PRÓLOGO
Dr. Antonio Maldonado Valdivieso
Es indudable que la grave crisis, en todos los órdenes, por la que atraviesan
los países latinoamericanos ha despertado un gran interés en la generación del
presente y en particular su juventud que la padece con mayor intensidad, por
tratar de encontrarle urgente solución, formulándose a través de la literatura
especializada en asuntos de la economía del subcontinente y en base al análisis
responsable una serie de planteamientos y fórmulas para el reordenamiento
político, económico y social, tendientes a salir del agudo momento de
vicisitudes que estamos soportando.
La presente obra: EL ECUADOR DEL MAÑANA Desde una Visión Crítica al
Neoliberalismo, constituye un importante estudio político-económico-social de
los diversos factores que intervienen en el deterioro galopante de la forma de
vida de los pobres del mundo, de América Latina y en particular de nuestra
Patria, generado por la implantación e imperio del injusto e indolente sistema
económico de la globalización, fruto de la desmesurada e incontenible aplicación
del neoliberalismo que afecta a grandes sectores de los países denominados del
tercer mundo, empobrecidos brutal y despiadadamente por la falta de equidad y
justicia, como reiteradamente lo ha puntualizado su Santidad Juan Pablo II, en
el que se formulan severas y fundamentadas críticas al sistema neoliberal,
escuela de pensamiento económico, liderada por el Economista Norteamericano
Milton Friedman, Premio Nobel de Economía 1976, principal representante de la
Escuela Monetarista de Chicago que propugna las virtudes de la economía de
mercado liberal, que en resumen defiende la libertad de contratación, la
reducción del sector público y la liberalización de los precios.
El tratado que pone a consideración del pueblo ecuatoriano y latinoamericano el
destacado y joven profesional de las Ciencias Económicas, Magíster en Estudios
Latinoamericanos y egresado del Doctorado en Ciencias Internacionales, Giovanni
Ramiro Carrión Cevallos ha sido manejado sistemáticamente, con abundante
documentación y bibliografía de actualidad, concatenando con habilidad e
interrelacionando los 18 temas que trata y uno de conclusiones relativos a la
función que cumple el Estado y su impacto en el comportamiento humano y de las
colectividades en orden a reactivar, proteger y precautelar el capital cultural
y el capital social con que cuenta el país.
En el siglo pasado, concluida la segunda guerra mundial surgieron como potencias
la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y Estados Unidos de Norteamérica,
que trataron de imponer a la sociedad universal los preceptos ideológicos y
sistemas de aplicación para mantener su hegemonía política y económica en el
largo periodo que duró la llamada Guerra Fría, que más que una confrontación
de lucha violenta utilizando armas fue de ideas y aplicación de sistemas, cuyos
resultados positivos fruto de la maratónica competencia en el orden político,
social, económico, tecnológico y científico lo defendían y propagaban
apasionadamente asegurando el beneficio para la colectividad.
Dos mundos, dos sistemas económicos radicalmente diferentes, sociedades en
contraste; podríamos afirmar que se trataba de dos formas de existencia que fue
lo que vivió la humanidad hasta el derrumbe del Sistema Socialista en la
década de los ochentas, en cuyo lapso germina, circula y se afirma el dominio
unipolar imperialista; esto es, por un lado el sistema económico de Laisser
Faire, liberal capitalista (Dejar hacer, dejar pasar) y el de economía
planificada socialista; el primero que quiere perpetuar el régimen capitalista
íntegramente o con ciertas adaptaciones, modificaciones o reformas y el que
quiere transformarlo radicalmente en otro sistema que es el socialista. Era la
lucha entre el pasado y el futuro, lucha que continúa hasta el presente
acentuándose con énfasis en América Latina cuya crisis económica no ve la salida
del túnel.
El sistema capitalista en el que se mantiene y reafirma la propiedad privada de
los medios de producción, la compra venta de la fuerza laboral base de la
plusvalía y de las clases sociales, la producción con fines de lucro que culmina
en el monopolio, ocasiona la pobreza, miseria, inseguridad y migración forzada
que predomina en la mayoría de naciones bajo su influencia o dominio.
El sistema feudal tenía sus regulaciones y controles para la producción; el
posterior sistema capitalista, para afirmarse y ampliar su campo de acción
requiere exterminar o destruir todas las trabas y obstáculos que encuentre en su
recorrido y para tener el campo totalmente despejado hace flamear la bandera de
la libertad articulando artificiosamente la propiedad con la libertad, bajo el
lema: La propiedad es la libertad. El profesor Karl Polanyi sobre el tema
indica: Una economía mercantil es un sistema económico controlado, regulado y
dirigido solamente por los mercados; el orden en la producción y distribución de
artículos está confiado a este mecanismo autorregulador. Una economía de esta
índole se deriva de la esperanza de que los seres humanos se comporten en forma
tal que logren las máximas ganancias monetarias. Supone mercados en los que la
oferta de artículos (incluyendo servicios) disponibles a un precio definido,
iguale a la demanda a ese precio.
En todas las formas de producción anteriores al capitalismo el hombre en una u
otra forma dirige, regula y controla la economía. En el sistema capitalista
implantado en el mundo actual la meta única y fundamental es el lucro, tener
utilidades sin importar lo que se produzca, o sea, sin considerar si la
producción cumple la función social en beneficio de las mayorías; es la economía
la que controla y dirige al hombre; las leyes del mercado son las que regulan
los fenómenos económicos que casi a diario se presentan, por eso es importante
destacar lo que sobre esta conflictiva situación, al inicio de la obra destaca
su autor: Vivimos la era en que se confunden los medios con los fines. Vivimos
el tiempo en que lo importante es exhibir cifras, cuadros estadísticos que
demuestren los avances logrados en la economía, aunque siempre se calla o
esconde aquello de a dónde va dirigida la riqueza generada. Lo cierto es que nos
hemos olvidado del hombre como el sujeto principal de la actividad económica.
