Exasperada por los Sufrimientos
BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

 

URUGUAY UN DESTINO INCIERTO


Jorge Otero Menéndez

 

 

Esta página muestra parte del texto pero sin formato.

Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (486 páginas, 2.04 Mb) pulsando aquí

 

 

 

 

“Exasperada por los Sufrimientos”

Un mes y medio después, el 4 de setiembre de 1890, el mismo jefe de misión observaba: “La situación política se resiente de la intensidad de la crisis monetaria la cual no dejó de acentuarse, durante el curso del mes pasado, al punto que la cotización del oro se elevó hasta la tasa del 150%.

Sin darse cuenta que no existen fórmulas concretas con la virtud de hacer desaparecer, como por encanto, los males que trae consigo toda perturbación económica, la masa de la población, exasperada por los sufrimientos que soporta desde hace tres meses, terminó por acusar decididamente al Gobierno de abandono y por incriminarlo por no haber sabido improvisar remedios de efecto instantáneo, apropiados a la gravedad de la circunstancia.

El descontento general tomó de esa manera manifiestamente proporciones cada vez más señaladas; y el 17 y 18 de agosto, comenzaron a circular vagos rumores de intrigas subversivas y veleidades revolucionarias. Según estos rumores la coalición de partidos hostiles al Dr. J. Herrera y Obes se agitaba y se organizaba secretamente en vista de derrocar el Gobierno con la ayuda de un movimiento militar, antes de la próxima elección de noviembre para la renovación de las Cámaras.

(.....)

Con toda la enérgica audacia de su temperamento de jugador acostumbrado a arriesgar el todo por el todo, el Dr. J. Herrera y Obes procedió, a partir del 19 de agosto, mediante el uso de su sola autoridad y sin siquiera haber informado al Ministro de Guerra, a la destitución y al reemplazo inmediato de los tres Coroneles comandantes de la fortaleza del Cerro y los dos batallones de artillería emplazados en la ciudad.

Perentoriamente obligado a refrendar los decretos de nombramiento de los nuevos Jefes de Cuerpo, el Ministro de Guerra, General (José) Villar[i], protegido del General (Máximo) Tajes, renunció en el momento y fue reemplazado por un Coronel (Pedro) Callorda[ii] ascendido, para esta ocasión, al grado de General ....

Todo una serie de destituciones, designaciones y promociones sucedieron luego a estas primeras medidas, y, en menos de tres días, el Dr. Herrera y Obes, afirmando su autoridad mediante esta especie de golpe de Estado legal, logró librarse de la aparente deferencia a la cual, tomando posesión del poder, consideró prudente resignarse como consideración ante un predecesor al cual le debía la elección como Presidente.

Nos preguntamos, y sería interesante saber qué es lo que piensa éste último, y lo que hará luego. El General Tajes es un silencioso cuya inmutable costumbre es no hablar más que para, cuando no puede hacer otra cosa, dar órdenes o para disfrazar sus ideas. “Creí necesario actuar como lo hice”, le habría dicho el Dr. J. Herrera y Obes, al finalizar una entrevista que tuvieron en el momento mismo del acontecimiento “ y supongo, General, que será el primero en aprobarme”. “Sin reserva”, habría lacónicamente respondido el General quien, despidiéndose con esas palabras, se retiró con el semblante más satisfecho del mundo.

En cuanto a la oposición, sorprendida por la prontitud con la cual se llevaron a cabo las cosas, se limitó a señalarle a la opinión pública, como hechos poco plausibles de inspirar confianza, los antecedentes de la mayoría de los nuevos Comandantes puestos al mando de las tropas y que se puede, a justo título, reprochar al Presidente de haber elegido entre oficiales dejados de lado luego de la caída del dictador Santos por haber representado el odioso papel de cómplices e instrumentos de su tiranía[iii].

(....)

El Doctor (Carlos María) Pena[iv], Ministro de Hacienda, concluyó en la absoluta necesidad de liquidación del banco Nacional y propuso transformar su emisión en deuda amortizable con un interés de 8% y 3% de amortización anuales: diversas medidas accesorias completaban un plan de reforma y de reorganización financiera que el Presidente no quiso someter al análisis del Consejo de Ministros, prefiriendo aplazar la consideración hasta tanto no tenga la certeza de la imposibilidad de contratar en el extranjero un nuevo préstamo con el cual se podría evitar esa liquidación proveyendo al banco los medios para recuperar la conversión.

