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EL  PRESUPUESTO DEL SECTOR CULTURAL PÚBLICO EN COLOMBIA

 

En Colombia se pueden diferenciar 3 grandes instituciones de gestión e inversión cultural, que son el Ministerio de Cultura, la Dirección Cultural del Banco de la República y el Instituto Distrital de Cultura y Turismo. Es claro que estas instituciones públicas no son comparables más que en el ámbito agregado del sector público colombiano, ya que sus áreas de influencia son completamente diferentes.

 

El Ministerio de Cultura con un presupuesto de 58 mil millones es la entidad de mayor envergadura e importancia en el sector. Es el rector de las políticas culturales, es el coordinador del Sistema Nacional de Cultura y es el administrador de la red nacional de Museos, del Instituto Colombiano de Antropología y de otras instituciones.

 

La división cultural de Banco de la República, entidad con alto prestigio en el sector, cuenta con un presupuesto cercano a los 20 mil millones, que destina al mantenimiento de sus colecciones y servicios culturales. El Banco tiene a disposición del público una red de bibliotecas liderada por la Luis Angel Arango, el Museo del Oro y sus sucursales, la colección Botero, la Casa de la Moneda y una colección permanente de obra plástica catalogada como la más completa de Colombia. Esta división tiene la gran ventaja de tener un pensamiento bancario, lo cual favorece la calidad en la prestación de servicios.

 

El Instituto Distrital del Cultura y Turismo, es un ente de la ciudad de Bogotá, con un impacto potencial sobre 7 millones de personas y con una fuerza televisiva publicitaria nacional. Es el gestor de los eventos al parque, que para 1999 congregaron cerca de medio millón de personas. Cuenta con un presupuesto de 39 mil millones directamente asignados por la Alcaldía Mayor.

 

Estas tres instituciones tienen tres componentes en común: son de origen público, ofrecen actividades culturales gratuitas y financian el subsector cultura. Su agregación bien puede representar casi la totalidad del presupuesto y la inversión cultural del sector público en Colombia.

Los presupuestos de estas instituciones se diferencian por sus componentes de inversión y funcionamiento, donde es notorio que el IDCT es bastante más dado a la inversión social que el Ministerio de Cultura, ya que de por cada peso que el IDCT gasta en funcionamiento invierte 3,75 pesos en actividades, a diferencia de los 1.61 del Ministerio. Esto se debe a que el presupuesto del ente distrital no ha sufrido las reducciones presupuéstales que presenta el Ministerio rector, y por lo tanto sus componentes de nómina no son tan gruesos dentro del presupuesto.

 

Por otra parte, tanto el Ministerio como el Banco de la República apuntan a un mercado nacional cercano a los 40 millones de personas, mientras el IDCT trabaja para 7 millones, y esto le favorece un alto nivel de impacto por la cercanía y concentración de la población. Se estima que el Banco de la República en 1999 recibió a 7´743.520 personas en sus actividades y que el IDCT 2´516.514, lo cual demuestra que las facilidades de acción del Instituto favorecen su competitividad, pero un asistencia del 19% de la población a actividades del Banco Central no es una cifra despreciable. Desdichadamente no existen evidencias del impacto del Ministerio de Cultura.

 

Todas estas reflexiones nos llevan a un estudio comparativo y agregado del sector público cultural, así:


 

 

 

Este cuadro resume, de una manera práctica, la destinación y el volumen del gasto público en Cultura en Colombia.

 

Inicialmente vale la pena destacar que por lo menos 10 millones de personas asisten anualmente a actividades culturales públicas, siendo esto cercano a un 25% de la población nacional.

 

La productividad de los gestores públicos culturales esta fuertemente ligada a sus gastos de funcionamiento, generados fundamentalmente for el efecto de la nómina en los presupuestos anuales, pero pese a estas limitantes cada peso invertido en funcionamiento genera 2,21 pesos de inversión en capital cultural, que se representa en una inversión per cápita de 3.000 pesos por persona, demostrando que es más rentable el trabajo de los entes distritales que los nacionales en este campo.

 

Otro hallazgo importante de este estudio es la participación del sector público cultural en el PIB, que se estima cercano 0.09%, lo cual es un cifra reducida frente al 2,81% del sector privado cultural. De igual modo, la inversión en cultura no alcanza el 1% de la inversión del gobierno nacional.

 

Pese a que los presupuestos son bajos y bastante limitados, la atención del público a estas actividades es bastante alto, lo cual indica que la eficiencia en el manejo y administración de los recursos es bastante alta.