¿Buscas otro libro?
Buscalo aquí:
Amazon Logo





 

El potencial de sostenibilidad de los asentamientos humanos

Josep Antequera

 

Pulse aquí para acceder al índice general del libro.

Esta página carece de formato, notas a pie, tablas, gráficos o imágenes. Para leer el libro pulse aquí y tendrá el texto completo en formato DOC comprimido ZIP (356 páginas, 5.573 Kb) 

 

CAPÍTULO 7

ELEMENTOS CLAVE PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA CIUDAD SOSTENIBLE



         7.5. Planificación y diseño urbanístico

Objetivo general:

Nos hemos comprometido a asumir un papel estratégico en el diseño y planificación urbana y a enfocar los temas ambientales, sociales, económicos, de salud y culturales hacia el beneficio común.

Objetivos específicos:

1. Regenerar y reutilizar las zonas degradadas y abandonadas.

2. Evitar el crecimiento urbano desmesurado, logrando densidades urbanas apropiadas y priorizando el desarrollo urbano en zonas ocupadas frente a zonas verdes.

3. Asegurar un urbanismo de usos de suelo mixtos, con un balance equilibrado entre la actividad laboral, residencial y de servicios, dando prioridad a un uso residencial en el núcleo urbano.

4. Asegurar una conservación, renovación y reutilización apropiada de nuestra herencia cultural urbana.
5. Aplicar requerimientos para un diseño y construcción sostenibles y promover la arquitectura de alta calidad favoreciendo las nuevas tecnologías de construcción.


Condicionantes:

a) Estrategia Temática Urbana de la Unión Europea (ETU): El Urbanismo Sostenible.

Sobre este punto la Estrategia Temática Urbana de la Unión Europea, tiene mucho que decir a las ciudades y pueblos.

Todos podemos percibir como los crecimientos urbanos uniformes y desmedidos afectan a nuestras ciudades y pueblos, por ello las recomendaciones de la Estrategia Urbana de la Unión Europea son importantes para que sean consideradas por la Organización Municipal (OM ):

“El uso del suelo es un factor fundamental para el carácter de una ciudad, para su eficiencia medioambiental y para la calidad de vida que proporciona a sus ciudadanos. Las decisiones en materia de urbanismo deben dirigirse a proteger la identidad de la ciudad, su patrimonio cultural, la disposición tradicional de sus calles, las zonas verdes y la biodiversidad. Una mala utilización del suelo crea zonas urbanas poco atractivas para vivir y produce formas de asentamiento no sostenibles”. (ETU pag. 42).

Y define el Urbanismo Sostenible como:

“El urbanismo sostenible es un proceso en el cual todos los protagonistas (autoridades nacionales, regionales y locales; ciudadanos; organismos de representación local; ONG; universidades; y empresas) colaboran con el fin de integrar las consideraciones funcionales, medioambientales y de calidad para proyectar y planificar un entorno edificado” (ETU Anexo 2, pag. 45):

Como plantea el documento la expansión actual de los asentamientos urbanos crece en una media del 20% en los últimos 20 años, respecto al crecimiento poblacional que es de un 6%. Todo esto genera los fenómenos que hemos descrito en el capítulo 6 (apartd. 6.3.). Y genera también en algunas zonas urbanas espacios abandonados y sin uso que pasan a convertirse en zonas marginales.

Otro elemento que es importante destacar y ya lo hemos descrito en el Capítulo 3 en la Evolución de la ciudad, es el de la ocupación del espacio por las infraestructuras que nuestro modelo impone, y más en un marco global en que las ciudades compiten entre sí por la atracción de inversiones. Parte de estas infraestructuras se dedican a la movilidad, y proceden de un modelo de planificación urbanística obsoleto que especializa las zonas urbanas según sus usos.

La importancia que da la ETU a los espacios verdes es importante, esto es algo que ya hemos tratado en el Apartd. 7.1.

Y otro elemento a tener en cuenta es la Planificación Regional que permite racionalizar el uso de infraestructuras y servicios.

