Julio Mario Orozco Africano
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2.14. EL PROBLEMA DE PROVISIÓN DE SERVICIOS
La provisión de servicios de salud en Colombia se realiza en dos ámbitos: el colectivo y el individual. Las atenciones colectivas están a cargo del Plan de Atención Básica (PAB) el cual consiste en un paquete de atenciones dirigidas a la promoción de la salud, la realización de acciones de protección inespecífica tales como la vigilancia epidemiológica, el saneamiento ambiental y campañas masivas de prevención de enfermedades de interés en salud pública. Este plan de beneficios gratuito y universal está a cargo de las direcciones territoriales de salud y se financia con recursos de transferencias de la Nación a los departamentos, distritos y municipios (Sistema General de Participación para salud pública).
Las atenciones individuales están a cargo de las entidades aseguradoras a través de paquetes obligatorios como el POS contributivo y el POS subsidiado.
Pudiéramos resaltar los siguientes cuatro aspectos críticos de la provisión de servicios de salud:
1. Crisis de los hospitales públicos de nivel 2 y 3
2. Proliferación de IPS privadas de nivel 1
3. Oferta de servicios desequilibrada en muchas ciudades
4. Atención de pobres no asegurados
2.14.1. Crisis de hospitales públicos
Se trata de un fenómeno multicausal que viene exacerbándose con la implementación del Sistema General de Seguridad Social en Salud. Trataré de identificar las principales causas.
Lo primero es aclarar que la crisis no se le puede imputar en su totalidad a la expedición de la ley 100. Partiendo del análisis del capítulo 1, el numeral 1.1.1. explica cómo se construyen hospitales de tercer nivel con recursos del Fondo Nacional Hospitalario hacia el decenio de los setentas. Estas enormes molas requerían de una buena medida de recursos tan sólo para el mantenimiento de la infraestructura física, por lo que el gobierno expide la medida obligatoria de destinar cada año por lo menos el 5% de los presupuestos hospitalarios para su mantenimiento. Tal medida no fue aplicada de manera juiciosa por lo que los hospitales se empezaron a deteriorar ante la indolente mirada de las clases dirigentes.
A este fenómeno debemos añadirle las negociaciones irresponsables de convenciones colectivas que otorgaron beneficios insostenibles a los trabajadores hasta llegar a la alarmante cifra de 27,9 salarios al año por cada trabajador.
Por otro lado, no debemos subestimar el problema de corrupción por parte de usuarios, trabajadores y directivos de hospitales que conllevó a la merma paulatina de los equipos médicos, los suministros y dotación hospitalaria y hasta la misma comida de los pacientes.
A este fenómeno debemos sumar la “politiquería” que conduce a burocratización innecesaria desde las mismas Direcciones Seccionales de Salud. Para la muestra baste un botón: el tristemente célebre Hospital Universitario de Cartagena, que fue el primero de los Hospitales Universitarios en cerrarse, llegó a tener 800 trabajadores de planta y 200 supernumerarios, cuando bien pudo haber funcionado con 500 personas.
Todos estos problemas ya existían antes de la expedición de la Ley 100 de 1993; sin embargo, con el cambio de modelo de subsidiar la oferta a subsidiar la demanda, esta crisis latente se hizo evidente. La velocidad de transformación de recursos de oferta a demanda superó la de los hospitales para realizar los ajustes institucionales necesarios para subsistir a expensas de la facturación de servicios, lo que llevó a una mengua progresiva de recursos durante el régimen de transición de la ley y a la consecuente parálisis de muchos servicios.
2.14.2. Proliferación de IPS privadas de primer nivel
Otro fenómeno que agrava la crisis es el de la creación indiscriminada de Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud de primer nivel de complejidad por parte de la clase política que vio en el Régimen Subsidiado de Salud una oportunidad de contratación a través la creación de improvisadas entidades que compiten con los Hospitales Locales y centros de salud del estado.
2.14.3. Desequilibrio entre oferta y demanda de los servicios
La creación de nuevas IPS no ha obedecido a la iniciativa planificada del Estado sino al interés particular de hacer empresa. Las deficiencias de la red pública de prestadores ha sido interpretada por el sector privado como oportunidades de creación de negocios que satisfagan la demanda de servicios. Por otro lado, la integración vertical, es decir la posibilidad de que los aseguradores cuenten con IPS propias, ha generado un fenómeno de sobre oferta de servicios en algunas ciudades y carencia en otras.
2.14.4. La atención de los pobres no asegurados
La atención de los pobres no asegurados, antes llamados vinculados al sistema, se dificulta por los tres problemas anteriormente descritos. Además, el acceso a los servicios para esta población se dificulta por la falta de información sobre los mecanismos para acceder a la atención, la terminación de los presupuestos por un fenómeno de sobrefacturación por parte de los prestadores debido a que las direcciones territoriales de salud no pagan de manera oportuna.
A esto debemos sumar la falta de precisión de los contenidos de los planes de beneficios; de hecho, no existe un plan de beneficios para los vinculados y la situación se empeora para las atenciones no contenidas en el POSS de los afiliados al Régimen Subsidiado de Salud.