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Contextos del desarrollo regional en México


Dr. Jorge Isauro Rionda Ramírez (CV)

 

7. CONCLUSIONES

 

El desarrollo regional debe inscribirse necesariamente dentro de la lógica de la dinámica capitalista posfordista, y para el caso de México, como parte del capitalismo periférico y dependiente.

 

Las aristas a considerar dentro de la disciplina son cuatro:

 

La microeconómica que abarca las iniciativas locales, la pequeñas y microempresas y las potencialidades locales que coadyuven al desarrollo, como agentes del mismo.

 

La macroeconómica que tiene que ver con las variables agregadas de interés en materia de inversión privada, pública y extranjera. Así como el nexo de la estructura económica nacional con la internacional.

 

La mesoeconómica que tiene que ver con las instituciones y el Estado y su acción regulatoria de la actividad económica en los tres niveles de gobierno, federal, estatal y municipal, así como acuerdo internacionales de cooperación e integración.

 

La metaeconómica que viene de la tecnología, la investigación y el conocimiento. La organización social de la producción y el trabajo.

 

En estas 4 dimensiones debe entonces tocarse el tema del desarrollo regional como instancia internacional como propia nacional. Por que la región corresponde a criterios internacionales, así como a los propios de cada nación.

 

El desarrollo económico por otra parte concibe las desigualdades y los contrastes que entre distintos territorios se pueden ver respecto a sus sociedades y economías.

 

Dada la revisión de los hallazgos de los distintos investigadores aquí citados, se puede afirmar por una parte que la apertura económica en México representa una oportunidad para las pequeñas y microempresas.

 

Que la principal ventaja competitiva que este tipo de factorías consiste en su gran flexibilidad y acomodo a los cambios del entorno empresarial, así como de su capacidad de buscar su articulación al aparato productivo nacional, como internacional.

 

La distribución territorial de la población obedece a la propia distribución geográfica de los negocios, mismos que se localizan estratégicamente en razón al acceso de sus mercados tanto de proveeduría como de destino de sus productos, que van a verse afectados ante la apertura económica experimentada a partir de los años 80 donde se observa la transición del patrón en la propia distribución territorial de la población.

 

Es importante identificar que el cambio de patrones en la migración y la distribución territorial de la población, es un fenómeno que esta circunscrito dentro de un proceso global que significa la transición de los esquemas de producción rígida a los de producción flexible dentro de las empresas, de tal modo que más que un relevo o sustitución de un esquema por otro, se trata de un redimensionamiento de la operacionalidad de ambos esquemas que se integran en un mismo momento pero en ámbitos empresariales distintos: uno pasa a la esfera de las empresas pequeñas, y el otro pasa a la esfera de las grandes corporaciones transnacionales.

Desde el periodo de posguerra, y en especial a partir de los años 70 la migración viene siendo cada día un fenómeno más significativo. Territorios que tradicionalmente son receptoras de población como Sudáfrica, Canadá, Estados Unidos, Australia, Brasil, en los últimos años incrementan su captación de población foránea. Por otra parte, la migración que presentan estas regiones pasa de un dominio europeo a personas de origen asiático, latinoamericano y africano.

En el antiguo continente (especialmente su fracción occidental), que tradicionalmente es una región expulsora de población, ahora se observa como un área receptora, especialmente de población proveniente de África, Medio Oriente y Asia, o de la propia Europa del este.

En la cuenca del pacífico oriental destaca el caso de Japón, quien con su baja tasa de natalidad recurre a migraciones de reemplazo para proveerse de fuerza de trabajo suficiente que asista su desarrollo económico, o bien relocalizar sus plantas productivas en territorios más allá del nacional para contar con la fuerza de trabajo suficiente. Este fenómeno es propio del periodo de posguerra, el modelo de producción compartida nipón lo causa un fenómeno de carácter demográfico al no contar con suficientes brazos laborales en su territorio para sostener su ascenso económico.

Las naciones menos desarrolladas siguen proveyendo a las sociedades industrializadas de contingentes de migrantes, especialmente de población joven y madura, dominantemente masculina pero en creciente aumento de mujeres, que son atraídas por motivos que diversos pero donde destacan los eventos laborales como principal móvil.