La Unión Europea no quiere imponer un modelo único de urbanismo, pero sí reconoce que algunos modelos son insostenibles y por ello ofrece las siguientes recomendaciones:

• Velar por que sus sistemas de planificación urbanística consigan modelos de asentamiento urbano sostenible y tengan en cuenta los riesgos medioambientales, y a emprender un estudio a tal efecto;

• Crear incentivos para fomentar el aprovechamiento de las instalaciones industriales abandonadas en vez de la ocupación de terrenos vírgenes, crear bases de datos nacionales sobre instalaciones industriales abandonadas y fijar objetivos ambiciosos para su aprovechamiento, y proporcionar ayudas para el aprovechamiento de edificios vacíos en las zonas urbanas;

• Fijar densidades mínimas para las zonas residenciales, que permitan fomentar una mayor densificación y frenar la expansión urbana;

• Evaluar las consecuencias del cambio climático para sus ciudades, a fin de que no se inicien proyectos urbanísticos inadecuados y que las adaptaciones a las nuevas condiciones climáticas puedan integrarse en el proceso de planificación urbanística.

Y en el anexo 2 añade algunas recomendaciones a esta estrategia, añadiendo que el Plan Urbanístico:

• Cree para la población espacios de vida y trabajo estéticos, originales, seguros, sanos y de alta calidad, que fomenten un fuerte sentimiento de pertenencia, orgullo, equidad social, integración e identidad;

• Cree las condiciones de una economía dinámica, equilibrada, abierta a todos y equitativa que promueva la regeneración urbana;

• Trate el suelo como un recurso precioso que debe utilizarse de la manera más eficiente posible, reutilizando solares y edificios vacíos dentro de las zonas urbanas en vez de construir en terrenos vírgenes, evitando así la expansión urbana (ciudades densas y, a nivel regional, descentralización concentrada);

• Tenga en cuenta la relación entre, por una parte, las ciudades y sus zonas metropolitanas, y, por otras, las regiones en las que se sitúan;

• Asegure que los nuevos proyectos urbanísticos estén localizados de manera estratégica, sean accesibles mediante los transportes públicos, y respeten el medio ambiente natural (biodiversidad, salud y riesgo medioambiental);

• Presente una densidad e intensidad de actividad y utilización suficientes para que los servicios como los transportes públicos sean viables y eficientes, respetando, al mismo tiempo, un entorno de calidad (intimidad y espacio privado; minimización de efectos nocivos, como el ruido, por ejemplo);

• Fomente una utilización mixta del suelo con el fin de sacar el mejor partido posible de los beneficios de la proximidad y limitar así al máximo los trayectos entre domicilio, tiendas y lugar de trabajo;

• Posea una estructura verde que optimice la calidad ecológica de la zona urbana (biodiversidad, microclima y calidad del aire);

• Posea infraestructuras de calidad y bien planificadas, incluidos servicios de transporte público, calles, caminos peatonales y pistas para bicicletas a fin de fomentar la accesibilidad, especialmente para los grupos desfavorecidos, y de crear las condiciones de un alto nivel de actividad social, cultural y económica;

• Aplique estrategias avanzadas de ahorro de recursos, como viviendas con bajo consumo de energía, transportes con un consumo de combustible económico, y sistemas de calefacción urbana y reciclado; y respete y potencie el patrimonio cultural y los vínculos comunitarios.


b) Estrategia Temática Urbana de la Unión Europea (ETU): La Construcción Sostenible.

Este punto lo habríamos podido tratar en el apartado 7.4. ya que está relacionado con el consumo de materiales y de energía, pero al estar estrechamente vinculado al Urbanismo lo trataremos en este capítulo.

Este punto es verdaderamente significativo en la Estrategia Temática Urbana de la Unión Europea ya que:

“Los edificios y, en general, el entorno construido, son los elementos que determinan el entorno urbano. Son los que otorgan el carácter a una ciudad, confiriéndole los rasgos que caracterizan su identidad, y los que permiten que sean lugares atractivos donde los individuos pueden vivir y trabajar. La calidad del entorno construido influye poderosamente en la calidad del medio ambiente urbano, mucho más allá de las consideraciones puramente estéticas” (UTE, pag.21) .

Y define los actores que deben participar en este proceso:

“La construcción sostenible es un proceso en el cual participan todos los protagonistas (propietario, financiero, ingenieros, arquitectos, constructores, proveedores de materiales y autoridades que expiden la licencia de obras) y que integra consideraciones funcionales, económicas, medioambientales y de calidad, con el fin de construir y renovar los edificios y el entorno edificado” (UTE, pag.46).

