Obstáculos y Palancas
para la capitalización y expansión
de la Pequeña y Mediana Empresa

Guillermo Luis Locane

 

PYMES Y BUROCRACIA

 

            En Argentina (y probablemente en la mayor parte del mundo) cuando el empresario - sobre todo el de pequeña o mediana envergadura - piensa en el Estado, difícilmente lo piense como marco institucional, o en función de políticas públicas. En general su aproximación al concepto es más utilitarista, y cuando piensa en su socio llamado “Estado”, piensa qué le aporta y qué le quita a él o a su negocio. Lo que le quita, son claramente recursos financieros (vía impuestos) pero también siente que le puede llegar a quitar otros factores: tiempo y oportunidades.

El empresario lamenta la carga tributaria pero, si ésta es razonable y él es moralmente sólido, la entiende como el precio de vivir en sociedad, logrando visualizar que el Estado (a través de su compleja organización) le aportará en forma tangible o intangible, en un plazo mediato o inmediato, un cierto servicio o beneficio. Lo que también lamenta, pero no entiende, es porqué a veces el Estado le hace perder otros recursos (tiempo y oportunidades) que son absolutamente no renovables, y entonces lo ve como un obstáculo para su desarrollo y el de su negocio, y puede llegar a no apreciar nada de lo que el Estado le aporta.

El Estado, tal como lo conocemos, no puede (no debe) ser  un obstáculo. El Estado moderno, occidental, que nació en Europa al calor de la revolución industrial iniciada en el siglo diecisiete, se formó con las revoluciones republicanas y democráticas de los siglos dieciocho y diecinueve y se consolidó después de las grandes guerras del siglo veinte, refleja la solución que eligió la gran parte de la humanidad, en esa etapa de su historia, para resolver problemas relativos a sus relaciones sociales y de producción.

Pero, el Estado es sin duda un concepto confuso. Según los especialistas, el principal problema es que la mayoría de las definiciones contienen dos niveles diferentes de análisis, el funcional y el institucional. Es decir, el estado puede ser definido en términos de lo que parece, institucionalmente, o de lo que hace, funcionalmente.” Lo que tradicionalmente predominó fue una visión mixta, pero en buena medida institucional, propuesta por Max Weber a comienzos del siglo pasado” [1].

En los últimos años diversas disciplinas e incluso instituciones han retomado el estudio de la problemática del estado, pero, centrando el análisis no en su condición de organización política sino como proveedor de políticas públicas. El aspecto orgánico, interno de las burocracias públicas no había despertado el interés de los especialistas en ciencias sociales hasta hace muy poco, cuando se reconoció de una manera general que el éxito o fracaso de una política depende en gran medida, del comportamiento de las organizaciones administrativas encargadas de su aplicación”[2].


 


[1] Mann Michael.- El Poder autónomo del estado, sus orígenes, mecanismos y resultados. Zona Abierta. 1991

[2] Mayntz Renate.- Burocracias públicas y ejecución de directrices políticas. -Rev. Internacional de Ciencias Sociales.- 1999 


Google
 
Web eumed.net

 

Volver al índice de  
Obstáculos y Palancas
para la capitalización y expansión
de la Pequeña y Mediana Empresa

Volver a "Libros Gratis de Economía"

Volver a la "Enciclopedia y Biblioteca de Economía EMVI"