Monedas Extranjeras
BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

 

LO QUE LOS POBRES QUIEREN SABER

José Manuel Fernández Núñez

 

 

 

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Monedas Extranjeras

La estrategia ante las monedas extranjeras es la clave en el progreso de los países.

No es común encontrar un país totalmente autónomo, que no necesite de otros productos provenientes de algún país extranjero.

Muchos países no tienen petróleo y deben comprarlo en el extranjero; otros países necesitan productos agrícolas que deben comprarlo en otros países.

En la actualidad existe la tendencia de usar el dólar u otra moneda fuerte para el comercio internacional.

Dos países pueden llegar a acuerdos que por medio de un sistema nacional e internacional de registro de cuentas activen una moneda electrónica común.

De esta forma se liberan de la búsqueda de dólares o euros y pueden negociar entre sí con su misma moneda.

Es importante que los países puedan negociar según se necesiten unos a otros en forma directa con sus propias monedas.

Para hacer circular esta misma moneda electrónica entre ambos países para su comercio internacional, primero se equilibra el comercio interno con la posibilidad de erogar dinero con respaldo en este comercio internacional. Claro está que se debe activar un proceso de desmonetización basado en el consumo de los materiales o servicios medidos entre ambos países. Es un éxito garantizado, EMP entre países, de cuenta a cuenta y con dinero electrónico.

Esto implica que según se consume el producto extranjero el gobierno desmonetiza su equivalente en pesos nacionales. Esto sirve de respaldo a la emisión de dinero nuevo de los dos bancos centrales que deben hacerlo mediante consulta entre ambos.

En el país proveedor se emite dinero nuevo por el monto de lo vendido. En el país consumidor se desmonetiza dinero por el monto de lo cobrado a los consumidores del producto extranjero.

Se establece una tasa de cambio que van regulando entre ambos Bancos Centrales de los dos países.

El siguiente paso es que los nacionales (personas e instituciones) de ambos países pueden viajar y/o comercializar entre ellos con la misma moneda de su país e idealmente por medio de una moneda convertible, o mucho mejor por medio de la tarjeta internacional del Sistema EMP que maneja esa moneda.

Si se crea esta tercera moneda creada entre ambos países habría consecuencias muy positivas.

Dentro de todo algo que debemos tener muy claro es que ningún país del mundo que quiera progresar y dar paz a sus ciudadanos puede dejar crear un mercado de monedas extranjeras y mucho menos dejarlo en libertad total. Debe controlar la posesión y su circulación, esto NO es prohibir, es controlar.

Debe haber restricciones para el uso de papel moneda extranjero. Todo el dinero que se usa debe ser estrictamente electrónico, para esto está el uso de los comprobantes que apoyan las transacciones electrónicas de los ciudadanos.

El uso de créditos es muy restringido porque todo ciudadano tiene empleo y es solvente, por ello habrá una tendencia a usar su capacidad de débito.

Debemos tender a anular el uso de dinero en papel. El uso de dinero en papel está orientado a los pagos en el extranjero. Por ello quien tiene pesos nacionales deberá reportarlos al Banco Central por medio de su Banco, de forma que se anote o bien se convierta electrónicamente.

Esto es válido también para las monedas extranjeras. Los nacionales que viajan recibirán la facultad del uso de moneda extranjera por medio de los servicios financieros de la nación ante otras naciones.

Proponemos usar tazas para cada país, de forma que no se conviertan a dólares o euros los pagos internacionales sino que se manejan directamente de gobierno a gobierno y entre las dos monedas internacionales unido esto a la estrategia de balanza cero.

El objetivo primordial del Proyecto Cuarta Vía, es entonces poner al alcance de todos el ejercicio de la actividad comercial y empresarial, re-orientando la circulación de capital en monedas fuertes hacia el interior del país, haciendo popular el bienestar, haciendo posible que se pueda ser pobre en paz y rico por medio del trabajo inteligente y digno.

Gestionar oportunidades debería ser una ocupación permanente de los gobiernos. Conseguirle la oportunidad de trabajar, de estudiar, de crecer, de abastecerse, de tantas cosas, todo eso es progreso, PERO en la actualidad solo se hace para provecho propio.

¿Quién anda a caso detrás de una oportunidad para otro?; Quizá una madre, un padre o un hermano, o una novia, novio, amigo, amiga, etc. Esto mismo nos indica lo importante que es el amor, la caridad, la sensibilidad, la solidaridad, que solo quien tiene esos sentimientos y virtudes puede hacer algo valioso por los demás aun siendo desconocidos.

Mas bien es común ver que alguien que consigue una oportunidad sea envidiado, obstaculizado, e incluso atacado. Todo por el gran egoísmo que llevamos en nuestro corazón.

Instalamos una red de agencias en todas las localidades, con el objetivo principal de detectar y aprovechar las oportunidades de desarrollo y publicitarlas y organizar su distribución y aprovechamiento.

Una oportunidad es a veces todo lo que necesitamos para darle sentido a nuestra vida, es algo tan importante que convierte en una prueba espiritual el contacto con ella.

La función de las agencias estatales de gestión y colaboración en la oportunidad es detectar toda clase de ventaja o circunstancia propicia y viable, para beneficio de alguien, por ejemplo:

1. Un nuevo mercado para quienes quieran vender o fabricar.

2. Un entrenador especial para quienes quieran aprender.

3. Un objeto importante para alguien genérico en especial como por ejemplo; abogados, etc.

4. Una maquinaria, un libro, una persona dispuesta a un servicio, etc.

5. Un recurso natural viable legal y éticamente.

6. Un empleo, o función productiva.

7. Una oportunidad moral o de realización personal, espiritual, social, etc.

En verdad, la función es facilitar felicidad y recursos orientando al ciudadano en su transito por las instituciones públicas y privadas asegurándose su éxito, sin distinción de partidos políticos, ni discriminaciones absurdas.

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