La Construcción Sostenible debería posibilitar que el carácter de los edificios tuviera las características siguientes:

• Edificios atractivos, sostenibles, funcionales, accesibles, cómodos y saludables para vivir y para ser utilizados, fomentando el bienestar de todos los que están en contacto con ellos;

• Eficientes en el consumo de recursos, especialmente en lo que se refiere a la energía, los materiales y el agua, favoreciendo la utilización de las fuentes de energía renovables, recurriendo muy poco a la energía externa para su funcionamiento, aprovechando el agua de lluvia y el agua subterránea, tratando correctamente las aguas residuales, y utilizando materiales respetuosos del medio ambiente que puedan reciclarse fácilmente o reutilizarse, no contengan compuestos peligrosos y puedan eliminarse de manera segura;

• Respetuosos del barrio donde se sitúen así como de la cultura y el patrimonio local;

• Competitivos en cuanto a precios, especialmente teniendo en cuenta consideraciones a largo plazo, como los costes de mantenimiento, la durabilidad y el precio de reventa.

Aunque los conocimientos en materia de construcción sostenible existen, la mayoría de los nuevos edificios no utilizan estas técnicas, ya probadas. E incluso si lo hacen, el bajo ritmo de sustitución de los edificios existentes (entre un 0,5% y un 2% anual) significa que es necesario un largo periodo de tiempo antes de que se hagan sentir sus efectos.

Actualmente los Impactos Ambientales de la Construcción pueden considerarse los siguientes:

“El calentamiento e iluminación de los edificios absorben la mayor parte del consumo de energía (42%, del que un 70% corresponde a la calefacción) y produce un 35% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

La mitad de los materiales de que están hechos los edificios y construcciones proceden de la corteza terrestre, y producen anualmente 450 MT de residuos de construcción y demolición (más de una cuarta parte de todos los residuos generados).

La Comunicación intermedia "Hacia una estrategia temática para la prevención y el reciclado de residuos" señala que el volumen de residuos derivados de la construcción y la demolición aumenta constantemente, y que su naturaleza es cada vez más compleja, a medida que se diversifican los materiales utilizados. Este hecho limita las posibilidades de reutilización y reciclado de los residuos (que en la actualidad es sólo de un 28%), lo que aumenta la necesidad de crear vertederos y de intensificar la extracción de mineral”(UTE, pag.21).

Sostiene el documento que dotar de aislamiento a los edificios antiguos significaría reducir las emisiones de CO2 de los edificios, así como los costes de energía correspondientes, hasta un 42%.

Y respecto a su influencia en la calidad de vida afirma que:

“En Europa la gente permanece un 90% de su tiempo dentro de edificios. Una mala concepción o unos métodos de construcción deficientes pueden tener un efecto significativo sobre la salud de sus ocupantes, o puede encarecer su mantenimiento, su calentamiento o refrigeración, afectando de forma desproporcionada a los grupos sociales de mayor edad o menos favorecidos económicamente. Unos edificios mal concebidos pueden potenciar la delincuencia”(UTE, pag.22).

Ya la Comisión Europea en una comunicación de 1997 sobre la competitividad del sector de la construcción puso de relieve la importancia y los beneficios que acarrearía la integración de los aspectos medioambientales en ella. Por otro lado el grupo de trabajo sobre construcción sostenible, en el que participan representantes de la Comisión, los Estados miembros y el sector preparó en el año 2001 un informe global titulado "Perspectivas de la construcción sostenible en Europa" , donde se proponía un programa de acciones y una serie de recomendaciones específicas. Este trabajo contribuyó a la reciente Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios , que exige que los edificios nuevos cumplan unos requisitos mínimos de eficiencia energética que serán fijados por cada Estado miembro con arreglo a una metodología común.

La Comisión también ha adoptado un proyecto de Directiva sobre la eficiencia energética del usuario final y sobre los servicios del ámbito de la energía, cuyo objetivo es promover de forma generalizada la eficiencia energética y la prestación de servicios de carácter energético que no se limiten a suministrar energía, sino que asesoren a sus clientes sobre cómo conseguir una mayor eficiencia y cómo gestionar sus necesidades energéticas. También se ha elaborado una Directiva sobre los productos de construcción que trata de determinados aspectos sanitarios y medioambientales de estos productos.

