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TIPOLOGIA DE IMPACTOS NEGATIVOS QUE GENERA LA SALMONICULTURA


ALIMENTACIÓN


La alimentación de los salmones causa problemas de contaminación en el agua de las balsas jaula y de los cuerpos de agua que las contienen, aumentando la presencia de nutrientes en el agua. Por otro lado, el escape de salmonídeos desde los centros de cultivo, sumado a la ingesta de antibióticos, pueden provocar una transferencia masiva de fármacos a la población nativa con consecuencias inciertas (Claude et. al., 2000)

Los desechos van desde diversos tipos de plásticos y estructuras metálicas, hasta alimento no ingerido, productos de excreción, materias fecales, químicos, microorganismos, parásitos y animales asilvestrados. Del total del alimento suministrado para la producción de salmones cerca de un 25% de los nutrientes son asimilados por éstos, mientras que un 75% a 80% queda en el ambiente de una forma u otra (Buschmann, 2001).

Los nutrientes en los alimentos de los peces exceden los requerimientos de los peces cultivados, y si bien normalmente los ambientes acuáticos pueden metabolizar estos residuos orgánicos y reciclar nutrientes con un aumento proporcional de la productividad biológica, como resultado se produce un agotamiento del oxígeno en el agua, un excesivo florecimiento de algas y una acumulación de sedimentos anóxicos y sulfurosos entre las balsas jaula o en el fondo de los estanques, los cuales son finalmente transportados a los ríos o mares que las contienen. La cantidad de nutrientes que produce una tonelada de peces en cultivo es de cerca de 9,5 kilogramos de fósforo y 78 de nitrógeno. Para calcular los costos ambientales de la industria acuícola chilena se requiere información de los costos que tienen los tratamientos de desecho, sin embargo, este tipo de información no existe en Chile. Buschmann y Pizarro (2001) han utilizado los costos de eliminación que tiene Suecia para realizar el análisis. En este país el costo para eliminar un kilogramo de nitrógeno de un volumen de agua varía entre U$6,4 y U$ 12,8 por kilo de este compuesto y, para el cado del fósforo entre U$ 2,6 y U$ 3,8 por kilo. Ahora si consideramos que el valor del kilo del salmón oscila entre los U$ 3 y U$ 3,5 el kilogramo, los precios para la producción de un kilo de salmón aumentarían entre un 15 a un 57% dependiendo del contenido de nitrógeno y fósforo en el alimento administrado. Esto nos llega a concluir que si la industria chilena no es capaz de utilizar alimentos de calidad apropiada no será capaz de cubrir los costos ambientales.

Efectos de introducción de alimento al ecosistema

Ya sea producido por los nutrientes provenientes de los mismos cultivos o por otros recursos, el crecimiento de las algas puede dañar las operaciones de producción de salmón de diferentes maneras. Primero, el crecimiento de algas puede desoxigenar las aguas en las cuales respiran los salmones y otros animales, lo cual también puede ocurrir cuando las algas mueren y se descomponen. Segundo, algunas concentraciones de ciertos tipos de algas pueden producir una mucosidad que cubre las agallas de los salmones, lo cual causa infecciones, hemorragias en las agallas y sofocación entre los peces. El excedente de nutrientes aportado al ambiente puede ser causante de eutroficación. En este sentido, el mayor impacto y el más difícil de controlar es aquel causado por balsas jaulas flotantes, tanto en lagos como en el mar. Si bien es posible estimar con bastante precisión los aportes totales de nitrógeno y fósforo (principales gatillantes de eutroficación) al ambiente una vez conocida la producción, los factores de conversión y el contenido de P y N del alimento, no es posible precisar cuál es el destino de estos nutrientes. Se sabe que una proporción importante podría quedar bajo las jaulas mismas, dependiendo de las condiciones morfológicas y de corrientes del sitio, pero una parte considerable también es reciclada directamente en la columna de agua. (Buschmann, López y Medina, 1993).

Es por ello que se hace necesario estudiar y registrar las tendencias temporales y espaciales de algunas variables indicadoras del estatus trófico de los cuerpos de agua; en otras palabras, la disponibilidad de nutrientes y su aprovechamiento biológico. En el mar es recomendable mantener un seguimiento de al menos dos veces por año de variables en la columna de agua, que más que detectar efectos de la salmonicultura, permiten evaluar la situación ambiental para los salmones y la prevención de florecimientos, entre otros, y evaluar así las variables del fondo. Las áreas de mayor carga de salmones y que podrían presentar situaciones más sensibles en el mar son el Estuario de Reloncaví, áreas de Puerto Montt, Calbuco y Quellón, en la X Región, y el área de Puerto Cisnes en la XI Región. En agua dulce, los lagos de mayor relevancia en este sentido serían el Lago Llanquihue y algunos lagos de Chiloé.