Al término del milenio, la humanidad emprende grandes cambios dentro del orden socioeconómico internacional. Caen viejos dogmas y en su lugar se erigen nuevos bastiones ideológicos que buscan alternativas viables al desarrollo sustentable. La cuestión, con base a la experiencia histórica del siglo que termino, es emprender una conducción económica internacional que venga a resolver los grandes paradigmas que afronta el futuro de la humanidad tales como son la sobrepoblación, la energía, los alimentos, la ecología y el medio ambiente, la  revolución tecnológica y el cambio de las mentalidades, por citar los principales.

Ante este marasmo de ideologías, unas tantas incluyentes, otras más excluyentes, el orden institucional mundial emprende radicales cambios en la estructura económica internacional. Se reformula el concepto de desarrollo, de aquella caduca acepción de la autosuficiencia y la independencia entre las naciones, ahora se procura la integración, es así como ante los esquemas autárquicos se impone el principio del comercio internacional como la vía a la cooperación entre las naciones para garantizar con él el carácter sostenible y sustentable del desarrollo.

Los regionalismos son fórmulas nuevas que bloques de naciones con intimidad geográfica establecen como principal estrategia para procurar un más eficiente aprovechamiento las oportunidades y ventajas competitivas que diferentes factores productivos representan en las distintas geografías mundiales. Como casos más consolidados se tienen a la Unión Europea, la Cuenca del Pacífico y el tratado de Libre Comercio con América del Norte.

Los principales factores que inciden en la distribución territorial de la población son de dos tipos, estructurales como lo es el mercado laboral, la inversión privada, pública y extranjera, la vocación industrial y el desarrollo empresarial de la región. Así también destacan las funcionales como son las políticas y orientaciones de política económica, valores educativos, contexto cultural y valores, como los principales. Pero destaca en estos últimos los cambios en el clima institucional que marca la propia re estructuración económica y el tipo de relaciones industriales, especialmente las relaciones entre el capital y el trabajo como relaciones obrero -patronales.

 

Otro factor importante es la emergencia de la tecnología polivalente que implica cambios permanentes de los procesos productivos, por lo que es relevante la viable movilidad del factor trabajo, ante la flexibilidad del proceso productivo. Los detonadores de este cambio continuo en la tecnología es la electrónica como parte de la tecnología dura (hardware), y la informática como tecnología blanda (software). Todo encaminado a la robotización o automatización de los procesos productivos.

 

El esquema de la producción flexible tiene como estrategia la relocalización industrial. Con esta se logra tener un costo significativamente más barato, por lo mismo, la re estructuración económica local de las naciones que observan integración económica supone la captación de inversión extranjera directa que se materializa en industrias maquiladoras de exportación, principalmente.

El mercado laboral que crea este tipo de industrias puede ser temporal. Supone entonces la flexibilidad laboral y la movilidad de la fuerza de trabajo y los nuevos patrones migratorios obedecen en gran medida  a la industrialización pos fordista. Los orígenes siguen siendo los tradicionales, pero ahora se agregan las grandes concentraciones urbanas del interior de los países periféricos. Los destinos son ciudades medias, puertos, ciudades fronterizas que guardan estrecho vínculo con el mercado de sus industrias de proveeduría y mercado objetivo de su producto.

 

El mercado laboral que crea este tipo de industrias es dominantemente temporal. Supone entonces la flexibilidad laboral y la movilidad de la fuerza de trabajo. El fenómeno migratorio es parte de la lógica de este tipo de industrialización pos fordista. Los orígenes siguen siendo los tradicionales, pero ahora se agregan las grandes concentraciones urbanas del interior de la República. Los destinos son ciudades medias, puertos, ciudades fronterizas que guardan estrecho vínculo con el mercado de sus industrias de proveeduría y mercado objetivo de su producto.

 

En este esquema es importante destacar la integración económica con América del norte. Estados Unidos de América y Canadá son naciones de mucho interés para la integración del país dentro del modelo de la globalización pues los flujos financieros y comerciales del país tienen una marcada orientación a su vinculación con intereses del norte del continente. Y no solo presenta una gran fuerza de atracción económica, sino que incluso en la propia industrialización del país, puesto que siendo esta región la principal zona de comercio exterior del país, la franja del norte atrae industrias cuyos mercados son Estados Unidos y Canadá, así también, establece las sendas de la migración y la distribución territorial de la población.

 

El trabajo no es de corte estructuralista sino que la apertura económica y la nueva orientación de los mercados que observa una economía con alto proteccionismo y regulación estatal a una nueva con mayor apertura y desregulación económica, no bastan para explicar el cambio de patrones. Es muy importante ver la correspondencia existente con la reforma institucional, especialmente respecto a los Artículos 115 y 27 de la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, el cambio de régimen de propiedad ejidal a pequeña propiedad, las políticas respecto al federalismo, la descentralización y la desconcentración del aparato de Gobierno.

