Trabajo, Capital y Plusvalía:
¿una triada de categorías en desaparición?

Mario González Arencibia

Esta página puede carecer de formato, fórmulas, notas, gráficos o tablas. Puede bajarse el libro completo en formato DOC comprimido ZIP (133 páginas, 275 Kb)
pulsando aquí

 

Nuevos niveles de control del capital hacia el trabajo

En otra línea se puede plantear, que el capital no sólo ha logrado darle mayor movilidad a sus recursos productivos, financieros y a la fuerza de trabajo, sino también, colocar a su favor y estimular la formación de fondos privados provenientes de los aportes para la vejez o la salud, y que son descontados de una fracción del salario. Esto de hecho constituye una de las nuevas formas en que se presenta el carácter parasitario del capital.[1] Por ejemplo en 1980, 4,6 millones de familias norteamericanas participaban como accionistas en los fondos mutuos, mientras en 1998 esta cifra fue superada con creces, más de 60 millones de americanos invirtió en fondos mutuos, o a través del plan de pensiones a jubilados. Los activos de fondos mutuos, como consecuencia, crecieron entre 1992 y 1997 de 412 billones a 1.6 trillones, mientras el 10% de estos activos fueron invertidos en reservas globales (Friedman, 1999:104).

Si embargo, la naturaleza de estos fondos se modifica cuando pasan a ser componentes del capital financiero, en busca de maximizar ganancias, con la tendencia de que se sujetan a los movimientos de los mercados bursátiles, es decir a la esfera no productiva. Según datos de US News and World Report del 6 de febrero de 1995, sólo los fondos de pensiones de las tres empresas norteamericanas de automóviles. La Ford, General Motor, Chrysler, las tres más grandes del mundo, controlaban 500 mil millones de dólares diez veces más que los fondos que se destinaron a la recuperación de la crisis mexicana (1994). La movilización de estos fondos contribuye al abaratamiento de los costos del capital.

Otro de los grandes resultados de las tendencias globalizadoras del capital ha sido el desmantelamiento del poder de muchos gobiernos, contribuyendo a que en el ámbito nacional, se tienda a diseñar una política centrada en la movilidad ascendente del capital. En estos marcos se ajustan los códigos laborales, y grandes partes de territorios nacionales se han convertido en Zonas Francas, disminuyendo las obligaciones fiscales y de reglamentación a cumplir por las empresas que se instalan allí, el efecto ha sido una política de “desimposición” y de “desregulación competitiva” que corroe los derechos sindicales y logros sociales.

Mientras que en 1970 sólo 10 países disponían de Zonas Francas, su número aumentó a 175 en 50 países en 1986, en 1998 esta cifra ascendió a 250 Zonas Francas en 70 países. Según las cifras de la OIT, el empleo en estas regiones creció a un ritmo anual del 9% entre 1975 y 1986 y del 14% entre 1986 y 1990. [2] En estas zonas la ofensiva del capital, se ha expresado en la imposición de jornadas laborales de 10-16 horas y despidos arbitrarios, la prohibición del trabajo sindical, castigos físicos y síquicos, lo cual contribuye a la degradación del trabajo y a exacerbar el método de obtención de plusvalía absoluta.

También es significativa en la ofensiva del capital, otra forma de degradación del trabajo con la inserción sistemática de niños en el mercado laboral, lo que es una consecuencia de estrategias financieras y económicas centradas en el máximo rendimiento del capital. Si bien esto no es nuevo, la globalización en curso ha fortalecido el empleo de mano de obra infantil en todos los sectores. Más de 250 millones de niños entre 5 y 14 años trabajan en los países en desarrollo, entre ellos unos 120 millones a tiempo completo.[3]


 

[1] Alrededor del 80% de los activos totales de los fondos de pensiones en EE.UU. y Gran Bretaña son controlados o “administrados” por un pequeño grupo de bancos y compañías de seguros de los EE.UU., Gran Bretaña y Suiza. En los EE.UU. Morgan Guaranty, Bankers Trust, Citibank, Mellon Bank y Harris Trust and Savings Bank dominan la administración de fondos de pensiones, mientras en Gran Bretaña los cinco grandes son Mercury Asset Management (hasta 1995 una filial de Warburg), Phillips and Drew Fund Management (de propiedad del Union des Banques Swiss), Schroder Investment Management, BSW Barclays Bank) and Prudential Portfolio Management. Estos “administradores profesionales de fondos” deciden que ocurre con el dinero virtualmente a discreción. Esto los transforma en árbitros de tomas de control de compañías, aperturas de empresas a la bolsa, privatizaciones y políticas corporativas, así como, internacionalmente, adquisiciones de deuda gubernamental, con efectos sobre tipos de cambio nacionales y políticas de tasas de interés. Ver: Riesco Larraín, Manuel. ¿La propiedad?. |Todo el poder a los trabajadores!. http://www.cep.cl/Cenda/Cen_Documentos/Folleto_ESOP/Folleto_ESOPS.pdf . Diciembre, Santiago de Chile 1997 p. 35.

[2] Confederación Mundial del trabajo(CMT). Declaración de la CMT con ocasión de la 2da Conferencia Ministerial de la OMC. Ginebra 18-20 de mayo 1998 p. 3.  Para profundizar en el análisis sobre las particularidades de las zonas Francas y su impacto en las relaciones laborales  podría consultarse a: J. P. Pérez Sáinz. La nueva industrialización y el trabajo. Reflexiones desde Centroamérica. Nueva Sociedad No. 158, Caracas Noviembre-Diciembre de 1998 pp. 160-172.

[3] Ibidem p. 3.


Google
 
Web eumed.net

 

Volver al índice de Trabajo, Capital y Plusvalía: ¿una triada de categorías en desaparición?

Volver a "Libros Gratis de Economía"

Volver a la "Enciclopedia y Biblioteca de Economía EMVI"