Tan completo desacuerdo de puntos de vista con el Dr. Herrera y Obes llevó al Doctor Pena a renunciar a la cartera de Hacienda.

Su sucesor, el Sr. Alcides Montero[v], es un hábil especulador quien, a pesar de haber servido en varias oportunidades de testaferro para operaciones bursátiles hechas por cuenta del Presidente, no deja sin embargo de gozar de una reputación de relativa honorabilidad.”[vi]

[i] José Villar (1848-1903) tuvo una larga carrera militar siendo uno de los jefes gubernamentales cuando Quebracho. Herrera y Obes lo nombró ministro de Guerra a indicación del general Tajes, a quien consultó a esos efectos.  Fue el jefe del Ejército del Norte derrotado en la batalla de Tres Arboles (17 de marzo de 1897) pero el triunfador en la de Cerros Blancos (14 de mayo de 1897).  

[ii] Pedro Callorda (1848-1912) luchó en la Guerra del Paraguay y apoyó decididamente el levantamiento del 15 de enero de 1875. Siendo derrotado por las fuerzas de la Revolución Tricolor, pasó a una suerte de desgracia profesional y política cuando el régimen de Latorre lo nombró comisario de la Aguada. Santos lo reivindica, ofreciéndole diversos ascensos hasta convertirlo en coronel, y su edecán. Posteriormente Tajes lo mantiene en un puesto con mando efectivo. En ésta situación se encuentra cuando su designación como ministro de Guerra, en sustitución del general José Villar quien renunció por no firmar las destituciones militares propuestas por Herrera y Obes. Si bien Callorda renuncia en febrero de 1892, Cuestas lo nombra nuevamente como ministro de Guerra. En la guerra civil de 1904 es comandante militar en Florida bajo las órdenes del general Justino Muñiz. 

[iii] No obstante ello, es de recordar que cuando Herrera y Obes entrega el mando presidencial el 1 de marzo de 1894 al presidente del Senado Duncan Stewart, quien asumió interinamente la Primera Magistratura, observa Eduardo Acevedo: “Todos los batallones de la guarnición de Montevideo estaban formados en la plaza Constitución y a lo largo de la calle Sarandí, bajo el mando del general Miguel A. Navajas y del jefe del Estado Mayor, general Casimiro García, dos de los comandantes de batallón que habían encabezado el motín militar del 15 de enero de 1875...” (el articulado y liderado por el coronel Latorre). 

[iv] Carlos María de Pena (1852-1918) destacado hombre público ocupó diversos cargos de importancia siendo un reconocido docente universitario - catedrático de derecho administrativo y economía política - y un referente en temas jurídicos.

Falleció siendo embajador en los EE.UU, cargo en el que fue designado en 1911. 

[v] Alcides Montero formó en las filas del santismo como diputado y luego como senador por Paysandú.

Fue de las primeras personas en ser conectados por Emilio Reus para la formación del Banco Nacional de cuyo primer Directorio formó parte.

Habiendo asumido el 20 de agosto de 1890 la cartera de Hacienda debió renunciar en medio de profundas críticas y graves denuncias de su gestión, el 2 de marzo de 1891.

Fue diputado por Colonia en 1891 y senador por Flores en 1892. Colectivista decidido se opuso como diputado al golpe de Estado de Cuestas siendo entonces diputado por Flores. 

[vi] Documento 9 del testimonio francés. Op. cit.

Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles
Enciclopedia Virtual
Economistas Diccionarios Presentaciones multimedia y vídeos Manual Economía
Biblioteca Virtual
Libros Gratis Tesis Doctorales Textos de autores clásicos y grandes economistas
Revistas
Contribuciones a la Economía, Revista Académica Virtual
Contribuciones a las Ciencias Sociales
Observatorio de la Economía Latinoamericana
Revista Caribeña de las Ciencias Sociales
Revista Atlante. Cuadernos de Educación
Otras revistas

Servicios
Publicar sus textos Tienda virtual del grupo Eumednet Congresos Académicos - Inscripción - Solicitar Actas - Organizar un Simposio Crear una revista Novedades - Suscribirse al Boletín de Novedades