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UN APORTE TEÓRICO

 

 

La rentabilidad social nace dentro de los discursos políticos en América latina ante la inminente problemática social que atravesamos.  Muchos de los problemas sociales son detectados por la comunidad mucho antes que por las instituciones, por esto la discursiva política nos enriquece día a día, como un indicador de lo que la sociedad necesita.

 

El problema de los discursos de plaza radica en la separación que tiene con la academia, por esto este ensayo buscar encontrar solución a la falta de sustento teórico, estadístico y práctico de este nueva necesidad social.

 

CONCEPTO DE RENTABILIDAD SOCIAL

 

El problema central de la rentabilidad social esta expresado en su mismo nombre, la falta de definición de un concepto de esta magnitud obedece a la falta de conociendo sobre el mismo tema.

 

Los proyectos de inversión social están sujetos a una gran diversidad de preguntas:

 

¿Quién paga estos proyectos?

¿De quién es la responsabilidad de estos?

¿Por qué es necesario realizarlos?

¿Quién  los audita?

 

Y otras muchas preguntas que no son de fácil respuesta.

 

Analicemos el problema desde el punto de vista antropológico: Las personas viven en cierto estándar de vida y como es comprensible si no están satisfechos, intentaran mejorarlo.  La insatisfacción del ser humano es el motor del cambio y el desarrollo, y esto es claro en cada transacción que realizamos, ya que siempre evaluamos los impactos que la transacción tenga sobre nuestra cotidianidad.

 

Desgraciadamente, muchas de nuestras inconformidades están en los resultados del sistema en el cual vivimos.  Las democracias han intentado mejorar nuestras condiciones de interacción social, pero esto no siempre ha sido del todo satisfecho, y cuando lo ha sido, nuestras expectativas  ya  han cambiado.  Por esto nace el Estado como “solucionador” de insatisfacciones.  Es más fácil que un tercero reúna los recursos, los administre y ejecute programas para aliviar las inconformidades, que lo hagas de manera individual.

 

Los proyectos de inversión social, generalmente son realizados por el estado, ya que sólo éste puede garantizar la objetividad de la acción social de  los mismos.

 

El ciudadano común y corriente está dispuesto a pagar impuestos para mejorar su “calidad de vida”, o para asegurar que la que tiene se mantenga.  El estado recoge estos recursos y propende por la realización de proyectos, que cumplan esta condición.

 

La rentabilidad social presenta grandes problemas desde el comienzo: el significado etimológico de la palabra "rentabilidad" no es claro, pero bien podría definirse como "el manejo de calidad de una renta" o "la cantidad de la renta".

 

Las raíces latinas y griegas no permiten encontrar un significado real a la palabra, ya que la misma palabra "renta" es por demás confusa.  Si definimos rentabilidad como la calidad, o mejor, la habilidad en el manejo de una renta, estaríamos bastante cercanos al concepto de "la renta de la aptitud", pero con diferente sentido.  La claridad de ‚esta hipótesis es la siguiente: Si la rentabilidad es la habilidad en el manejo de una renta, esta renta puede no ser manejada por su propietario, por lo tanto el indicador de rentabilidad que el capitalista está recibiendo bien puede no ser el real[1].

 

Si no es sencillo definir rentabilidad, menos aún definirla como "rentabilidad social", ya que esto representaría la evaluación de los siguientes factores:

 

- El capital inicial, ya sea monetario o humano.

- El manejo de los recursos.

- El beneficio generado.

- Los generadores de beneficio.

- Los receptores de beneficio.

- Su impacto social.

- Su impacto ambiental.

 

Dejando así en claro que las causas, los medios y los resultados no son obvios a la vista y más parecen de carácter empírico.  Por esto debemos considerar la rentabilidad social según su naturaleza de gestión[2]:

 

a. Producción de bienes.

b. Producción de bienes-servicios.

c. Prestación de servicios.

 

Así podemos clasificar en la producción de bienes sociales a los medios monetarios, que no tienen costos directos de adquisición para el usuario y le permiten una gran capacidad de negociación.  Entonces es posible general un indicador de rentabilidad social así:

 

- Primero, evaluamos las condiciones iniciales del mercado con los billetes y monedas y el valor que cada usuario da a ellos.

 

- Segundo, evaluamos el impacto de la economía sí estos medios de pago.

 

- Tercero, concluimos la magnitud del impacto, lo que nos permite analizar la "rentabilidad" que los medios de pago tienen en la comunidad.

 

Del mismo modo podemos evaluar Bienes-servicios públicos como la energía eléctrica y los servicios públicos como la defensa fronteriza, pero siempre caeríamos en el problema de la "realidad" de estos indicadores, ya que no es posible sacar realmente el dinero de la actual economía de mercado.

 

Según esto podemos definir la "rentabilidad social", como:

 

"La evaluación cuantitativa de los resultados sociales, cualitativos, de una inversión publica, privada o mixta en un proyecto definido y en un grupo objetivo especifico".

 

Es una evaluación cuantitativa, ya que debe permitir generar comparaciones que generan a su vez indicadores "fiscales"[3]; de resultados sociales, ya que lo que importa es el desarrollo social; cualitativos, porque a la sociedad y sus necesidades se les debe considerar como "cualidades" y no como "cantidades"; inversión, ya que toda empresa necesita un capital que la desarrolle, sin importar su naturaleza; debe ser un proyecto especifico, ya que en muchos casos se percibirá exoruido y endoruido[4], y el proyecto debe evitarlo lo más posible; y por ultimo, si el "target"  no est  definido, seria bastante complicado generar una composición muestral de resultados y más aun si estos se convierten en exobeneficios[5].


 

[1] Esto es claro en el sistema financiero, ya que la tasa pasiva que recibe el ahorrador no es la totalidad del rendimiento que este capital generó.  Las tasas activas siempre estarán por encima de las pasivas y este margen de intermediación es un indicador invisible para el usuario, ya que este nunca sabe a cuanto se “comerció” su dinero.

[2] Es lógico que el ser considerada por su gestión para facilitar su clasificación.

[3] Es decir, que al ser comparadas cifras de períodos similares permita establecer el estado de la variable.

[4] “... Se define “Exoruido”, como la distorsión generada por el proyecto a otros proyectos, es decir, cuando el proyecto se convierte en variable exógena de otro proyecto.

Se define “Endoruido”, cuando el proyecto perciba la presencia de otras variables ajenas al modelo, la misma definición de las variables exógenas sin relación directa... “, tomado de “Efectos cruzados de los proyectos de rentabilidad social”, documento realizado para el convenio BID – Fórmulas por Camilo Herrera Mora, Diciembre de 1997.

[5] Exobeneficio, se define como los beneficios similares a los esperados pero en un grupo diferente al proyectado. Tomado de “Efectos cruzados de los proyectos de rentabilidad social”, documento realizado para el convenio BID – Fórmulas por Camilo Herrera Mora, Diciembre de 1997.