Consuelo E. Izquierdo Albert
2.3.1 IMPACTO DE LA GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL EN EL COOPERATIVISMO LATINOAMERICANO.
¿Qué ha significado esto para el cooperativismo?
En primer lugar el movimiento cooperativo se ha visto afectado como todo el mundo. Así como han desaparecido cientos de miles de empresas en el marco de la Globalización y la hipercompetencia, han desaparecido también decenas de miles de cooperativas.
Muchas cooperativas se han visto directamente enfrentadas a grandes empresas transnacionales, muchas de ellas con ventajas de capital y legislaciones que no habían tenido antes. (México, Colombia, Argentina).
A nivel intelectual y de actitudes, las cooperativas también tuvieron que hacer frente a instituciones internacionales de comunicación y educación que han proclamado el predominio de los negocios controlados por los capitales de inversión.
En este contexto, el valor de las empresas cooperativas también resultó cuestionado pues su actividad está más ligada al desarrollo local y al beneficio social, factor que comúnmente va en contraposición con la mencionada corriente.
Por otra parte, a diferencia de las micros, pequeñas y medianas empresas, el movimiento cooperativo y su sector actúan como una red, lo cual acentúa su capacidad de acción, de defensa de sus asociados(as) y de sus actividades. Pero también eso hace vulnerable al movimiento lo que, ya que tiene un efecto de contagio muy grande. Cuando una cooperativa entra en crisis porque se ve afectada por los efectos de la Globalización o las medidas Neoliberales en boga, la tendencia es la réplica del problema a todo el movimiento.
El cooperativismo se ha visto obligado en el contexto de la Globalización Neoliberal a reforzar su carácter empresarial (económico) a través de la aplicación de técnicas de gestión importadas de la empresa capitalista convencional, ha crecido en términos cuantitativos inclusive pero, en detrimento de su encargo social con la consiguiente lesión a sus valores y principios esenciales de la cual la empresa cooperativa es portadora.
Entonces, en esa armonía entre lo económico y lo social, expresado a través de la empresa cooperativa, se ha producido una ruptura, conformándose un cooperativismo exitoso que se desliza hacia terrenos de puro pragmatismo economicista y la pérdida de sustancia ético-moral.