BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales
 

EL PALIMPSESTO DE LA CIUDAD: CIUDAD EDUCADORA

Jahir Rodríguez Rodríguez

Esta página muestra parte del texto pero sin formato.
Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (219 páginas, 833 KB) pulsando aquí

 

3.1.2. La calle.

"El azar es la calle. La calle, diversa y múltiple hasta el infinito en verdades, más simple que un libro".

SEMMELWEIS.

La ciudad como obra de arte y de técnica colectiva emerge como uno de los signos de los tiempos. En su epidermis, la calle constituye un hito y un referente. La referencia a la calle nos viene desde el extraño fantasma de nuestros mundos infantiles, como un territorio de mujeres y varones adultos al cual accedimos de la mano cuidadora del padre, literalmente colgados de sus brazos, o agarrados a su pulgar cual presagio de una herencia patriarcal.

Más adelante, el ensueño se tornó realidad, y en ese mundo maravilloso de la calle se nos convirtió en martirio lo cotidiano; pasó a ser necesaria para todos y cada uno de nuestros actos diarios; devino así en el escenario de la historia, de la compleja trama de las acciones humanas, en la medida en que la calle y el centro articulaban poder y economía del consumo: el centro urbano, tan distinto de los barrios y las calles de la periferia, que eran como una prolongación de la vida hogareña: espacio de vida cotidiana y de juegos.(1)

La calle, es el territorio capaz de desubjetivizar a todo individuo y colocarlo en el campo reaccional del inconsciente colectivo. Pero así como es capaz de despojarnos de nuestra conciencia individual, también potencia una suerte de revivificación al poner a cada uno presente ante lo fáctico y lo fatídico de la cotidianidad.

La calle juega hoy el papel de un escenario ritual para el crecimiento y la estratificación psicocultural individual y masivo. En ella, se desenvuelve el dramatismo de la vida pública e ideológica: anverso cultural del hogar y de lo femenino. La razón está allí, por supuesto, escondida. Porque la calle potencia una cierta irracionalidad ociosa. La calle es escenario de poder y de la defensa de lo público y lo político; ha sido el hábitat de la protesta y del encuentro ciudadano, de construcción de ciudadanía y de respaldo de lo colectivo. Así, la calle adquirió significación política como escenario de la lucha de clases.

De esta manera, construir ciudad por y para el ciudadano, desde la calle, es la única manera de fundar nuevamente la dignidad de la política por la vía de la participación ciudadana. La calle, se transmuta, se dispara, se enmudece, grita, pero permanece en aquello que la testimonia, en la construcción espacial donde se depositan los credos, las luchas, los gustos, su apreciación estética, su recreación espacial. La imaginación humana puebla el espacio con un construir que la dota de sentido y pertenencia.

Repitamos con Cavafis su poema: "La ciudad te seguirá. Viajarás por las mismas calles. Y en los mismos barrios te harás viejo; y entre las mismas paredes irás encaneciendo".(2)
 


1. Cfr. ZULETA RUIZ, León. El derecho a la ciudad. En: ALVAREZ, Guillermo. Cultura urbana en Colombia. Etcétera. Medellín. 1993.
2. Citado por VIVIESCAS, Fernando. Urbanización y ciudad en Colombia. Foro. Bogotá. 1989. En este texto se encuentra una importante reflexión sobre la calle, su significado político y termina planteando una serie de interrogantes sobre el centro.

Volver al índice de EL PALIMPSESTO DE LA CIUDAD: CIUDAD EDUCADORA

Volver a "Libros Gratis de Economía"

Volver a la "Enciclopedia y Biblioteca de Economía EMVI"

Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles
Enciclopedia Virtual
Biblioteca Virtual
Servicios