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De eso se trata

De no pensar, de asumir la “verdad” neoliberal como un hecho natural, absoluto, incontrastable, definitivo, e irreversible.
El libre mercado, la globalización, la desregulación, la privatización, la despolitización, el fin de los estados-nación, son hechos naturales. Nada se puede hacer. Además, nada se “debe” hacer –por si acaso!-.
Esa “verdad absoluta”, en medio de sus lemas, fetiches y dogmas, arrastra unos resultados manifiestos, innegables, inocultables, imposibles de callar, que ya no pueden retractarse…Por sólo citar algunos:
La concentración de la riqueza, la corrupción, la especulación, el paro, la inequidad, la exclusión, la pobreza, la droga, el alcoholismo, la delincuencia, la amenaza medioambiental, la mayor volatilidad, la mayor incertidumbre, la mayor inquietud, el aumento de la conducta antisocial, la decadencia familiar, el descenso del capital social, el debilitamiento general de la ética del trabajo, el interés cada vez menor por el estudio y la actividad intelectual, el crepúsculo de la piedad, el estado de melancolía económico, la deflación competitiva, la financierización de la economía, el capitalismo salvaje, la clase económica ecológica, la occidentoxicación, la rescisión del contrato social, la dualización, la polarización, el nuevo ejército en la reserva, el miedo, el lumpen proletariat, el trabajador a cero hora, la adaptación hacia abajo, la vulnerabilidad que tetaniza a la sociedad, la complicidad de los poderes fácticos con el crimen organizado, la complicidad de los poderes fácticos con el tráfico de drogas, la complicidad de los poderes fácticos con el tráfico de armas, la complicidad de los poderes fácticos con el blanqueo de dinero, la complicidad de los poderes fácticos con los paraísos fiscales, la complicidad del poder político con los poderes fácticos y el crimen organizado, el debilitamiento progresivo de la autoridad gubernamental, la politización de la justicia, la patrimonialización del estado, las carencias de la sanidad pública, la desprotección social, la inseguridad ciudadana, la limitación de los resguardos sanitarios de los productos, la destrucción de los sistemas de control de la economía, el tráfico de influencias, el uso de información privilegiada,…

Todos estos efectos (colaterales?) los causa la globalización? No, muchos son viejos; están implícitos en el capitalismo. Son consecuencia del imperio del mercado. Lo que ocurre es que la globalización potencia los efectos, expande los daños, y universaliza los problemas (aunque no, los beneficios).
Con esas causas y efectos, podemos hablar del “fin de la historia”?; o mejor, del “fracaso” del mercado?
A la gran mayoría le queda una última función importante que cumplir: la de consumidores.
Consumir es nuestro último recurso. Nuestra última utilidad.
La devaluación del mundo humano aumenta en relación directa con el aumento del mundo de las cosas.
Crisis de civilización y crisis del sujeto.
Un proceso de sustitución de las víctimas del progreso.
Reina un vacío total de significaciones.
En lugar de sujetos autónomos, sólo hay situaciones efímeras y en lugar de un espacio no hay sino percepciones dominantes.