LOS LENGUAJES DE LA ECONOMÍA

Un recorrido por los marcos conceptuales de la Economía.

PARTE TERCERA: LOS MARCOS CONCEPTUALES DE LA ECONOMÍA.

CAPÍTULO 7.- LA ESTATICA Y EL EQUILIBRIO: LA ECONOMÍA MARGINALISTA.

La vertiente anglosajona del marginalismo: William Stanley Jevons

Nacido un año después de la muerte de Malthus, y sólo siete años mayor que Marshall, William Stanley Jevons no recibió, a diferencia de muchos de sus antecesores y contemporáneos, una formación en ciencias morales, sino en matemáticas, biología, química y metalurgia. Esta formación, con toda seguridad, influyó en su modo de proceder en Economía: el desarrollo de conceptos estadísticos, su amplia aplicación en el análisis económico, el uso de gráficas, y la aplicación de las matemáticas al estudio de la economía.

En 1871 se publicaron los Grundsätze de Menger y la Theory de Jevons, y tres años más tarde los Élements de Walras. Pero durante quince años a partir de aquella fecha nadie se dio cuenta de la similitud de los tres libros. Jevons murió en 1882 sin saber que Menger había publicado una obra acerca de la teoría de la utilidad, la cual se parecía prodigiosamente a la suya. Por otra parte, el libro de Jevons sigue estrechamente tanto el orden como la sustancia de su breve Notice of a General Mathematical Theory of Political Economy enviado, en 1862, a la sección F de la British Association for the Advancement of Science. El ensayo pasó inadvertido y no fue publicado. Cuatro años más tarde aparecía en el Statistical Journal, donde ocupaba una extensión de casi cinco páginas.

En la Notice se encuentra el núcleo de todas las ideas posteriores. Un cálculo hedonístico permite poner en los dos platillos de la balanza la utilidad del consumo y la desutilidad del trabajo. El precio de la mercancía no viene determinado por su utilidad global, sino por la comparación entre la utilidad marginal de su consumo o, como aquí se expresa, «el coeficiente de utilidad [que] es la relación entre el último incremento u oferta infinitamente pequeña del objeto y el incremento de placer que produce», la desutilidad marginal de su producción, «el trabajo [siendo] realizado, en intensidad y en duración, hasta que un ulterior incremento hará más fatigoso que placentero el incremento de producto así obtenido. La cantidad es valorada por la suma de utilidad cuyo disfrute es diferido. Como hay que suponer que en el trabajo concurra la ayuda de algún capital, el tipo de interés está siempre determinado por la relación en la que un nuevo incremento está con el incremento de capital con el que ha sido producido». Una frase final indica la amplitud de su distanciamiento de la escuela clásica: «El interés del capital no tiene relación con la ganancia absoluta del trabajo, sino con el aumento de ganancia que permite el último incremento de capital.

La Theory desarrolla la promesa hecha en la Notice: «reducir el problema central de esta ciencia en forma matemática», introduciendo diagramas y enunciando la tesis en forma matemática con un uso frecuente de los símbolos del cálculo diferencial. Para Keynes (1972), el libro es el primer tratado que presenta en una forma acabada la teoría del valor basada en evaluaciones subjetivas, el principio de la utilidad marginal y la técnica actual de uso corriente del álgebra y de los diagramas.

Para mostrar las diferencia entre el análisis de Jevons y el de sus predecesores, baste tomar la siguiente cita de la Teoría de la Economía política:

El hecho es que el trabajo una vez consumido no influye sobre el valor futuro de ningún artículo: desaparece y se pierde para siempre. En el comercio, el pasado es siempre pasado, y cada vez partimos de cero, estimando los valores de las cosas a la luz de su utilidad futura. La industria es esencialmente prospectiva, nunca retrospectiva, y es raro que el resultado de una empresa coincida exactamente con las primeras intenciones de sus promotores.

Pero, si bien el trabajo no es la causa determinante del valor, es, en gran número de casos, la circunstancia determinante, en el modo siguiente: El valor depende únicamente del grado final de utilidad. ¿Cómo podemos modificar este grado de utilidad? Teniendo mayor o menor cantidad de mercancías para consumir. ¿Y cómo obtener una cantidad mayor o menor de ellas? Consumiendo más o menos trabajo al hacer provisión de ellas. Según esta concepción, entre trabajo y valor existen dos estadios. El trabajo influye en la oferta, la oferta influye en el grado de utilidad que regula el valor, o la relación de intercambio. Para que no haya posibilidad de error sobre esta serie importantísima de relaciones, la repetiré en forma tabular, como sigue:

El coste de producción determina la oferta;

La oferta determina el grado final de utilidad;

El grado final de utilidad determina el valor.

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