AGUA QUE NO HAS DE BEBER...
60 respuestas al Plan Hidrológico Nacional

José María Franquet Bernis

 

 

PRIMERA PARTE: EL AGUA

16. ¿Es importante el consumo de agua doméstica?

Resulta evidente que la existencia y disponibilidad de caudales suficientes de agua marcan unas claras expectativas de crecimiento y ampliación del territorio urbano. Planificar estos caudales significa tener en cuenta el crecimiento de la población, tanto en lo que se refiere al crecimiento vegetativo como al saldo migratorio. Es decir, tener en cuenta las nuevas implantaciones de gentes que acuden de cualquier lugar para situarse en las proximidades de los núcleos urbanos de mayor entidad, en las áreas metropolitanas y en las grandes conurbaciones que se dan alrededor de muchas de las capitales. Este fenómeno se agrava hasta extremos dramáticos en el denominado “tercer mundo”.

También se ha de tener en cuenta el crecimiento de las necesidades a tenor del incremento del confort y de la calidad de vida que exige la población (en este sentido, en las reglamentaciones vigentes acerca de abastecimientos y saneamientos de poblaciones, suele considerarse una tasa de aumento anual acumulativo del 2%). Evidentemente, no se consume la misma cantidad de agua en la actual unidad familiar por disponer en el hogar de un completo equipo de electrodomésticos y servicios (baños, duchas, lavadoras, riego del jardín, lavavajillas...), y habiéndose aumentado los hábitos de limpieza e higiene personal, que la que se consumía, por ejemplo, hace un siglo y, por tanto, estos tipos de demanda van progresivamente en aumento.

Todos estos factores se han de tener en cuenta y deben considerarse cuando se planifica la ocupación del territorio y cuando se plantea la necesidad de contar con unos volúmenes de agua que han de abastecer un determinado territorio urbano.

	Web eumed.net

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