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TIPOLOGIA DE IMPACTOS NEGATIVOS QUE GENERA LA SALMONICULTURA

USO Y DISPONIBILIDAD DEL BORDE COSTERO




Los principales problemas de la zona costera son la calidad del agua, las amenazas a la biodiversidad y los conflictos de intereses que se generan entre los distintos usuarios. Los impactos de la industria en la zona costera son la alteración de la calidad de cuerpos de agua, alteración de ecosistemas, de sus hábitats y de la estructura de sus comunidades.

El territorio chileno posee alrededor de 3.000 Km de costa de norte a sur, y sumando las islas del archipiélago patagónico, supera los 30.000 Km de línea costera. El borde costero o zona costera se define como la franja del territorio que comprende los terrenos de playas fiscales situados en el litoral, la playa, las bahías, golfos, estrechos y canales interiores, y el mar territorial de la República, los que se encuentran sujetos al control, fiscalización y supervigilancia del Ministerio de Defensa Nacional y de la Subsecretaría de Marina. Este espacio territorial es requerido para variados usos por los diferentes entes y actividades que se desarrollan en el país, y es además un espacio vital para el desarrollo social, económico, histórico y cultural chileno.

El espacio limitado del borde costero está influenciado tanto por los procesos naturales como por los procesos antrópicos que ocurren; así, los efectos antrópicos sobre los ecosistemas provenientes de las distintas actividades del desarrollo producen alteraciones que en algunos casos pueden ser irreversibles. Los daños que suelen ocasionarse en el borde costero pueden, incluso, llegar a comprometer el desarrollo económico y social de toda una región si no se considera el factor ambiental en la utilización de los recursos naturales.

Chile en su zona costera presenta una singular realidad demográfica. Posee concentraciones poblacionales en el centro del país y poblaciones costeras en los dos extremos. De tal manera que en la Primera, Segunda, Tercera y Cuarta Región por el norte y en la Décima, Undécima y Duodécima por el sur, casi el 100% de la población es costera. Más de la mitad de la población nacional (alrededor de siete millones de personas) viven en la costa, pero de este porcentaje, la mayoría se concentra en los extremos del país. (Alvial y Orellana, 1996).

Debido al sistema de libre mercado que opera en el país, el uso de los recursos costeros sólo ha sido regulado en base a cuotas de extracción y captura de especies hidrobiológicas de acuerdo a sus propias características y densidades poblacionales. Sin embargo, el uso del borde costero y de sus recursos no ha sido considerado desde un punto de vista integral.

Existe una preocupación creciente de la comunidad en relación con la utilización de la zona costera. De hecho, en el último tiempo esta preocupación se ha traducido en una serie de trabajos e investigaciones, así como en el desarrollo de encuestas para determinar cuales serían los asuntos más urgentes que afectan el uso del borde costero.

Las investigaciones coinciden en que el primer problema de la zona costera, y el más urgente de solucionar, tiene que ver con la calidad del agua, lo que en otras palabras significa reconocer las áreas afectadas por la contaminación; el segundo se refiere a las amenazas a la biodiversidad y, el tercero, a la multiplicación de conflictos que se generan entre distintos usuarios, en particular, la Industria del Transporte Marítimo, la Industria del Turismo y la Industria de la Acuicultura, incluida la salmonicultura.

Esta situación se ha traducido en conflictos de intereses entre distintas actividades productivas que usufructúan del borde costero, como por ejemplo, la industria del salmón, el turismo y el cabotaje. Recientemente, en la localidad de Puerto Montt se produjo un conflicto entre algunas industrias salmoneras de la zona y la posible instalación de un puerto en sus cercanías. Esta situación refleja la carencia de una plan de manejo integral del borde costero, el que está siendo utilizado en base a la demanda existente por distintos sectores.

Por ello es necesario implementar una política ambiental a través de un plan multisectorial, que armonice el uso del borde costero entre los distintos usuarios. Todo esto sobre la base del desarrollo sustentable y de una estrategia de investigación científica y tecnológica orientada a la conservación del capital natural y de los diferentes ecosistemas biológicos, debido al carácter fundamental que tienen para el desarrollo de la sociedad humana presente y futura.