Pulse aquí para acceder al índice general del libro. Esta página carece de formato, tablas y notas. Pulsando aquí puede acceder al texto completo en formato DOC comprimido en ZIP (239 páginas, 550 Kb) |
F.J. Blancas Peral y E.M. Buitrago Esquinas
CAPÍTULO III: LA DEMANDA TURÍSTICA DE SEVILLA.
III.3. GRADO DE OCUPACIÓN Y ESTACIONALIDAD
El grado de ocupación se define como una variable que relaciona la capacidad
de alojamiento disponible por unidad de tiempo y su utilización efectiva en
el mismo periodo. Así pues, el grado de ocupación mensual por plazas es: el
cociente entre el total estimado de pernoctaciones en un mes y el producto
del número estimado de plazas disponibles en los hoteles en el mes de
referencia por el número de días que ese mismo mes tiene . Este cociente se
obtiene para cada categoría de establecimiento y nivel geográfico que se
publica y los resultados se expresan en porcentajes. De este modo, esta
variable nos sirve para analizar los niveles de aprovechamiento de la
infraestructura hotelera existente y, al desagregarlos mes a mes, para
analizar la estacionalidad de la demanda. Es una variable que, por tanto,
relaciona aspectos de la demanda y la oferta turística.
TABLA 3.9. Grado de ocupación mensual por plazas en establecimientos
hoteleros en la provincia de Sevilla
Si hacemos referencia a los datos provinciales (para los que disponemos de
una serie más larga y completa recogida en la Tabla 3.9.), en general, el
grado de ocupación mensual por plazas en establecimientos hoteleros ha sido
creciente a lo largo del período analizado. Cabe destacar la marcada
estacionalidad del alojamiento hotelero en Sevilla, alcanzando las mayores
cifras de ocupación en los meses de primavera (abril y mayo) y otoño
(septiembre y octubre), sobretodo en los primeros años de la década. El mes
de abril, coincidiendo con las fiestas locales de Semana Santa y Feria, es
el mes que presenta mayor grado de ocupación en todo el período analizado .
No obstante, el alojamiento hotelero tiende a desestacionalizarse con el
tiempo. Esto se observa fundamentalmente en los 3 últimos años del período,
donde el grado de ocupación es más homogéneo presentando, en consecuencia,
una menor dispersión. Así, los meses más atractivos han reducido sus
porcentajes de ocupación (el mes de abril de 1985 presentó una ocupación del
62% y el de septiembre del 62%, en 2001 estas cifras disminuyeron al 64,8%
en abril y el 57,3 en septiembre) y los que tradicionalmente presentaban
menores cifras han experimentado un notable crecimiento (en enero y febrero
de 1985 la ocupación fue del 29,1% y 35% respectivamente y en 2001 aumentó
al 33,6 y 40,51%). Estas tendencias son consecuencia directa de las
estrategias diversificadoras que se están llevando a cabo desde mediados de
la década de los noventa y que tendremos ocasión de analizar en el capítulo
dedicado a la Política Turística.
Si analizamos los dos últimos años de la serie, se observa que en el 2002 ha
disminuido el grado de ocupación con respecto al año anterior, alcanzando
algunos meses cifras inferiores a las que tenían en 1985 (abril, julio,
agosto y septiembre).
En la Tabla 3.10. reflejamos la evolución del grado de ocupación en la
ciudad de Sevilla y desagregamos dicha información por meses para poder
realizar comparaciones con la información ofrecida anteriormente. En este
sentido, cabe señalar que se verifica, en base a los datos disponibles, la
tendencia creciente del grado de ocupación descrita anteriormente a lo largo
de todo el periodo en el municipio. De igual forma, se observa como al final
del periodo se produce una caída del mismo sobre todo por la disminución de
los viajes a larga distancia que tenían como destino Sevilla por parte de
los visitantes extranjeros derivada de los acontecimientos del 11 de
Septiembre.
TABLA 3.10. Evolución del grado de ocupación mensual por plazas
De igual forma, se pone de manifiesto una estacionalidad aún más marcada
para el caso del municipio, pero no obstante el proceso de
desestacionalización es bastante significativo produciéndose una dispersión
a lo largo del año. A pesar de ello, se identifican, al igual que para el
caso de la provincia, dos periodos importantes en términos de ocupación a lo
largo del año: el primero, desde marzo a mayo, coincidiendo con las grandes
Fiestas Mayores de la ciudad y la época alta del turismo cultural, y un
segundo periodo, desde septiembre, o incluso agosto hasta noviembre, basado
sobre todo en la actividad congresual desarrollada en la ciudad. A pesar de
ello, se observa claramente en todo el periodo la influencia de las
estrategias diversificadoras puestas en marcha desde la administración y que
más adelante analizaremos como ya indicamos anteriormente.