción de dicho modelo fuera aceptado popularmente. Las variables fueron:

-El creciente consenso nacional e internacional que iban obteniendo las políticas neoliberales;

-La aguda emergencia económica por la crisis de la deuda;

-El apoyo de la sociedad a las políticas neoliberales;

Externamente, el pensamiento neoliberal se constituyó en la corriente de mayor consenso entre los sectores e instituciones financieras internacionales influyentes. El mayor consenso provino tras la caída del comunismo en Europa Oriental y en la Unión Soviética. Al perecer la única opción de oposición a la economía de mercado, el capitalismo neoliberal se instaló como la única alternativa viable. De ahí que se lo bautizara con el nombre de ´´pensamiento único``.

“No por singular, sino porque frente a él todas las interpretaciones alternativas (desde el mismo marxismo, que también tuvo sus ímpetus hegemonizadores, hasta las distintas variantes del keynesianismo y del Estado de Bienestar) parecen haberse fundido como la nieve” (3).

Argentina no estuvo exenta en éste auge de la corriente neoliberal. Si tomamos las Reformas Estructurales (Privatización, liberalización comercial, desregulación) del gobierno de Menem encontraremos que las mismas fueron un reflejo de las desarrolladas en el Consenso de Washington (4). Y que pudieron ser introducidas gracias a los factores internos que a continuación se desarrollan.

Internamente remarcaremos dos variables. Por un lado, la necesidad del ajuste y reforma del Estado ya había sido introducida en el país por medio del Plan Baker (5). El plan de 1985, medio por el cual se negocio la deuda externa en Latinoamérica en general y Argentina en particular, concluía que para recuperar la solvencia financiera “el estado debería achicarse radicalmente limitándose a cumplir las funciones básicas de mantenimiento del orden y la seguridad pública, y acometer la reforma estructural” (6).

Por otro, la crisis económica fruto de la deuda externa y de los efectos cercanos de la hiperinflación fueron los hechos que permitieron forjar dentro de la sociedad Argentina el consenso para la aplicación de reformas económicas. La incertidumbre vivida en el país por los sucesivos embates económicos, que en la vida cotidiana se traducía en altos precios en los productos comestibles, desempleo latente, imprevisibilidad, etc., preparó a la sociedad para soportar los ajustes que un nuevo plan económico de corte neoliberal requería. Como señala Guillermo O´Donnell (7) este tipo de situaciones de incertidumbre crean una predisposición que roza la pasividad por parte de la población frente a las políticas del gobierno. Surge por tanto un tipo particular de democracia, lo que el autor define como Democracia Delegativa (8). Con ella hace referencia a una democracia donde se le entrega el poder y amplia libertad al Ejecutivo, con el fin de que logre revertir la situación general de inestabilidad. Fue tal la predisposición de la sociedad Argentina a la introducción del nuevo plan económico, que no se produjeron oposiciones frente al incumplimiento de las propuestas electorales de Menem, de corte populistas (por ejemplo Revolución productiva, salariazo).

El gobierno de Menem encontró un campo externo e interno proclive a la implementación de políticas económicas neoliberales. Las mismas comenzaron a materializarse a partir de la sanción de dos leyes particularmente importantes, a saber: la Ley 23.697, de Reforma del Estado y la Ley 23.696, de Emergencia Económica. La primera otorgaba la concesión de poderes al Ejecutivo para intervenir las empresas públicas (entre ellas, la de aviación comercial, ferrocarriles, rutas, complejos siderúrgicos, teléfono, etc.), modificar su funcionamiento y privatizarlas. La segunda derogaba el trato diferencial entre capital nacional y extranjero (permitiéndosele a este último participar en los procesos de privatizaciones sin límites) como así también suspendía (primero temporariamente, pero luego adquirió carácter permanente) los regímenes de promoción industrial, regional y de exportaciones.


1. Como vimos comienzan en el Gob. Militar, pero se ven interrumpidas y es recién en el gobierno Menem que cuenta con el consenso del pueblo.
2. En esta línea de análisis seguimos el articulo de Gerchunoff, Pablo y Torre, Juan Carlos: “La política de liberalización económica en la administración de Menem”, en Revista Desarrollo Económico, IDES, Vol. 36, Nº 143, Octubre-Diciembre, 1996, Bs. As., Argentina.
3. Rapoport, Mario: “Orígenes y actualidad del “pensamiento único””, Globalización y Ajuste en América Latina, CLACSO, Pág. 357
4. Desarrolladas en el capítulo 2 de esta tesis. Para una opinión opuesta puede ser consultado el escrito de Domingo Cavallo “La Argentina y el FMI durante las dos administraciones Bush”. En él el autor rechaza la idea de que las reformas implementadas hayan seguido los lineamientos del Consenso de Washington y señala que fueron íntegramente elaboradas por el gobierno de Menem. “Quisiera comenzar destacando que ni el FMI ni el llamado Consenso de Washington tuvo influencia alguna sobre las decisiones que tomó la Argentina. Todas las reformas económicas implementadas en aquella época partieron del análisis y de las discusiones políticas que se llevaron a cabo dentro del país durante los años previos”. disponible en www.cavallo.com.ar/Documentos/dosBush.pdf . Accedido 01/2004.
5. En 1985 fue recomendado este Plan para la renegociación de la deuda externa. Fue elaborado por el Secretario de Tesoro de los Estados Unidos, James Baker, quien lo denominó como “Programa para el crecimiento sostenido”. Según Rapoport “promovía la recuperación de las economías deudoras como condición para restablecer la capacidad de pago”. Pág.859
6. Cavarozzi, Marcelo: Autoritarismo y Democracia (1955-1996). La transición del estado al mercado en la Argentina, Edit. Ariel, 1997, Pág. 121.
7. O´Donnell, Guillermo: Contrapuntos. Ensayos escogidos sobre autoritarismo y democratización, Edit. Paidos, Bs. As., Argentina, 1997, Pág. .
8. Utiliza el termino Democracia Delegativa para oponerlo al de democracia institucionalizada y con él... “me refiero a una concepción y practica del Poder Ejecutivo según la cual por medio del sufragio se le delega el derecho de hacer todo lo que le parezca adecuado para el país (...) son intrínsecamente hostiles a los patrones de representación normales de las democracias establecidas, a la creación y consolidación de las instituciones políticas y, especialmente a lo que yo denomino “rendición de cuentas horizontal”.O sea el control diario de la validez y legitimidad de las acciones del Ejecutivo por parte de otros organismos públicos que son relativamente autónomos de aquél”. Articulo de O´Donnell, Guillermo: “Estado, democratización y problemas conceptuales”, en Revista Desarrollo Económico, IDES, Vol 33, Nº130 (julio-septiembre 1993), Bs. As., Argentina, Pág. 164-165.

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