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América Latina Hoy
¿Y Hasta Cuándo?Iván Ureta-Vaquero
César Calvo
Teoría económica, desarrollo y acciones individuales.
César Calvo (1)
7.1. Introducción.
Las ciencias físicas pueden explicar con precisión las fuerzas que mueven a un proyectil en una determinada dirección y a una determinada velocidad. Cuando el proyectil se detiene, saben explicar por qué se detiene, y qué haría falta para reiniciar el movimiento. Con frecuencia, la teoría económica parece ensayar explicaciones igualmente precisas ante las grandes preguntas sobre el desarrollo: por qué un país crece a cierto ritmo mientras que otro permanece estancado, qué haría falta para acelerar el crecimiento. En cierto sentido, el desarrollo sería entonces la consecuencia de fuerzas previsibles e inevitables, o dicho de otro modo, el resultado de acciones anónimas e impersonales.
El propósito de este capítulo es mostrar que un enfoque de este género correría el riesgo de ignorar al menos un ingrediente esencial del proceso de desarrollo: la iniciativa de quienes despliegan una actividad que va más allá de los incentivos del mercado y que no puede explicarse como la reacción que cualquier otro actor anónimo habría tenido frente a las mismas circunstancias. El desarrollo requiere de individuos ‘con nombre y apellido’, decididos a contribuir más que lo que la teoría esperaría de ellos.
De hecho, la teoría económica sí recoge esta intuición, aunque muchas veces permita que pase velada. Para ser más exacto, el objetivo no es denunciar una falla calamitosa y general de la teoría económica, sino simplemente rescatar de esa misma teoría algunos ejemplos donde el desarrollo no ocurrirá sin la acción de individuos que se ‘escapen’ del modelo. Precisamente porque estos ejemplos existen, no es posible decir que la teoría económica ignora completamente la importancia de la libertad de los individuos para actuar de modo ‘imprevisible’, para pasar por alto incentivos económicos y ‘escaparse’. En todo caso, el propósito de este ensayo es dar una nueva lectura a resultados ya conocidos.
Para motivar la discusión, el capítulo presenta brevemente tres modelos analíticos. La estructura es la siguiente. El conocido modelo de Solow es resumido en la sección 2, como ejemplo de un caso con muy poco margen para la ‘acción individual’ (de ahora en adelante, AI). La sección 3 presenta una versión del modelo de Rosenstein-Rodan, basada en Krugman (1995). Esta versión otorgará gran importancia a la AI, e ilustrará que el desarrollo puede no ocurrir si no existe un individuo que lidere y/o coordine. Un segundo ejemplo a favor de AI es desarrollado en la sección 4, que presenta el modelo de Acemoglu (1995). A modo de conclusión, la sección 5 discute los elementos analíticos de una teoría económica consistente con la importancia de la AI.
1. Doctor en Economía. Profesor e investigador de Oxford University (Inglaterra) y de la Universidad de Piura. Perú.
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