Evolución reciente del empleo y el subempleo:

Para tener una idea más clara de la situación del empleo y el subempleo en el país, delimitaremos más, el lapso de tiempo bajo estudio. La anterior descripción se hizo para caracterizar de manera amplia la evolución histórica del mercado laboral. Pero un estudio requiere más rigurosidad y por tanto, un menor universo de investigación, que para la presente sección será 1998-2006. Esto lo hacemos también al estar limitados por el acceso a datos mensuales anteriores al período descrito.

Fuente: Boletines Estadísticos Mensuales (varios números) BCE y Índice de Precios al Consumidor y Productor, Salarios, Empleo y Mercado Laboral (varios números). Procesamiento y Elaboración: Propio.80

La evolución de la ocupación global en el período descrito (1998-2006), es relativamente estable, moviéndose en el intervalo de 85-90%, la ocupación adecuada es mucho más volátil como se puede apreciar en el gráfico, el gran pico que se ve en 2002 talvez se debe al cambio de metodología en la medición de la subocupación.81 Sin embargo, podemos decir que en general –y exceptuando el año 2000- el intervalo de la ocupación adecuada en el período de interés es 25-50%.

Fuente: Boletines Estadísticos Mensuales (varios números). BCE y Índice de Precios al Consumidor y Productor, Salarios, Empleo y Mercado Laboral (varios números). Procesamiento y Elaboración: Propio.

De manera más clara, en el cuadro sobre la desocupación total y la subocupación total82, podemos observar con más detalle las dinámicas de estas dos series. Tenemos el pico de la subocupación en octubre del 2000 con 62.2%, se llega a la sima en agosto 2002 28.4%. La desocupación total tiene su punto más alto en febrero del 2000 con 17% y su punto más bajo en diciembre del 2002 con 7.7%. Para diciembre del 2006 tenemos 9.03% de desocupación y 45.04% de subocupación.

Vemos, que la desocupación se ha estabilizado en el período marzo 2003 hasta diciembre 2006. Mientras que el período 1999-2003 muestra el tiempo que tomó el mercado laboral en recuperarse del choque negativo de la crisis de 1999. El período marzo 1998 hasta agosto del 2000, muestra el proceso de histéresis producto de un choque negativo y su efecto de largo alcance (Ver sección IV).

Debemos considerar la importancia de la emigración, que a partir del año 1998 aumentó considerablemente. Según cálculos del SIISE la tasa de desempleo se podría encontrar entre 0.5 y 2 puntos más arriba del porcentaje actual si la emigración no hubiera aliviado la presión en el mercado de trabajo83.

Debemos volver hacia el tema central de la investigación, que es la relación de los salarios mínimos con el desempleo y el subempleo. Como se digo anteriormente, un precio mínimo tendrá un efecto real sobre un mercado si se encuentra por sobre el precio del equilibrio competitivo. En el caso del mercado laboral ocurre lo mismo. Así, si recordamos la definición de Ocupación Adecuada, que se refiere a personas que trabajen las 40 horas semanales y ganen un salario mayor al mínimo legal (o que trabajen menos de 40h, no quieran trabajar más y ganen sobre el salario mínimo legal). La subocupación es la suma de la subocupación visible (e invisible en la medición de la PUCE); siendo los primeros aquellos que trabajaron involuntariamente menos de 40 horas semanales y los segundos que trabajaron 40 horas pero tenían un ingreso inferior al salario mínimo legal84.

Es así, como podemos relacionar la fijación de salarios y la subocupación. El problema surge de la heterogeneidad de los trabajadores, cada uno de ellos tiene una productividad diferente; sin embargo, en un equilibrio competitivo el trabajador en el margen definirá el salario del equilibrio. Claro está que esto se da en los diferentes sectores o ramas de la economía y en las diferentes regiones. Pero a nivel agregado si fijamos el salario nominal y dado los precios, se determina un salario real que está sobre el nivel de productividad marginal del trabajo. Entonces se va a generar una distorsión que creará un déficit de puestos ofrecidos o un exceso de trabajadores y al ser los salarios nominales inflexibles a la baja (manteniendo los precios constantes), el desempleo se mantendrá en niveles altos. El mercado frente a un precio fijado genera mercados informales donde se contrata a niveles menores de los legales. En el mercado laboral ocurre lo mismo y se genera un sector informal grande que absorbe una gran cantidad de trabajadores de baja productividad a los cuales se contrata a un salario menor el mínimo legal85.

Como ya se expuso ampliamente en la Sección II, desde el año 1998 se han realizado algunas reformas en legislación laboral que han tenido como objetivo flexibilizar el mercado de trabajo. Las principales reformas son: Tercerización, los contratos por horas, la ley de maquilas, el techo a las indemnizaciones y el contrato de prueba. El incremento del subempleo en los es evidencia de una mayor utilización de algunas de estas formas flexibles de contratación (contrato por horas y tercerización)86. La utilización de los mecanismos antes mencionados, puede causar efectos ambiguos pues por un lado daría lugar a un deterioro de las condiciones laborales, especialmente en temas relacionados con salarios, seguridad social y seguridad laboral, así como, menores incentivos para invertir en capacitación del recurso humano y aumentar la productividad, por lo cual es necesario fortalecer su regulación. Pero por otro lado, se podría argumentar que estar subocupado es estrictamente mejor que estar desocupado.

Las empresas han buscado una mayor flexibilización laboral debido a los altos costos de despido y al impacto del reparto de utilidades en la carga impositiva efectiva de las empresas. En Ecuador, el costo de despido equivale a 4 meses del salario mensual medio y es uno de los más altos de América Latina, superado solamente por Bolivia. En cuanto a la repartición obligatoria de utilidades, si se suma el 15% de repartición de utilidades sobre el 25%87 del impuesto a la renta, se observa que la carga impositiva efectiva que enfrentan las empresas en el Ecuador es de 36%, una de las más altas de América Latina.88

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