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CONCLUSIÓN.
Es claro apreciar como el estado es un ente que al ser ejecutor de programas de desarrollo y de proyectos de creación de oportunidades y sostenimiento de los niveles presentes de vida, se ve realmente comprometido en un problema referente al crecimiento poblacional y las variaciones en sus líneas de ingreso, y si en esto consideramos las posibles negligencias que se recibieron de gobiernos anteriores, el papel del estado se ve ampliamente limitado.
La sociedad exige y el estado intenta cumplir pero las dificultades son bastante amplias, y la más importante, a mi parecer, es él poder evaluar en que proyectos se debe invertir el poco capital que se puede aplicar y en cuales no, es aquí donde el discurso de la rentabilidad social tiene cabida en el campo académico y práctico.