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EL CONSUMO DE LOS PRODUCTOS DE LAS INDUSTRIAS CULTURALES

 

Colombia es un país que históricamente se ha posicionado como una comunidad culta e interesada en los fenómenos culturales, de igual modo su riqueza cultural, étnica, geográfica y dialéctica, le ha otorgado un sin numero de condiciones para la apreciación, critica y goce de los bienes y servicios culturales.

 

Consultando las mismas fuentes referenciadas por el Convenio Andrés Bello en su estudio de industrias culturales, se puede afirmar que el colombiano promedio gasta cerca de $14.000 pesos mensuales en bienes y servicios culturales, así:

 

Estas estimaciones permiten comprender que el colombiano promedio al año compra un libro, ve 34 horas de televisión, escucha cerca de 44 horas de radio, va una vez a cine, compra una revista, compra 4 diarios, tal vez adquiere un disco compacto y quizá alquile una película.

 

Este consumidor es bastante sensible al fenómeno ingreso, ya que es mayor consumidor de los servicios gratuitos como la radio y la televisión, que del cine o libros. Es claro que la capacidad de ingreso del colombiano promedio es bastante limitada, y también lo es que existen limitantes como la falta de infraestructura como la videocasetera o el analfabetismo, pero son precisamente estos factores los que cabe analizar.

 


 

En 1999, cerca de 10 millones de personas asistieron a eventos públicos culturales gratuitos, y se vendieron cerca de 30 millones de libros. Estro demuestra que la dinámica del sector no esta completamente relacionada con el efecto precio, aunque esto puede ser una sobreestimación para los ciudadanos de bajos ingresos.

 


 

Según el CAB, en 1999 la industria cultural facturó 1.130 millones de dólares, lo cual hace intuir que la presencia de importaciones culturales es bastante grande, ya que la demanda por estos bienes es cercana a los 3 mil millones. Esta amplia diferencia se debe a subsectores como cine, video y fonográfico que son fuertes importadores; a diferencia de la industria musical, Colombia tiene una baja producción en cinematografía y video, por lo tanto la gran mayoría de este mercado es internacional.

 

Si las Industrias Culturales aportan el 2,81 del PIB y el sector público el 0.09%, el tamaño de la oferta de bienes y servicios culturales en Colombia es cerca de un 2,9% de la producción nacional, y la demanda cercana al 5,2%, lo cual significa que existe un desequilibrio del 2,2%, esto señalaría que el subsector cultura es fuertemente deficitario y genera una salida importante de capitales al exterior.

 

Esto debe ser modificado por medio de la interacción del sector público y privado, ya que como se ha demostrado el subsector cultura en Colombia es una pieza estratégica en la definición industrial para las próximas década, porque la cultura cuenta.