 

Se estima ante el nuevo patrón de distribución territorial de la población sus expresiones para el año 2005 y 2010, de tal manera que permite actualizar y pronosticar la concentración dispersión de la población de la entidad y las implicancias que de ello se derivan.

 

Desde luego el trabajo se plantea en sus explicaciones respecto al tema de estudio en el contexto de la lógica del nuevo orden económico internacional postfordista que implica un esquema de producción compartida a nivel internacional, donde la búsqueda de ventajas competitivas regionales para las distintas fases de la producción de las mercancías rebasa las fronteras de origen del capital para relocalizarse en la periferia del capitalismo central, misma que implica cambios a nivel mundial en el papel económico del Estado que supone crear las condiciones necesarias para albergar los capitales foráneos y permitirles participar en las economías nacionales, así como facilitar la exportación de capitales del centro a la periferia (inversión extranjera directa) y aplicarse a las distintas ramas de producción, incluso en sectores que son del celo de las naciones por su carácter estratégico a la soberanía.

 

Este esquema de producción que delinea el nuevo régimen de producción flexible involucra a todas las naciones y se expresa en todos los territorios cuya sui géneris y singularidad son temas de interés para el presente trabajo.

 

Lo primero que se observa es que la transición del esquema económico endogenista al actual exogenista, causa que se acelere a partir de los 80 y en especial en lo años 90 la concentración de la población en el territorio de la entidad, siendo el Bajío la zona atrayente. Concentración que desde los años 50 ya se observaba pero cuyo proceso era más lento, la apertura económica enfatiza el proceso.

 

La migración intermunicipal aumenta en sustantivo de las pequeñas localidades a las localidades medias, la migración internacional se mantiene constante de forma proporcional al aumento de la población, por lo que la migración se da a nivel intermunicipal.

 

Las actividades primarias observan un cambio en su composición técnica del capital al cambiar el régimen de propiedad ejidal, lo que favorece a los agronegocios, especialmente del Bajío, la más alta capitalización de este sector primario no obstante expulsa más personas de las que emplea, lo que hace que el sector terciario, especialmente el comercio aumento. También las actividades de transformación observan un álgido incremento, mucho del cual se explica por la inclusión de inversión extranjera directa en el aparato productivo radicado en la entidad.

 

Se puede afirmar también que si la modernidad crea su propia fenomenología, estos fenómenos son los mismos en cuanto carácter ante la apertura económica, aún cambien sus características y patrones, solo que ahora se expresan a ultranza.

 

Es de esperar que estos nuevos patrones sigan pero que para años venideros su aceleramiento observado desde los 80, ahora frene para mantenerse en parámetros constantes. De esto depende también el corte de políticas económicas en materia de fomento de la inversión privada, pública y externa y el grado de articulación del aparato productivo local con el resto de la República y los nuevos mercados foráneos.

 

Respecto a las PyMES se concluye que:

 

Que este tipo de empresas son el sustento de un gran monto de población nacional y de ahí su importancia estratégica no solo como base estructural de la industria del país, sino como fundamento social.

 

Que el propio esquema de producción flexible les abre nuevas oportunidades de articulación y supervivencia empresarial como proveedoras de las empresas filiares de los grandes corporativos transnacionales.

 

Que existe una dicotomía en el sector donde conviven factorías altamente articuladas al nuevo esquema, con otras tantas, bastante representativas que no lo han hecho y su supervivencia radica en la capacidad que expresen en poder articularse en el corto plazo a la nuevas redes de relaciones industriales.

 

Que no obstante la inclusión de grandes empresas multinacionales en el aparato productivo nacional, no es garantizable la inmediata y eficaz articulación de éstas con las empresas locales, por lo que es necesario se fomente desde un punto más institucional la necesidad de articularles con potenciales empresas proveedoras del lugar donde se localicen.

 

Que otra oportunidad que no deben subestimar las pequeñas y micro empresas es su accesibilidad a información privilegiada y a tecnologías de punta, para su supervivencia.

 

Que se requieren programas de fomento y desarrollo de este tipo de industrias a nivel más local, territorial, como del apoyo logístico y financiero – bursátil para la capitalización y avío de este tipo de micronegocios.


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