Para desarrollar la Construcción Sostenible, la Unión Europea propone diveras medidas aplicables:

• Cómo se señalaba en la Directiva 2002/91, la Comisión, con la asistencia del Comité establecido por la propia Directiva, examinará posibles posibilidades de renovación de edificios más pequeños, así como incentivos generales de eficiencia energética.

• Se alentará a todos los Estados miembros a desarrollar y poner en práctica un programa nacional de construcción sostenible y a fijar unas exigencias de eficiencia medioambiental rigurosas utilizando normas europeas y el Eurocódigo.

• Se alentará asimismo a las autoridades locales a promover la construcción sostenible.

• Se instará a todos los Estados miembros, autoridades locales y organismos públicos contratantes a utilizar requisitos de sostenibilidad en sus procedimientos de licitación de edificios y obras de construcción, así como en la utilización de fondos públicos para dichos edificios y obras.

• Asimismo, se les pedirá que creen incentivos fiscales en pro de unos edificios más sostenibles.

• La Comisión analizará posibilidades de formación, orientación e intercambio de experiencias, así como de investigación, acerca de la construcción sostenible.

• Por otro lado, y como parte de la Estrategia temática para la prevención y el reciclado de residuos, estudiará medidas para atender al problema del volumen creciente de residuos de construcción y demolición.

• La Comisión desarrollará el etiquetado medioambiental de los materiales de construcción (mediante declaraciones medioambientales o etiquetas ecológicas de la UE) y propondrá una etiqueta ecológica o una declaración medioambiental armonizada para la construcción o los servicios de construcción.



c) Acerca de los condicionantes para crear un Urbanismo Sostenible y una Construcción Sostenible:

Según los principios de la Estrategia Temática Europea, las decisiones en materia de urbanismo deben dirigirse a:

• Proteger la identidad de la ciudad,
• Su patrimonio cultural,
• La disposición tradicional de sus calles,
• Las zonas verdes
• La biodiversidad

El urbanismo sostenible es un proceso en el cual participan todos los protagonistas:

• Propietarios,
• Financieros,
• Ingenieros,
• Arquitectos,
• Constructores,
• Proveedores de materiales
• Autoridades que expiden la licencia de obras
y que integra consideraciones:

• Funcionales,
• Económicas,
• Medioambientales
• De calidad,

Con el fin de construir y renovar los edificios y el entorno edificado.

Como vemos lo que la Estrategia Europea denomina Urbanismo Sostenible, es un modelo de planificación urbanística que supone una mayor complejidad que el Urbanismo Tradicional, ya que los objetivos trascienden el de las meras promociones urbanísticas actuales que se dirigen fundamentalmente a un esquema único de construcción independiente del lugar donde estén ubicadas las viviendas y dirigido fundamentalmente a maximizar el beneficio de los promotores de las viviendas.

Como señala J.M. Naredo este tipo de “urbanismo especulativo” genera las tendencias siguientes:

• La primera de estas tendencias tiende a polarizar los territorios en núcleos atractores de población, capitales y recursos, y áreas de apropiación y vertido.

• Otra, tiende a implantar un nuevo modelo de urbanización: el de la conurbación difusa (la llamada urban sprawl, que separa además las distintas funciones de la ciudad), por contraposición a la “ciudad clásica” o “histórica”, más compacta y diversa.

• La tercera tiende a implantar un único modelo constructivo: el que podríamos llamar “estilo universal”, que dota a los edificios de un esqueleto de vigas y pilares (de hierro y hormigón) independiente de los muros, por contraposición a la arquitectura vernácula (que construía los edificios como un todo indisoluble, utilizando los materiales del entorno).

El resultado conjunto de estas tres tendencias es:

• La creciente ineficiencia de los nuevos asentamientos en el uso de los recursos naturales y el territorio (y, por ende, una creciente generación de residuos): exigen crecientes dosis de energía, materiales y territorio para realizar las funciones de la ciudad, derivando hacia un comportamiento que se revela cada vez más globalmente inviable.

• Los asentamientos y edificios anteriores, en ausencia de frenos institucionales que lo impidan, son engullidos y destruidos, para levantar sobre sus ruinas los nuevos modelos territoriales, urbanísticos y constructivos. El “estilo universal” tiende a suplantar al patrimonio inmobiliario preexistente, condenándolo a la demolición para acrecentar el volumen construido siempre que la normativa lo permita.

