BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales
 

 

VENEZUELA, CAPITALISMO DE ESTADO, REFORMA Y REVOLUCIÓN

Edgardo González Medina

 

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El modelo de simbiosis con las transnacionales

Sectores o grupos polìticos de izquierda han sido desde 1989 factores de poder mas o menos significativos que curiosamente han impulsado las polìticas neoliberales. En un artículo que publiqué en “El Diario de Caracas”, en 1984, avizoré ésta, la extraña relación, entre sectores de izquierda y las transnacionales fundada sobre la base de preveer que gobiernos semizquierdistas y semiautoritarios podrían acceder al gobierno e imbricarse con el proceso globalizador con mucha mas holgura y tolerancia que los partidos tradicionales. Muchos y variados fueron los signos de los tiempos: La estampida de la Internacional Comunista a la caída de la URSS, la cada vez mayor tendencia de la izquierda europea hacia un reformismo estrechamente ligado a la dependencia que tiene la economìa europea del mercado mundial, la casi desaparición de los movimientos revolucionarios en América Latina, y la tendencia a la configuraciòn de nuevos intereses polìticos.

Esta tendencia a la simbiosis con las transnacionales viene encajando de alguna forma con la falsa teorìa de que la multiporalidad es la alternativa de la globalizaciòn, por ese prejuicio según el cual la globalizaciòn es una estrategia de los EE.UU. como polo dominante. No se atiende a la realidad de que mercados globales habian sido y aún siguen siendo, los de la antigua URSS en eurasia, y China y Japón el sudeste asiàtico, así como los del antiguo Commonwealth, área de dominio de la libra esterlina. Al identificar los problemas con países determinados, se asume como problema menor el verdadero poder en los mercados globales que es el poder de los consorcios transnacionales.

A Venezuela le toca una relación esencial en el área de la producción y comercializacion del petróleo. Ya vimos que se identifican cuatro momentos concesionarios a partir del inicio de la industria petriolera en nuestro país. Pero a partir de los negocios del segundo gobierno de Caldera, ha predominado la tendencia a conceder a las transnacionales nuevas oportunidades de negocios. La polìtica petrolera del régimen de Hugo Chavez ha establecido con claridad que las transnacionales regresaron nuevamente. En el año 2.004, las transnacionales producen alrededor de 600.000 barriles díarios de petróleo en forma directa en la faja petrolífera del Orinoco y unos 500.000 barriles diarios de petróleo liviano y ligero en las asociaciones estratégicas con PDVSA, mientras que los aumentos de la producción petrolera se proyectan sobre la base de nuevos negocios con las transnacionales, los primeros de los cuales se configuraron a principios del año 2.006 como empresas mixtas.

La reintroducción de las transnacionales petroleras ha inducido una reactivación de la tendencia a la fuga de excedente originado en la corriente de exportación de renta sobre la propiedad y la empresa extranjera. Si observamos el cuadro C.38 siguiente, se verifica que el período de Perez Jimenez cumplió la gran misión de garantizar a la empresa extranjera la absorción expedita de la renta empresarial directa a sus casas matrices. Obviamente, los tres primeros períodos de la democracia a partir de 1959 no fueron suficientes para desatar esa rígida dependencia estructural, hasta la nacionalización del petróleo en 1975, que produjo a la empresa extranjera transnacional el desplome de sus grandes beneficios. A partir de la nacionalización, esta renta y otras tranferencias al exterior permanecieron practicamente en esos mínimos niveles hasta 1982 inmediatamente a la crisis financiera del llamado viernes negro en el gobierno de Luis Herrera Campins. Bajo el gobierno de Jaime Lusinchi, el indicador externo de las transnacionales descendió nuevamente, hasta la aplicación del llamado paquete económico del segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, cuando volvió a aumentar la transferencia al exterior de esas rentas, aunque en forma moderada y nunca a los más altos niveles anteriores. Entre 1998 y el 2.001 la fuga de excedente disminuyó a los viejos niveles de la época de la nacionalizaciòn petrolera, pero a partir del 2.002, y durante el 2.003 y 2.004, la fuga de excedente continuó ascendiendo y se colocó en los niveles de la época de aplicación del llamado paquete neoliberal, y bajó nuevamente durante el ejercicio del 2.005, aunque esta baja de la proporción se debe mas a la significación del enorme volumen de los ingresos petroleros y el mayor nivel histórico de los precios del petróleo, que a las cifras concretas de exportación de capitales, las cuáles presentan su mayor expresión de toda la serie, medido en términos nominales.

Es absolutamente conclusivo que existe una intocada estructura económica en general y técnica en particular, por la cual la generación de valor agregado se encuentra siempre al servicio de las empresas transnacionales, ocurriendo eventos de cierta paridad de los términos de este intercambio de renta en pocos períodos de la larga serie que corre entre 1950 y el 2.005, como sigue:

 

Los movimientos de transferencia de renta al exterior se corresponden generalmente con los déficits de la corriente de inversión neta interanual que ya hemos analizado en capítulos anteriores. Todo ello sin haber evaluado aún la transferencia de valor originada en el intercambio mercantil, con base a la inequidad de los términos de intercambio, y sin considerar tampoco la cualidad primario-extractiva de nuestras Exportaciones y la cualidad manufacturera, industrial o agrícola de nuestras Importaciones, siendo éstas unas mercancías que se originan en un tipo de explotación que permite una mayor absorción directa de valor del factor trabajo y que en consecuencia ejerce efectos sobre la demanda del mercado local de esos paises, a diferencia de la percepción del valor de nuestras exportaciones primarias por parte del Estado, quien se obliga a transferirla a la circulación nacional mediante polìticas públicas que nunca han encontrado como hacerse verdaderamente equitativas o justas.

Analizado por períodos polìticos, la relación de esta transferencia de excedente queda como sigue:

De continuar la tendencia actual durante un subsiguiente período de siete años, el excedente transferido al exterior se colocaría en los niveles del período de Perez Jimenez.

> Gráfico 22: Fuga de excedente neto al exterior

> Gráfico 23: Fuga de excedente por períodos


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