BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales
 

EL PALIMPSESTO DE LA CIUDAD: CIUDAD EDUCADORA

Jahir Rodríguez Rodríguez

Esta página muestra parte del texto pero sin formato.
Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (219 páginas, 833 KB) pulsando aquí

 

1.3.5. El buen gobierno de la ciudad.

Un gobierno nacional, regional o local debe tener la capacidad de tomar decisiones, responder a los conflictos, de hacer gestión, al tiempo que procura conservar el propio poder. La gobernabilidad es entonces, la capacidad de gobernar. Capacidad que implica saber mantener en su lugar a las demás fuerzas políticas y tener como mínimo satisfechos a los sectores sociales más combativos. Así entendida, por unos teóricos, la gobernabilidad acaba confundida con la estabilidad. En términos de Victoria Campos, un gobierno que gobierna es, sencillamente, un gobierno estable. En el mismo orden de ideas, un gobierno estable, tendrá asegurada la gobernabilidad, en un sentido estrecho pero no será un buen gobierno.

La gobernabilidad debe ser entendida como el proceso constante de hacer frente a las tensiones entre las necesidades crecientes (situaciones problemáticas o aprovechamiento de oportunidades), de una parte, y las capacidades de gobernar (crear tipos de solución o desarrollar estrategias), de otra.(1)

En este sentido gobernar no consiste sólo en realizar los actos de gobierno, sino en la interacción entre actores sociales, grupos, fuerzas, el sector privado, la sociedad civil y las instituciones públicas. La gobernabilidad democrática en el espíritu de Ciudad Educadora es esencialmente un ejercicio de consensos, de acuerdos sociales, de acatamiento por las decisiones públicas y que representen y respeten el interés colectivo.

Un buen gobierno, si se asume "bueno" en el sentido más amplio de la palabra, no es sólo un gobierno que permanece en el poder; es un gobierno que hace lo que debe hacer. Así de simple y así de complejo.(2)

La ciudad en la medida en que no es homogénea en lo social, político, cultural, o en lo económico, requiere de reglas para administrarla y gobernarla. Un gobierno municipal estable, efectivo, eficiente y permanentemente legitimado, puede catalogarse como un buen gobierno. De otras partes la ciudad no debe aislarse de las determinaciones de la nación y de la región, ya que se encuentra inscrita dentro de una constitucionalidad y dentro de una república con leyes, decretos y normas que la predeterminan. En consecuencia, algunas características del buen gobierno de la ciudad son las siguientes:

- Identificar plenamente el rol de las distintas fuerzas políticas y desarrollar acuerdos mínimos con los diversos sectores sociales, para que no se debilite la estabilidad del gobierno local y se haga propicio el desarrollo de la ciudad.

- Mantener una comunicación fluida con los sectores políticos, sociales, gremiales y académicos de la ciudad, para generar consensos que determinen su gobernabilidad.

- Consolidar la confianza entre el gobernante y su equipo con los ciudadanos, lo que contribuye a la legitimidad permanente.

- Observar lealtad y respeto por las normas constitucionales, no sólo por convicción propia, sino como garantía democrática.

- Preservar la fidelidad al programa de gobierno por el cual los ciudadanos sufragaron, para darse coherencia política, programática y administrativa.

- Adecuar siempre la Política (con mayúscula) a las políticas sectoriales, para la buena administración de la ciudad en sus aspectos concretos.(3)


1. Cfr. Kooiman, Jan. Los gobiernos modernos. Madrid. 1990.

2. Cfr. CAMPS, Victoria. El malestar. Op. cit.

3. Ibid.


Volver al índice de EL PALIMPSESTO DE LA CIUDAD: CIUDAD EDUCADORA

Volver a "Libros Gratis de Economía"

Volver a la "Enciclopedia y Biblioteca de Economía EMVI"

Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles
Enciclopedia Virtual
Biblioteca Virtual
Servicios