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LOS CONCEPTOS DEL CAPITAL SOCIAL

 

El Capital Social, que surge de las bases mismas del institucionalismo, reconoce la existencia de múltiples y complejos mecanismos de compromiso cívico que se derivan de las relaciones que desarrollan entre los individuos que conviven en una comunidad. Como autores del tema se pueden encontrar a James Coleman[1] y Robert Putnam[2], de igual modo, existen importantes aportes de North al debate.

 

Tenemos, entonces, un grupo de académicos de todo el mundo dedicados a esta investigación, donde el capital social entra a formar parte de la definición de la riqueza de las naciones. Este capital social, que tiene gran cantidad de definiciones, ha sido medido en pocas ocasiones por su condición abstracta e intangible.

 

La calidad de vida de los individuos ha sido medida por muchas investigaciones, siendo la de mayor relevancia la desarrollada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, con el Índice de Desarrollo Humano[3], pero la relación entre los individuos y las instituciones, nunca.

 

La importancia de comprender la relación entre las instituciones formales[4], radica en la necesidad de comprender la interacción entre ellas: cómo las instituciones se modifican por los cambios de la población, y cómo la población se adapta a los cambios de las instituciones. Como caso particular, se puede examinar actualmente, las nuevas actitudes de la población de las economías emergentes del oriente europeo, ante su adaptación a la economía del libre mercado.

 

Este es el objetivo del WVS: cuantificar estas relaciones, para considerar la magnitud del impacto cruzado, ante un cambio de las instituciones o de la población. El esfuerzo desarrollado por esta organización es tan importante, que es la mejor fuente de información sobre capital social, como anotábamos anteriormente.

 

La fundamentación filosófica de estos estudios se puede ver en la obra "Modernización y Postmodernización" de Ronald Inglehart[5]; el autor, quién es el director del WVS, fundamenta su estudio en la relación positiva existente entre el ingreso del individuo y su canasta de consumo (ver Gráfico 2). Se puede apreciar que mientras el individuo no logra cubrir sus niveles de sobrevivencia, su búsqueda de ingreso se determina al beneficio económico. Después, cuando ha satisfecho sus estándares de sobrevivencia, busca establecer un estilo de vida.

 

Gráfico 1 - Conceptualización de la transformación Postmodernista (Inglehart)


 

 

 

 

Esta relación, fundamenta las hipótesis iniciales del debate académico y fundamenta al ingreso con una importante relación con la calidad de vida del agente económico; esta situación puede ser concluida de manera intuitiva y parecería obvia, pero explica de manera especial, la variación de las fuentes y usos del ingreso en las variaciones institucionales.

 

Como podemos apreciar en la Gráfica, la historia de la humanidad puede ser reducida a tres etapas con autoridades institucionales definidas, dos procesos y a unas fuentes y usos del ingreso.

 

Gráfico 2 - Relación de mecanismos de autoridad y valores sociales (Inglehart)


 

 

Inicialmente, la humanidad se encuentra bajo una autoridad tradicional, fundamentada en las religiones y los procesos monárquicos.

 

En este ambiente, la sociedad trabajaba para una institución y esta distribuía el ingreso de la manera que a bien tuviera, esto generaba que las autoridades presentaran excelentes condiciones de confort y bienestar, mientras que  la comunidad mantenía niveles inferiores, pero equitativamente distribuidos. Para esta instancia, la acumulación de riqueza era para el Estado y las Religiones, ya que los individuos debían seguir los mandatos religiosos de la humildad y pobreza.

 

Con los cambios políticos y económicos, la sociedad se moderniza[6]  y entra una etapa de materialización de sus realizaciones: en esta etapa, el individuo, apoyado en la democracia, puede ser parte del libre mercado y según sus capacidades, determina sus objetivos a lograr y sus estrategias de logro. La democracia acompañada del libre mercado, se convierte en un ambiente de realización individual. Esta individualización y la incansable búsqueda de bienes materiales, lleva a las instituciones que forman la autoridad (que ya no son las religiosas) a que se ocupen de regular el ambiente económico y la justicia, ya que la existencia de monopolios estatales tiende a desaparecer. Ejemplo claro de esto es el concepto del Estado Moderno de David Osborne: "El Estado debe manejar el timón, no remar el barco".

