Efectos de cambios en el Tipo de Cambio Real Bilateral en las Exportaciones de Turismo
Agostina Maroni, Laura Mastroscello y Florencia Montefiore

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Sensibilidad de las exportaciones de turismo ante cambios en el Tipo de Cambio Real Bilateral

Dos periodos: década del 90 y Post Devaluación. 

Elaboración propia. Fuente Cuenta Viajes.

      Elaboración propia. Fuente Cuenta Viajes.

a.   -Durante la década del 90

 3.a.i. (Debito Cuenta Viajes) En los 11 años que duró la convertibilidad, el sector del Turismo acusó un déficit en su balanza comercial: viajar al exterior era barato, a costa de convertirnos  en uno de los destinos más caros del Mundo. Durante la época de la convertibilidad, la capital Argentina llegó a ser la más cara de América del Sur. Esta apreciación del tipo de cambio real generó un aumento en las importaciones de Turismo de Argentina.

Por otra parte, se puede observar una relación positiva entre la evolución del PBI y el débito de la cuenta viajes, lo que muestra que cuanto mayor es el nivel de actividad,  mayor es el gasto de los residentes argentinos en el extranjero (GRAF 1).

En 1995, la reducción en el nivel de actividad interna se reflejo en la cantidad de viajeros con una caída del 2,8%.

En 1999 y 2000,  si bien la actividad económica en la Argentina entró en un estancamiento, el débito de la cuenta viajes continuó en aumento. Esto se debe, principalmente, a la conveniencia del tipo de cambio para realizar viajes al extranjero, que se mantuvo durante toda la década del 90, pero se acentuó en enero de 1999 con la devaluación de Brasil.

GRAFICO 1

TABLA 1

 3.a.i i. (Crédito Cuenta Viajes) Si bien Argentina tenía precios poco competitivos, por su tipo de cambio real muy apreciado, la entrada de turistas a Argentina tuvo un crecimiento alto durante toda la década. Esto tiene que ver principalmente con factores como el crecimiento fuerte del turismo mundial durante los 90’. También el PBI mundial y de Argentina crecieron durante los ‘90, lo que genero mas divisas para poder viajar al exterior.

Nuestro país no permaneció ajeno al fenómeno mundial y, durante la década del ‘90, el turismo como actividad del sector terciario aumentó su participación en la economía. Durante esta década en el mundo se vivía “el milagro económico”, determinante del constante incremento en las frecuencias de vuelos.

El turismo en el mundo creció para todos y abrió nuevas oportunidades para que más viajeros visitaran la Argentina.

En el continente americano, sólo los Estados Unidos, México y Canadá recibían más turistas que la Argentina en 1998, que con un crecimiento del 8.9% con respecto al año anterior llegó a los 3.012.462 visitantes en dicho año. En 1990 el número fue de 1.930.034 (datos de la Cuenta Viajes).

El crecimiento en la actividad turística de nuestro país que se registró durante toda la década del 90 está relacionado directamente, en adición al crecimiento del sector a nivel internacional,  con la reforma operada desde comienzos de la misma en el Estado, que posibilitó la estabilidad monetaria, desreguló la economía y concretó un ambicioso programa  de privatizaciones: con el Plan de Convertibilidad, la Argentina logró mayor confiabilidad en el exterior. La estabilidad monetaria derivó en estabilidad de precios. La imposibilidad de financiar déficit fiscales emitiendo moneda discrecionalmente generó credibilidad en los mercados financieros internacionales, lo que permitió la entrada de grandes capitales extranjeros para apuntalar el crecimiento y sostener la convertibilidad. Asimismo, a la implementación de dicho plan le siguieron otras políticas para lograr la inserción del país en la economía global, a saber: la privatización de las empresas del Estado, la apertura de la economía, la integración financiera y el desarrollo del Mercosur.

El turismo de Argentina vivió características de boom: crecieron el número de hoteles, el volumen del transporte aéreo y el número de visitantes, tanto desde países limítrofes como desde el resto de América, Europa, etc. El incremento en  la demanda atrajo también a grandes cadenas de hotelería y gastronomía, que radicaron nuevos establecimientos en la Argentina. Durante la década la inversión extranjera directa  (IED) fue originada de Europa en un 41% proviniendo, en gran parte, de España y Francia; por su parte,  EEUU tuvo una participación del 33% sobre el total de la IED en el sector. Uno de los pilares estuvo constituido por los planes de marketing llevados a cabo en forma continua con el apoyo de los empresarios. Se comenzaron a explotar dos grandes áreas del negocio turístico: la inmensa oferta natural, que invita al turismo ecológico o de aventura, y el turismo urbano, cuyo crecimiento en el período coincide con el de los business travelers y el de los congresos y convenciones.

Todos los centros turísticos fueron creciendo, no solo en número  de visitantes, sino también en los períodos anuales de funcionamiento. [El Calafate, Salta y Tierra del Fuego son claros ejemplos de estas ampliaciones de temporada para un mejor aprovechamiento de sus recursos. Además, el grado de evolución de los ingresos por turismo supera amplia y efectivamente al incremento en el número de llegadas. Esto estaría indicando no sólo que ha habido un aumento muy significativo en la cantidad de turistas, sino también que los mismos han ido incrementando  constantemente lo que gastan en sus viajes.