Influencia del neoliberalismo en la dialéctica del campesinado

Irma Lorena Acosta Reveles

 

TERCER CAPÍTULO

EL CAMPESINADO EN MÉXICO, 1982 - 2000

ÁMBITOS DE APLICACIÓN DE LA POLÍTICA NEOLIBERAL

 

A partir del sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado, se comienza a dar un giro en la política exterior, económica y social del país, con la finalidad de reconstruir -en condiciones diferentes a las imperantes hasta entonces- e institucionalizar sus lazos comerciales y financieros del país con la comunidad internacional.

El Estado, asumiendo nuevas funciones, distiende sus vínculos con los sectores populares –obreros y campesinos- y vuelca todo su esfuerzo a estimular por diferentes medios la participación de la iniciativa privada en los diferentes actividades económicas, incluso se van abriendo gradualmente espacios en aquellos rubros que permanecían reservados para sector público.

Y son ya dos décadas en que la estrategia ha consistido en inhibir el mercado interno para concentrar recursos y apoyos institucionales en los productos exportables, sometiendo al aparato productivo a un proceso de selección de las unidades económicas más competentes y a la marginación económica y social del resto. Entretanto se han sumado múltiples problemas a los que ya conformaban la crítica situación del campo.

Intentaremos enseguida sintetizar las acciones públicas destinadas a construir el entorno propicio para el crecimiento y respaldar el repunte del capitalismo global 1, a través de la reorientación productiva, destacando aquellas que han tenido un impacto decisivo en las unidades de producción de tipo campesino.

Desde la primera versión del programa de ajuste estructural (1982 a 1987), previo compromiso del gobierno mexicano con el Fondo Monetario Internacional de dar prioridad a los compromisos financieros externos, la actuación del Estado se ha venido modificando cualitativamente. La tendencia apunta a reducir su participación en términos de gestión y promoción económica, lo que se materializó primero en el recorte del presupuesto destinado a inversión y fomento productivo, y años más tarde en el desmantelamiento de las instituciones que estaban vinculadas a este propósito.

También ha retrocedido su participación en la esfera productiva y de prestación de servicios, con la privatización de empresas paraestatales y concesiones de bienes nacionales a la iniciativa privada para su aprovechamiento.

De acuerdo al discurso de la ideología neoliberal que se torna dominante en los ochentas, el Estado interventor por su excesivo gasto, era responsable del déficit presupuestal y bajos niveles de productividad en el país, al distorsionar al alterar las corrientes mercantiles naturales con subsidios a los precios de bienes y servicios, proteccionismo, y por sus desproporcionadas consideraciones con el sector laboral.

El recorte del presupuesto público se justificó entonces a partir de la necesidad de superar el estado deficitario de las finanzas públicas, que la recaudación fiscal no podía sostener y que había salido a la luz abruptamente al concluir la solvencia excepcional del país durante los setentas.

El aparato estatal asume por el contrario la responsabilidad de promover la reconversión de la estructura productiva nacional, particularmente del sector de la transformación y de los servicios; en este esquema el destino privilegiado de la producción es el mercado mundial y el agente del cambio por excelencia, el sector privado. Con crecientes inversiones y el impulso al sector exportador se esperaba revertir la tendencia negativa de la balanza comercial y de pagos .

La política monetaria restrictiva del circulante y el manejo del tipo de cambio, fueron concebidas para coadyuvar en la reorientación económica y apoyar el saneamiento de las finanzas públicas; ambas se han ido ajustando a las necesidades de control del índice inflacionario, hasta donde ha sido posible. No obstante, de 1982 y hasta 1987 la devaluación del peso y la escalada de precios parecían incontenibles, y el trafico comercial y financiero prácticamente se había dolarizado.

El segundo paquete de políticas de ajuste (1988 a 1993), precedido de negociaciones con el Banco Mundial, incluía el compromiso de los tres sectores sociales 2 de mantener sus respectivos ingresos, los precios, y un tipo de cambio fijo; y se lograron efectivamente importantes resultados en el control de la inflación y en las metas macroeconómicas de estabilidad y equilibrio presupuestal por unos años; también se tuvo éxito en la contracción del mercado interno.

En esta fase del ajuste se intensificó la política de apertura comercial iniciada en el sexenio previo con la adhesión de México al GATT (Acuerdo General de Aranceles y Comercio), suscribiendo nuevos acuerdos en materia de comercio exterior y a través de reformas al sistema tributario para fortalecer los ingresos públicos; también se apostó por la renovación de la planta industrial en base a una creciente transnacionalización.

Otro instrumento central del esquema económico que se promueve, ha sido la desregulación jurídica y administrativa; para hacer posible, atractiva y segura la llegada de capitales a nuestro país se ha estado modificando radicalmente el texto Constitucional y se han expedido un sinnúmero de leyes reglamentarias derogando las anteriores; como complemento se decretaron privilegios fiscales y facilidades administrativas, pero el instrumento clave en este propósito ha sido ajustar la baja el valor de la fuerza de trabajo.

En la última década se ha profundizado el patrón de crecimiento, y reiteradamente se confirma que existe la mejor disposición del gobierno mexicano para cumplir los compromisos de comercio y crediticios contraídos previamente con socios y acreedores internacionales, y para estrechar las relaciones con nuevos convenios. Las privatizaciones han trascendido a sectores estratégicos como la banca y la reestructuración del sistema financiero, las telecomunicaciones y transportes, el petróleo y el gas, justificado por razones de eficiencia y confiando en el mercado como mecanismo para la asignación eficiente de recursos.

Esta política económica diseñada para consolidar a los mejores de cada área y descartar a los incompetentes ha dejado un alto costo social en términos de crecimiento, empleo, ingresos, nivel de vida, y marginación, agravado por el hecho de que el Estado también dejó atrás el uso de mecanismos redistributivos del ingreso 3, y en su lugar, desde 1987 las políticas de ajuste se acompañan con programas sociales de combate a la pobreza extrema.


1. Lo que se ha dado en llamar comúnmente capitalismo global, alude por lo común a las modalidades que a partir de la últimas crisis del sistema asume la extracción de plusvalor y la articulación de los mercados regionales; y se ha abierto camino mediante los instrumentos neoliberales con el respaldo de las élites gobernantes de los Estados subdesarrollados, apoyado lo mismo en regímenes políticos representativos presuntamente democráticos, que en regímenes dictatoriales. En cualquier caso, su adopción ha sido resultado de presiones que tienen su origen en los centros de decisión supranacional y en sus intereses estratégicos.
2. Los pactos económicos fueron renovados por lo menos cada año desde 1987 y hasta 1994, con diferentes compromisos específicos, pero encaminados todos ellos a lograr el equilibrio macroeconómico, y principalmente el control de la inflación a través del mantenimiento del salario y de los bienes de consumo básico.
3. Como el gasto en educación, salud y vivienda, servicios públicos, etc.


Google
 
Web eumed.net

  Volver al índice de Influencia del neoliberalismo en la dialéctica del campesinado

Volver a "Libros Gratis de Economía"

Volver a la "Enciclopedia y Biblioteca de Economía EMVI"