INTEGRACIÓN EN EL PROCESO DOCENTE-EDUCATIVO
Una propuesta metodológica para el desarrollo de la tarea integradora

Mario González Arencibia

 

 

4. El concepto como lo concreto

Dejar planteado el concepto de tarea integradora como se ha presentado anteriormente significa congelar la realidad que el mismo expresa. Por ello se avanza en este acápite observando el concepto de tarea integradora como lo concreto. Para esta argumentación se parte del supuesto siguiente: del mismo modo que no se construye un edificio cuando se ponen sus cimientos, el concepto del todo no es el todo mismo.[1] 

Por consiguiente, los conceptos no surgen de una vez, en todo lo que tienen de concreto, su evolución se efectúa, según van expresando de manera más concreta su esencia, a medida que van descubriendo nuevas facetas. Si lo concreto, es la unidad de múltiples determinaciones, es natural que al irse conociendo la multiplicidad de las propiedades de las cosas de los propios conceptos, estos vayan haciéndose más concretos.

Relacionado con lo anterior, Hegel en su obra Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas señaló, de manera sintética, algo que resume el contenido del concepto  como concreción en toda ciencia, cuando expresa- "El concepto como concreto y toda determinación en general, es esencialmente en sí misma una unidad de determinaciones distintas. Si pues, la verdad no fuese otra cosa que la ausencia de contradicción, sería preciso examinar ante todo si cada concepto no  contiene en sí mismo una tal contradicción interna."[2]

En este sentido, aunque de manera idealista (desde el  ángulo del idealismo objetivo),[3]  Hegel llamaba a tener en consideración la veracidad de los conceptos en su movimiento, para comprender su tendencia y de ahí deducir las bases que rigen el mismo. Entendemos por concreción conceptual, el cambio de los conceptos, no porque aparezcan otros nuevos, o de que se puntualicen los viejos, sino en el sentido de que se amplían los aspectos por ellos englobados mediante múltiples determinaciones, haciéndose más preciso su contenido, ampliándose los límites de su condicionada aplicación, a diversos fenómenos en distintas condiciones y en distintos nexos.

 Los conceptos son concretos también, en el sentido de que pueden poseer diferente contenido, en dependencia del cambio de las conexiones y relaciones del fenómeno dado, respecto a otros fenómenos. Por ello, el concepto aplicado a cada unidad dada, cuyas propiedades generales y esenciales refleja, descubre toda la riqueza de su contenido concreto.[4]

 Este principio es particularmente importante para la explicación del fenómeno que ocupa este estudio, debido a que el pensamiento también es la capacidad de construir y reconstruir activamente esquemas de acción exterior conforme a cualquier nueva coincidencia de circunstancias.

Tarea integradora como lo concreto

En correspondencia con este principio, se asume en lo adelante el concepto de tarea integradora como una realidad que se mueve en diversas direcciones:[5] como solución de problemas, en el marco de una situación problémica, por grados de aplicación, como respuesta, y como un proceso complejo y multifacético.

a) Como solución de problemas

Las tareas integradoras pueden concebirse como modalidad para dar solución a uno o varios problemas, objetivos, conocimientos o aplicación de habilidades, hábitos, utilizando diversidad de métodos y de medios para su solución. Ello indudablemente requiere de una correcta orientación de lo que se desea lograr.

b) Sobre la base de una situación problémica

Se sugiere que en el proceso de orientación de la tarea integradora se maneje una situación problémica organizada en torno a un eje integrador sobre la base de problemas y tareas interdisciplinarias. Su finalidad es aprender a relacionar los saberes culturales, propiciar el desarrollo de habilidades investigativas, de forma que los estudiantes desarrollen competencias profesionales en los diferentes modos de actuación y campos de acción ligados a su formación profesional.

c) Grados de aplicación

Las tareas integradoras se aplican en correspondencia con el plan de estudio de cada año, los objetivos formativos, las invariantes por etapa, y pueden ser evaluadas desde las asignaturas y componentes educativos que aportan mayores posibilidades para el desarrollo de la evaluación integral del estudiante durante las actividades planificadas.

d) Su orientación e implementación paulatina

Es recomendable que su orientación esté a tono con la complejidad de la tarea y con el tiempo suficiente para lograr una autopreparación adecuada en cada una de las actividades que correspondan al tema central. Estas se van contextualizando en correspondencia con las aspiraciones formativas y se tratan desde las clases como eslabón fundamental, los turnos de reflexión y debate, la capacitación y talleres estudiantiles, los programas formativos televisivos, los diez minutos de intercambio, los matutinos y entrevistas relacionadas con los objetivos propuestos. Estas tareas no se deben concebir como un fin para otorgar calificaciones, sino como un proceso para el desarrollo del estudiante desde el componente instructivo y educativo.

Lo antes planteado supone trabajar la tarea integradora no solo en lo curricular, sino en lo extracurricular, es decir esta no culmina en la clase y mucho menos con un trabajo referativo al final del curso, es importante considerarla en lo extracurricular por lo que debe desarrollarse con amplio sentido de motivación tanto para el estudiante como para el profesor.

e) Dan respuesta 

Las tareas integradoras dan respuesta a un proceso armónico, integrador, interdisciplinar y desarrollador que debe culminar con el otorgamiento de las niveles de evaluación en lo cognitivo y lo educativo (cuantitativa y cualitativa). Su importancia radica en el vínculo estrecho desde su planificación de los diferentes componentes del proceso docente-educativo.

f) Integración profesor-profesor: un hecho que debe quedar bien claro

En la tarea integradora el trabajo metodológico que se realice entre los profesores de la asignatura y entre estos y otras asignaturas es esencial, para garantizar esa formación integral. Por ello es indispensable, la organización, delimitar el tiempo del cronograma de ejecución, su control, el desarrollo de talleres que permitan medir el avance de la tarea.

g) Componentes del proceso

Es importante en la planificación de la tarea integradora que queden bien claro sus componentes referidos a objetos y sujetos: Los primeros se refieren a los contenidos a trabajar, los objetivos del año y de la carrera, los valores que se van a consolidar, los métodos a emplear[6], habilidades, orientaciones metodológicas. Para el caso de lo sujetos, esta presentación identifica las siguientes  en lo individual al profesor y al estudiante, desde el punto de vista de las interrelaciones es posible destacar, la relación profesor-profesor, la relación profesor-estudiante, y la relación estudiante-estudiante.


 

[1]Hegel, W.F. "Fenomenología del espíritu". Editorial  Ciencias Sociales, 1972, p. 12.

[2]Hegel, W.F. Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas. Instituto Cubano del Libro, 1968, p. 57.

[3]Idealismo objetivo, significa ausencia de respuesta a la interrogante "De dónde surge el pensamiento? Ver: E.V. Ilienkov. Lógica Dialéctica, parte 7, Editorial Progreso. Moscú, 1977.

[4] Rosenthal, M. Principios de Lógica Dialéctica. Editorial Política. La Habana, 1964, p. 261.

[5] Elaborado a partir de Martínez Leyet, Eloisa y Maria del Carmen Olivares Boada. La tarea integradora: un desafío en la evaluación actual de la Secundaria Básica. Disponible en: Ilustrados.com. http://www.ilustrados.com/publicaciones/EEuFysVEVuVzexVEuTK.php. (Consultado abril 5, 2006).

[6] Referido al trabajo independiente, la enseñanza problémica y al método de investigación.


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Web eumed.net

 

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