¿Buscas otro libro?
Buscalo aquí:
Amazon Logo





 

 

Pulse aquí para acceder al índice general del libro.

Pulse aquí para bajarse el libro completo en formato DOC comprimido ZIP (95 páginas, 237 Kb)

AGUA QUE NO HAS DE BEBER...
60 respuestas al Plan Hidrológico Nacional


José María Franquet Bernis

 

 

PRIMERA PARTE: EL AGUA

19. ¿Es interesante la creación o ampliación de los regadíos?

Éste, también, es un factor importantísimo de la planificación territorial. La utilización agrícola del agua resulta fácil en explotaciones agropecuarias que sean rentables dentro de las características climatológicas y de latitud del país que ocupen, y que no se pretendan forzar cultivos de elevadas necesidades hídricas que, en otros territorios, puedan conseguirse con mayor facilidad por sus condiciones edafológicas, pluviométricas y térmicas. Se deben escoger cuidadosamente cuáles son las aplicaciones agrícolas o ganaderas que se han de implantar o favorecer en el territorio para hacerlas verdaderamente interesantes a la sociedad que sustentan; no es suficiente con crear indiscriminadamente nuevas áreas de regadío al objeto de conseguir una dudosa rentabilidad agrícola que nos permita entrar en competencia comercial -frecuentemente desventajosa- con el resto del mercado europeo o mundial.

También en el caso del Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro las dotaciones previstas resultan excesivas, habida cuenta de la perentoriedad de abandonar los sistemas tradicionales de riego por gravedad (a "manta", por surcos, ...) en aras a la implantación de sistemas a presión localizados de media y alta frecuencia (microaspersión, exudación, goteo...), que exigen menores consumos hídricos y proporcionan una mayor eficiencia global (transporte, distribución y aplicación).

En este Plan Hidrológico, que tendremos ocasión de comentar específicamente en la última parte de nuestro libro, con una eficiencia global de riego del sistema de 0'6 (60% de aprovechamiento efectivo del agua por los vegetales), se contemplan dotaciones medias que oscilan, según comarcas y cultivos, alrededor de los 8.100 m3/ha y año, que podrían verse perfectamente reducidas a 4.000-5.000 m3/ha y año de emplearse los modernos métodos de irrigación antedichos. Y todo ello sin entrar en consideración respecto a la desorbitada superficie cuya puesta en regadío se prevé llevar a efecto.


Google
 
Web eumed.net

 

Volver al índice de AGUA QUE NO HAS DE BEBER...  

Volver a "Libros Gratis de Economía"

Volver a la "Enciclopedia y Biblioteca de Economía EMVI"