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Alfonso Klauer
La reciprocidad en el mundo andino
En los Andes, la economía estuvo basada en un régimen de múltiples reciprocidades entre la población... se lee en la Gran Historia del Perú 658 y como también reivindica Culturas Prehispánicas.
Los miembros de una familia extensa (aillu) estaban vinculados por múltiples obligaciones ritualmente establecidas se nos sigue diciendo. La reciprocidad abarcaba todos los aspectos de la vida diaria. Mas ello ocurría agregamos, desde tiempos inmemoriales.
La historiografía tradicional andina como en el caso de los párrafos que acabamos de citar, viene sistemáticamente sugiriendo que la práctica de la reciprocidad fue privativa del mundo andino. ¿Acaso el comienzo del primer párrafo que acabamos de transcribir no lo insinúa? ¿Es lo mismo decir en los Andes... insinuándose que sólo en los Andes, que decir: En los Andes, como en el resto de las sociedades de la remota antigüedad del planeta....
El accionar colectivo todos en beneficio de todos, fue la primera modalidad de reciprocidad que se dio entre los seres humanos.
Era consustancial e insustituible, por ejemplo, para la caza de animales mayores, desde época tan remota como la del Australopitecus, hace varios millones de años. ¿Acaso no lo ha puesto en evidencia el arte rupestre? Sin embargo, lo que hoy conocemos como reciprocidad propiamente dicha hoy por ustedes, mañana por nosotros o ustedes hacen aquéllo y nosotros ésto y compartimos , probablemente no apareció en la Tierra sino conjuntamente con la agricultura.
Porque muy pronto descubrió el hombre que, inexorablemente, parte de la siembra fracasaba, por caer en extemporaneidad climática, si para dicha tarea no se contaba, oportunamente, con el concurso de todos los miembros del grupo. Y otro tanto ocurría en la cosecha: parte de los frutos se pudrían en la tierra si no eran extraídos a tiempo en recíproca cooperación.
Por su parte, en la construcción de las primeras viviendas, que también surgieron en consonancia con la agricultura, fue igualmente indispensable la reciprocidad. Si todos no concurrían a la edificación, la vivienda a medias era invariablemente destruida por las lluvias en la temporada siguiente.
La reciprocidad, pues, fue durante milenios indispensable e insustituible. Y en todos los rincones del planeta. Se dio pues en el norte de África, hasta antes del advenimiento del Viejo Imperio Egipcio; en Mesopotamia, durante el largo período precedente al surgimiento del imperio de Babilonia; en Europa Oriental, quizá hasta los tiempos de la Guerra de Troya; y en Europa Occidental muy probablemente hasta los tiempos de Rómulo y Remo.
Por cierto nada de ello aparece explícitamente en los textos tradicionales de Historia. Mas invariablemente está escondida en ellos la prueba más concluyente e irrefutable: el desarrollo de la agricultura. Ésta, en ningún rincón del globo, habría podido progresar sin la práctica de la reciprocidad.
En referencia al mundo andino, