MIGRACIONES INTERNACIONALES Y SUS EFECTOS REGIONALES EN MÉXICO














 

MIGRACIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN
Jorge Isauro Rionda Ramírez

 

MIGRACIONES INTERNACIONALES Y SUS EFECTOS REGIONALES EN MÉXICO

 

Ante la creciente migración internacional de trabajadores mexicanos a los Estados Unidos de América, efecto del agotamiento del esquema endogenista, como del término de esquemas de producción rígida por nuevos de corte más flexible, el tema de los trabajadores indocumentados se vuelve centro de atención en el programa de investigación social en México.

 

Su volumen es tal que su efecto regional es tema de interés. Sus impactos tanto en el seno familiar como en el ámbito comunitario, así como el efecto en los mercados locales por las remesas y su ausencia, implican temas de especial trascendencia en el desarrollo regional.

 

La migración internacional es un fenómeno diferenciado en México, sobre todo a nivel regional, puesto que existen áreas como la parte occidental del país que presentan este fenómeno de forma muy significativa. Esto se explica por varias razones como son: el nexo regional con las economías foráneas como los mercados locales, la vocación industrial, los móviles personales y familiares, lo situación de empleo y desempleo, el nivel remunetarivo, las oportunidades, la información, pero sobre todo los canales de migración previamente establecidos entre migrantes, sus lazos consanguineos y fraternales, y la seguridad y ventaja que implique la migración.

 

El nuevo régimen de apertura económica, pero en especial lo convenido en el TLCAN, son el componente vital de la atención que se debe dar al fenómeno migratorio en cuanto principales razones explicativas, así también del otro lado las reformas estadounidenses en materia de política migratoria, los ciclos económicos de ambas economías (estadounidense y mexicana) y su carácter de complementariedad, como recientemente se ha visto.

 

Gustavo López Castro y S. Zendejas proponen dos lados a considerar del problema migratorio: el de las remesas familiares y el efecto indirecto en la tecnología para economías agrícolas minifundistas. Hay que considerar también el efecto de las reformas a la propiedad agrícola contempladas en el artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, lo que explica que las pequeñas localidades, especialmente ejidales tiendan a desaparecer, así como explica en parte como las ciudades medias ahora adquieren mayor crecimiento. El efecto del TLC en los minifundios ahora pequeña propiedad, y la liberación de mano de obra antes encasillada en una relación de tipo ejidal que el enajenaba.

 

Reconsiderara además dentro del desarrollo regional los caminos del desarrollo rural propicio a la retensión de su población, o bien a reacomodos poblacionales más propincuos a la debida organización del territorio que sea garante del desarrollo social y económico.

 

Por otra parte, los estudios deben concebir la dimensión de las remesas y su beneficio macroeconómico, especialmente para una economía sedienta de divisas que aporten estabilidad económica.

 

Si hablamos del principal problema a la que se enfrenta la economía mexicana inevitable es entonces hablar del endeudamiento externo. La deuda externa para el cierre del 2005 llegó a 165.4 mil millones de dólares (MMD) y en el lapso del 2006 a alrededor de 167.

 

El México social conlleva un gran número de problemas a resolver. Una nación con abierto ascenso urbano, donde 2 terceras partes de su población viven en medios urbanos y el resto en el medio rural, la migración observa paulatinamente que pasa de ser una migración rural – urbano a urbano – urbano (cuadro 1).

 

Su crecimiento demográfico, aún atenuado recientemente según el conteo de población del 2005, aún no logra el objetivo del crecimiento 0, el cual se espera alcanzarlo en el 2020.

 

Cuadro 1

 

La tasa  de crecimiento demográfico por año al 2005 es menor al 1%, mientras que la tasa de desocupación nacional al mismo año es muy superior, de 3.6%, en especial la urbana de 4.7%. Esto explica en parte el nuevo patrón que observa el migración en México al pasar de ser una migración del campo a las ciudades a una interurbana, y verse acrecentados los últimos años la migración de trabajadores nacionales a la Unión Américana, 19 de cada 20 en calidad indocumentada.

 

La esperanza de vida al nacimiento del país presenta similitud a la de las naciones desarrolladas al ser en promedio (de la población indiferente al género), de 75.4 años. La tasa de fecundidad de 2.1 indica que se está próximo al ideal de 2.0164 con un ligero centesimal relativo a la mortalidad infantil de aproximadamente 164 defunciones por cada mil niños nacidos vivos.

 

Ante este espectro social, las promesas de los gobiernos neoliberales tradicionalmente han sido rotas por imponer intereses financieros internacionales a los de la economía real. Iniciemos por hablar del sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988 – 1994):

 

El Plan Nacional de Desarrollo 1989 – 1994 se formuló con base a los compromisos adquiridos con la renegociación del monto de la deuda externa debida a los Estados Unidos de Norteamérica. Atendiendo a dichos compromisos el objetivo de política económica era el logro de una economía sana, próspera, capaz de garantizar las bases materiales para el desarrollo del enorme potencial de los mexicanos. No obstante, la instrumentación de la política económica atendieron otros intereses ajenos tales como la apertura económica, la celebración del TLCAN, la estabilización de precios mediante una política cambiaria sobrevaluatoria, el abandono del Estado Mexicano en la rectoría económica y su fomento al desarrollo, un redimensionamiento del Estado a una expresión afín al laissez faire, laissez passer, la venta de paraestatales de forma masiva para contrarrestar el déficit financiero del sector público, y consecuentemente, la gradual pérdida del patrimonio nacional. Las reformas financieras para abrir los mercados bursátiles nacionales a la inversión extranjera neutra y la creciente dependencia del ahorro externo de la economía nacional. Todo ello traho el rompimiento de las cadenas productivas, desarticulación del aparato productivo nacional y la crisis financiera de 1994 (Calva, 2001).

 

La siguiente administración de Ernesto Zedillo Ponce de León (1994 – 2000) fundó su promesa de gobierno en las finanzas familiares. Nada que ver, a los 20 días de tomar el poder, políticas imprudentes en materia de cambio de precios en los productos de la canasta básica, fuera de pacto, desató expectativas de temor y la fuga abrupta de capitales causa un hundimiento de la economía real. A solo 20 días de la toma de poder se había perdido el sexenio y fueron precisamente las finanzas familiares las que más resintieron la crisis. El gobierno tuvo que contraer tanto la política fiscal como la política monetaria y la merma del salario real fue el fundamento de estabilización de precios, el desempleo se disparó.

 

El tránsito de la socialdemocracia de derecha moderada a la democracia cristiana ultraderechista del sexenio de Vicente Foz Quezada (2000 – 2006), trajo la suplencia de las políticas de estabilización a mediano plazo a cambio de las de crecimiento y generación de empleo. Las promesas volvieron a romperse.

 

En el cuadro 2 se presenta de 1995 a 2005 el PIB en pesos corrientes, el tipo de cambio y su expresión del PIB ante en dólares corrientes. Aunque no está descantada la inflación inercial adyacente para ambas economías, no obstante es interesante ver la evolución del PIB nacional.

 

La deflactación que se puede hacer de la devaluación del peso ante el dólar y la reexpresión contable del PIB en dólares, expresa aún incrementos sustanciales, lo que indica que el tipo cambiario se ha sobrevaluado de forma permanente y significativa. En materia de exportaciones no es un régimen cambiario adecuado no obstante, para la IED y las empresas maquiladoras, así como para el aparato productivo nacional implica un régimen propicio para importaciones de bienes de capital e intermedio baratas. Otro incentivo más de las administraciones neoliberales para captar mayores montos de IED, que explica que no obstante se tenga un déficit consistente de la cuenta corriente, las reservas internacionales vienen en aumento. Así como la tasa salarial entre ambas naciones se amplie.

 


 

Cuadro 2

 

La tasa salarial diferencial entre ambas naciones era la siguiente:

 

En 1964 es de 4 contra 1. Esto es, un estadounidense por la misma jornada de trabajo gana 4 veces más que un mexicano.

 

En 1994 es de 8 contra 1.

 

En 2004 es de 10 contra 1.

 

En 2006 es de 11 contra 1, y sigue ampliándose. Lo que explica que cada vez es más redituable y se capitaliza más el móvil de la migración de trabajadores mexicanos a la Unión Americana. El régimen sobrevaluatorio acentúa esto.

 

Regresando a los programas de desarrollo de las últimas 3 administraciones, cita Calva a Antonio Ortiz Mena al relatar el programa económico del periodo  1959 – 1964: “El mayor problema de la política económica … no consistía en establecer los objetivos sino  en encontrar la manera  de alcanzarlos”.

 

Por ello el programa de gobierno alternativo al neoliberal debe sentar sus bases en al forma en que pueda lograr sus promesas: qué hacer, para quienes, cómo y con qué. Procurando desde luego la sustentabilidad social, ecológica, social y cultural para los mexicanos.

 

Ante el modelo neoliberal se observa como existe un congelamiento del gasto del sector público de 1991 a 2005 (Véase gráfica 1 y el cuadro 3). En esta gráfica observe el gasto de capital y la evolución de las finanzas públicas respecto al PIB:

 


 

Gráfica 1


 

Cuadro 3

 


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