Un recorrido por los marcos conceptuales de la Economía.
CAPÍTULO 3.- LAS TEORÍAS COMO ESTRUCTURAS CONCEPTUALES
Feyerabend y la inconmensurabilidad
Hemos finalizado el anterior apartado otorgando suma importancia al lenguaje y, en particular, diciendo que los cambios de paradigmas científicos son cambios de lenguaje. Nuestro propósito en el presente apartado es proseguir de la mano de Feyerabend con algunos aspectos relativos al lenguaje, al cambio de lenguajes y a la confrontación de los mismos, especialmente a la posible inconmensurabilidad de los lenguajes o de parte de ellos.
Expresiones lingüísticas e inconmensurabilidad
Para Feyerabend (1962), Lo que ocurre cuando se pasa de una teoría T a una teoría T más amplia (la cual, suponemos, es capaz de abarcar todos los fenómenos abarcados por T) es algo mucho más radical que la incorporación al contexto de T, de la teoría T inalterada (esto es, inalterada respecto a los significados de sus principales términos descriptivos, así como respecto a los significados de los términos de su lenguaje observacional).. Lo que ocurre más bien es una sustitución de la ontología (y quizás incluso del formalismo) de T por la ontología (y el formalismo) de T, y el correspondiente cambio de los significados de los elementos descriptivos del formalismo de T (suponiendo que estos elementos y este formalismo sigan utilizándose).
Dicha sustitución afecta no sólo a los términos teóricos de T, sino también, por lo menos, a algunos de los términos observacionales que aparecen en sus enunciados contrastantes. Es decir, no sólo aparecerán infiltradas descripciones de cosas y procesos en el dominio en el que T ha sido aplicada, bien sea con el formalismo y los términos de T o bien, si los términos de T aún se utilizan, con los significados de los términos de T, sino que las sentencias que expresan lo accesible a la observación directa dentro de este dominio significarán ahora algo diferente. En resumen, introducir una nueva teoría implica cambios de perspectiva tanto respecto a los rasgos observables como a los rasgos no observables del mundo, y cambios correspondientes en el significado de los términos incluso más «fundamentales» del lenguaje empleado.
Los cambios de ontología van acompañados frecuentemente de cambios conceptuales. El descubrimiento de que ciertas entidades no existen puede forzar al científico a redescribir los sucesos, procesos y observaciones que se pensaba que eran manifestaciones de ellas y que se describían, por tanto, en términos que suponían su existencia. O pueden obligarle a usar nuevos conceptos mientras que las viejas palabras seguirán en uso durante un tiempo considerable. Ello nos lleva a la inconmensurabilidad entre las teorías. Pero, ¿son inconmensurables dos teorías particulares? No es una pregunta completa. Las teorías pueden ser interpretadas de maneras diferentes. Serán conmensurables en unas interpretaciones, inconmensurables en otras. (Feyerabend, 1970, pp 106-9).
Las teorías inconmensurables pueden, pues, ser refutadas por referencia a sus respectivos tipos de experiencia, es decir, descubriendo las contradicciones internas que surgen (en ausencia de alternativas conmensurables, estas refutaciones son, sin embargo, bastantes débiles). Sus contenidos no pueden ser comparados, ni es posible hacer un juicio de verosimilitud, excepto dentro de los confines de una teoría particular (Feyerabend, 1970, pp 119).