• Destruyen los asentamientos alejados vaciándolos de población, de contenido y condenándolos a la ruina.

• Engulle a los asentamientos próximos al envolverlos en un volumen tal de nueva edificación y de esquemas de vida metropolitanos que deja como algo testimonial o caduco su antigua especificidad económica, cultural o arquitectónica.

• En este contexto, los enfoques ordinarios acostumbran a registrar la “producción” o el “desarrollo” del suelo y la edificación, pero no la destrucción del patrimonio natural y construido que conllevan.


Como vemos la actual evolución urbanística presenta una tendencia contraria a todos los planteamientos que el Urbanismo Sostenible genera.

En esta parte queríamos aportar las consideraciones que realiza sobre el urbanismo Jane Jacobs cuando plantea que la ciudad debe generar espacios en los que las relaciones entre sus habitantes se tiendan a maximizar y se establezcan funciones emergentes de carácter social que trascienden las funciones habituales de los propios individuos como ocupantes del espacio urbano (vecino, comerciante, agente,...)


Cuando Jacobs habla de la gran ciudad plantea una serie de condiciones que los distritos deben de cumplir para que la ciudad ofrezca un modo de vida saludable y funcional:

1. El distrito, y sin duda cuantas partes del mismo como sean posibles, ha de cumplir más de una función primaria; preferiblemente, más de dos. Estas han de garantizar la presencia de personas fuera de sus respectivos hogares, en diferentes circunstancias y por motivos diferentes, pero dispuestas a usar en común una amplia gama de servicios (pag. 165).
2. La mayoría de los bloques han de ser cortos; lo cual significa que han de ser frecuentes las calles y las oportunidades de doblar esquinas. (pag. 193).
3. El distrito ha de entremezclar edificios que varíen en edad y condición, con una buena proporción de casa antiguas (pag. 203).
4. El distrito ha de tener una concentración de personas suficientemente densa, sea cual fuere el motivo que les impulsa a las diferentes personas a ocuparlo. Naturalmente incluimos en este concepto a los residentes de manera regular en el mismo (pag. 217).

En referencia a los distritos y sus barrios como elementos generadores de complejidad en la gran ciudad, la autora hace las siguientes puntualizaciones (pag. 138):

1. Un barrio debe estimular el desarrollo de calles interesantes y animadas.
2. Se deben trazar estas calles de una manera lo más parecida posible a una red contigua que abarque todo un distrito o de dimensiones y poder tales que lo constituyan potencialmente en una subciudad.
3. Aplicarse de manera que los parques, plazas y edificios públicos formen parte de esta particular fábrica que es la calle; aplicarse para que los parques, las plazas y los edificios públicos intensifiquen y complejicen aún mas la diversidad y multiplicidad de las actividades de cada calle. Aplicarse para evitar a toda costa la creación de islotes diferenciados en sus actividades y funciones, es decir, islotes que constituyan barriadas aisladas y por debajo del nivel del distrito.
4. Hacer todo lo posible para crear un mínimo de identidad funcional y operativa en áreas lo suficientemente grandes para operar en tanto que distritos.

La autora critica los métodos urbanísticos usados en Estados Unidos, para romper la compacidad de los antiguos tejidos de barrios viejos y con solera, donde las relaciones se han establecido como redes de conocimiento entre personas. Y plantea que los barrios densos de la ciudad en que siempre hay gente en la calle y ojos vigilantes genera un nivel de seguridad ciudadana mayor, que aquellos en los que se realizan edificaciones homogéneas sin servicios y en los que el espacio exterior no tiene ninguna vida social atractiva, organizados en mosaico con zonas ajardinadas y parques sin actividades funcionales que los circunden, los cuales se convierten en espacios aislados en los que se ubica la delincuencia urbana.

En este sentido concluye la autora que las ciudades de vida intensa, animada y diversa contienen las semillas de su propia regeneración y tienen la energía suficiente para asumir positivamente y superar problemas y necesidades ajenos.
 


Volver al índice de El potencial de sostenibilidad de los asentamientos humanos

Volver a "Libros Gratis de Economía"

Volver a la "Enciclopedia y Biblioteca de Economía EMVI"


Google
 
Web eumed.net