 

Ante esta situación, los individuos solicitan de las autoridades ambientes para el desarrollo, no soluciones a sus problemas como ocurría en la fase previa. Esto genera, que cubierto el nivel de sobrevivencia, el estilo de vida de una persona se fije en tendencias de bienes no materiales, como las actividades culturales o deportivas; para esto requiere la colaboración de otros individuos, y se desarrolla el proceso asociativo.

 

Gráfico 3 - Valores y fases de modernización


 

 

Es claro en la comparación que ofrece entre tipos de autoridad y niveles de ingreso que las preocupaciones y valores de mayor relevancia varían de manera importante: Para una sociedad con una autoridad tradicional y un nivel de ingreso de sobrevivencia[7] (Pakistán y Chile), los valores que se repiten son la creencia en la ciencia, claridad entre los conceptos del bien y del mal, y un marcado respeto por la autoridad. En el caso de una sociedad con una autoridad tradicional, pero que ha logrado un ingreso de bienestar (Estados Unidos y Argentina), se ven frecuentemente el orgullo nacional, la libertad de elegir, la importancia de Dios, la búsqueda de la satisfacción de la vida y la salud. Para el caso de una autoridad racional con un ingreso de supervivencia (China y Rusia[8]), los valores mayormente presentes son la infelicidad, el énfasis por el dinero, el interés político y el deseo de formar una familia con ambos padres para los hijos. Por último, en las sociedades con autoridades racionales con ingresos de bienestar (Japón y Suecia), se acepta el aborto, el homosexualismo, el divorcio, existe una alta confianza en la gente y presentan valores postmaterialistas.

 

Por otro lado, se muestran evidencias de la relación positiva entre el nivel de estudios y el interés por bienes postmateriales, con bases sólidas para afirmar que es una tendencia creciente hacia el futuro (ver gráfico anexo). Este argumento se fortalece por medio de la comparación que se hace en cuanto al gusto por bienes materiales entre grupos de edad, donde se muestra que los ciudadanos europeos del período de la preguerra y la guerra, prefieren los bienes materiales, mientras las generaciones postguerra, prefieren los postmateriales (ver gráfico anexo).

 

En conclusión, mientras las instituciones que conformaban la autoridad, aportaban de manera directa las soluciones a las necesidades individuales, las comunidades se encontraban cohesionadas en y por las creencias religiosas y políticas, al transformarse el papel de las autoridades, las comunidades satisfechas, encuentran la necesidad de la asociación para su satisfacción, siendo ellos mismos los gestores de los agentes que los cohesionan.

 

Esta tesis ha tenido un amplio debate, ya que asume que los países que se alejaron de ciertas doctrinas religiosas, lograron un mayor desarrollo económico, y existen países que se presenta en contra de este concepto como Francia e Italia[9].


 

[1] Coleman, James, “Social capital in the creation of human capital” (1994), en American Journal of Sociology, y, “Foundationes of social theory” (1990), Harvard Univesity Press.

[2] Putnam, Robert, “Making Democracy Work. Civic traditions in moder Italy” (1990), Princeton University Press.

[3] Este índice es medido en más de 170 países, por medio de una metodología que agrega la capacidad adquisitiva o nivel de vida, por medio del producto percapita; el nivel de conocimiento o de capital humano generado; y, la longevidad, o la esperanza de vida al nacer. Ver PNUD, "Informe de Desarrollo Humano"(1999).

[4] Se definen como formales, aquellas que están constituidas y presentan una organización clara, como la Iglesia ó los partidos políticos; y se definen no formales, aquellas que no están  organizadas pero son parte de la cotidianidad del individuo, como la hora del té inglés, ó un grupo de amigos que juegan cartas todos los miércoles; ver North, op cit.

[5] Inglehart, Ronald, "Modernization and Postmodernization. Cultural, Economic and Social Change in 43 societies" (1997), Princeton University Press

[6] Es importante para Inglehart el cambio religioso de la reforma después del Concilio de Trento, ya que según sus hallazgos, muchas de las economías desarrolladas son protestantes, ante la aceptación del beneficio económico como un favor divino por el trabajo realizado, según el concepto de Max Weber.

[7] Quizá la condición más baja para el desarrollo

[8] Cabe anotar que estas condiciones se presentan en 1997 en estas naciones, que se encuentran en un proceso de entrada al mercado libre y de serios cambios en sus estructuras políticas.

[9] para profundizar en esta discusión, ver "Al Capital Social en Colombia todavía la falta algo", memorias de un debate realizado por la Contraloría General de la Nación, el 14 de Julio de 2000