Por el contrario, el sistema socialista tiene como objetivo fundamental producir
bienes y servicios con fines a la satisfacción de las necesidades y uso de toda
la sociedad, en el que las decisiones no están abandonadas al azar, como lo
impone por ejemplo la denominada ley de la oferta y la demanda, sino por tener
el organismo competente información real de las condiciones económicas que tiene
que afrontar, algo diferente a la exigencia del capitalismo de lucro, beneficios
y ganancias, que produce abundancia para sí a costo de la extracción de
plusvalía permanente en deterioro de las grandes mayorías condenadas a subsistir
en la miseria.
El aporte que nos da Giovanni Carrión, no es exclusivamente teórico en los
conceptos y esquemas de la socio-política y economía como aquellos que se
elaboran en el seno de los países desarrollados aplicados fundamentalmente a sus
contexturas sociales, políticas y económicas, donde más interesa el
fortalecimiento de la macroeconomía soslayando los intereses de quienes la
engrandecen que son los trabajadores. Tampoco pretende exteriorizar
literariamente la decadente y casi estéril corriente neoliberal, impugnada y
severamente criticada por amplios sectores de la comunidad mundial, sino más
bien, confrontar lo estático en que sigue debatiéndose el mundo de los pobres
enraizado al pasado de pobreza y miseria, frente a la grotesca opulencia de los
pocos ricos que olímpicamente deambulan por el planeta, señalando acertadas
soluciones con temas para el estudio profundo y análisis de la realidad que lo
encontramos al tratar el lacerante y preocupante problema de la educación y la
cultura como base para la redención de los países, descuidada intencionalmente
en su atención que debe ser prioritaria; el autor al respecto nos dice: En
definitiva, cuando la estrategia para el Ecuador y en general para América
Latina- la centramos en los tres pilares: Estado-capital cultural-capital
social, estamos proponiendo un nuevo enfoque para su desarrollo en el que
básicamente se trata de rescatar al hombre como el objeto principal de la
actividad económica. Nos referimos a la humanización del hombre, pero no de
cualquier persona, sino de ciudadanos preocupados del bienestar común.
La educación y la cultura no pueden quedar al vaivén de la eventualidad; el
proceso educacional y cultural debe planificarse para que se acople a las
necesidades del desarrollo económico de la sociedad, se socialice y universalice
de manera que sus integrantes disfruten de los bienes materiales y espirituales,
actualmente vedados para la mayoría, a la vez que se modela la nueva conciencia
del hombre ecuatoriano y latinoamericano, con deberes que cumplir pero también
con derechos que ejercitar y disfrutar.
Las concepciones que afloran en el lúcido pensamiento de Giovanni Carrión
Cevallos, como una contribución para promover y hacer realidad los ambiciosos
planes de modernización y cambio, por su amplia documentación como por la
claridad y didácticos enfoques realizables, mantienen una inquietud permanente
sobre los problemas tratados por su vigencia en el presente, refrescando la
amnesia colectiva.
Si bien el objetivo de la publicación es colaborar en llenar el vacío que existe
en esta materia, también lo es entregar al pueblo un estudio magistral para que
pueda conocer e interpretar su realidad, esto es, decirle con firmeza la verdad
y sin temor. Un nuevo enfoque que se va imponiendo en el continente, mucho más
pragmático que teórico, al encuentro de soluciones acertadas como respuestas a
las siguientes interrogantes. ¿Qué se puede hacer para acelerar la
efectivización de políticas y proyectos de desarrollo y cambio social?. ¿ Con
qué políticas podría adecuarse en mejor forma el conglomerado nacional frente al
desafío de los grandes requerimientos educativos y culturales del país y la
región?. ¿Cuáles son los mecanismos más idóneos y el rol que debe jugar el
Estado para la motivación y movilización de las grandes masas populares para su
activa participación en el proceso de cambio y las tareas de renovación y
modernización, dejando de ser anestesiados espectadores?
Muchas de las respuestas a éstas interrogantes están en el texto que en un
ejercicio de cátedra a la comunidad generosamente entrega el autor a sus
conciudadanos y al pueblo del continente, enalteciendo los cimientos de su
formación académica que circula desde la Escuela José Antonio Eguiguren La
Salle, el ya legendario Colegio Bernardo Valdivieso, fragua permanente de la
intelectualidad del país y la Universidad Técnica Particular de Loja, así como
la Universidad Central del Ecuador y la Pontificia Universidad Javeriana de
Bogotá. Un encuentro del autor cuando estudiante y ahora profesional con los
enfoques de la ortodoxia religiosa frente al transformador laicismo propugnado
en la Revolución Francesa, del que saca conclusiones de equidad y justicia para
la humanidad identificándose como un convencido humanista que conjuga
armónicamente las ideologías controvertidas para comprometer la participación
del Estado como ente regulador conjuntamente con la empresa privada sin que
pierdan su identidad, hacia la conquista de los fines que proclama y requieren
las grandes mayorías de los pueblos del orbe.
La obra a no dudarlo llena un notorio vacío en materias científicas tan
complejas y delicadas y cumple con la plausible finalidad de independizar las
informaciones unilaterales de las corrientes ideológicas y mantener latente el
deber ciudadano de fortalecer la presencia y obligación estatal en concordancia
con el sector privado a fin de articular políticas que posibiliten hacer
realidad los objetivos y recomendaciones planteadas en el texto.
Loja, 18 de diciembre del 2002