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RENTABILIDAD SOCIAL – CONCEPTUALIZACIÓN Y FUNDAMENTACIÓN

 

INTRODUCCIÓN.

 

El concepto de Rentabilidad Social es ampliamente usado y realmente a caído en desuso ante la falta de sustento teórico que ofrece.  Este documento pretende ampliar el concepto, buscando en las raíces  del mismo su definición real; el problema dialéctico que presenta es bastante denso y no permite la profundización de sus definiciones, ya que su naturaleza, la de cada uno de los términos, es indefinida como sujeto o adjetivo, y más aún si se busca una raíz inicial y esto, como es costumbre actualmente, va acompasado de los posibles significados que cada jerga quiera imponer a una misma palabra.

 

RENTA.

 

El concepto de renta fue aculado hace muchos años en la antigua Grecia, cuando se dieron los orígenes de la banca y desde ese momento comenzó un gran proceso de definición y clasificación de las rentas hasta nuestros días.

 

Los Griegos, en su gran habilidad para el comercio, generaron de un modo u otro lo que hoy en da conocemos como el sistema bancario, "... surgieron los bancos, cuya historia nos permite calibrar la hipocresía de los atenienses y la infinidad de sus recursos.  Consideraban inmoral el préstamo con interés, y durante algunos siglos obligaron a los ahorradores a esconder sus cuartos en un calcetín de lana.  Luego se dieron cuenta de que aquellos capitales quedaban sustraídos al ciclo productivo.  Y entonces, pese a seguir prohibiendo los bancos, consintieron que los ahorros fuesen depositados en las iglesias.  Comprendieres: una vez que uno confía su peculio[1] a la diosa Palas[2], por ejemplo, en el aspecto moral se ha puesto en su sitio.  Y en cuanto a Palas, ‚esta es libre de hacer lo que quiera con los dineros: hasta prestarlos a un fiel suyo bajo compromiso de restituirlos con intereses.  Es eso tan verdad que cuando Atenas propuso a los demás Estados[3] la constitución de un fondo común, o sea de una banco internacional, ¿quién fue nombrado Presidente? Apolo de Delfos[4].

 

Ahora bien, sucedió que esos dioses - banqueros se comportaron todo lo contrario que Giuffre.  A quién depositaba su capital en sus institutos, ellos daban de rédito (renta), el dos o tres por ciento.  Pero a quien iba a pedir en  préstamo, le exigían hasta el veinte por ciento de interés.  Temístocles, que en las guerras persas había ganado no sólo los galones de generalísimo sino también algo así cómo trescientos millones de liras, y no sabia donde meterlas, fue el primero, parece ser, que se dirigió a un particular de Corinto, una tal Filostáfalo, que le garantizó el cinco por ciento.  En Atenas, cuando lo supieron, no se alarmaron tanto del hecho que un general hubiese acumulado un patrimonio tan ingente, cuanto de que los capitales huyesen al extranjero.  Y se decidieron a autorizar cambistas que, por la mesa a la que sentaban, se llamaron trapecistas, y que poco a poco se convirtieron en verdaderos banqueros."[5]

 

Si bien los Griegos fundaron las bases de lo que hoy en día se conoce como "margen de intermediación"[6], David Ricardo, economista inglés, planteó y estudió ampliamente el concepto de renta desde el punto de vista del beneficio que se puede obtener de la utilización de la tierra, lo cual es bastante claro en el siguiente ejemplo:  Un individuo con una amplia acumulación de capital, tuvo a su bien adquirir una propiedad como finca de recreo, para descansar de las situaciones urbanas.  Esta tierra se dedicó únicamente para el recreo y las construcciones que  fueron construidos no tenían más objetivo que la comodidad.  Un buen día, este individuo se dio cuenta que el mantenimiento de esta propiedad era bastante oneroso y decidió buscar el modo de autosostener la tierra con alguna producción.  Supongamos que lo logró y no tuvo ningún tipo de dificultades forzosas típicas de nuestro país y encontró un punto de equilibrio que le permitió relajarse aún más[7].  Al notar que su propiedad era algo más que un sitio de regocijo, entendió el concepto de renta que Ricardo expone: "la tierra que es factor económico, al ser usada como parte de un proceso productivo, genera lo que conocemos como Renta"[8], es decir, que si es la tierra la que favorece la producción de algo, los beneficios que esta genere será considerado como renta[9].  De esta idea se generaron diversas retóricas que sólo estuvieron presentes en el campo académico, ante la baja importancia que tenia para la sociedad de ese momento.


 

[1] Peculio: Hacienda o caudal, dinero.  Diccionario de la Real Lengua Castellana.

[2] Palas Atenea, diosa Griega, patrona de la ciudad de Atenas, de donde proviene su nombre.

[3] Estos “Estados”, hacen referencia a las grandes polis que se desarrollaron en el mediterráneo en esa época, como consecuencia de la civilización minoica.

[4] Apolo de Delfos, era una representación material del dios Apolo en el conocido templo – oráculo de Delfos, es decir, una estatua.

[5] Montanelli, Indro. “Historia de los Griegos”.

[6] Diferencia matemática de las tasas de interés activas y pasivas, es decir, la diferencia entre las tasas a las cuales se presta y las tasas a las cuales se recibe dinero; este margen permite a la institución financiera  poder funcionar como intermediario.

[7] El punto de equilibrio en la doctrina económica, es el momento en el cual todo se encuentra equilibrado.  En este caso en particular se refiere al momento en el cual los gastos de la finca eran completamente soportados por las ventas que se obtenían de los productos generados; en conformidad a la teoría de la economía competitiva.

[8] Ricardo, David. “Principios de economía política y tributación”.

[9] Hoy en día la “renta de la tierra” es considerada como un coeficiente que participa en los resultados o beneficios de un proceso económico, es decir:

Beneficio (B) = Ingresos (I) – Gastos (G)

B = (Precio de Venta (P)) * (Cantidades producidas (Q)) – G

Donde, G = Costos de Producir el producto, y dentro de estos costos está el uso de la tierra, ya que si bien el producto es industrial, la planta está sobre una propiedad, o bien, si en agrícola, tiene acción directa en la producción, por lo tanto:

G = OC + aT

Expresando OC  como otros costos, o mejor dicho, todos menos el factor  tierra.  Y la tierra como un porcentaje del total de costos, estando  a la vez afectado por un coeficiente, que debe ser igual o muy cercano, equivalente al valor de “arrendamiento del terreno”, o el valor natural del subsuelo.