Esta medida clásica y ampliamente conocida corresponde a lo que se conoce como medición de la desigualdad. Sus características, fundamentos y bondades están explicados ampliamente en la literatura, sea respecto de su propia estructura y postulados como en comparación con otras mediciones1. Sin embargo, dada su aceptación, solamente puntualizaremos que a partir de la propuesta conocida como Curva de Lorenz (1905) para explicar inicialmente la desigualdad en la distribución de salud, se ha popularizado y ampliado para medir la desigualdad económica general. En su representación gráfica una línea recta representa la equidad perfecta, la curva obtenida de mediciones empíricas y el área entre ambas denominada área de concentración2.
1 V. Consideraciones sobre el índice de Gini para medir la concentración del ingreso, Fernando Medina, CEPAL, 2001.
2 Este coeficiente resultante se lee en términos prácticos: el valor uno es la desigualdad total y el valor cero la igualdad perfecta.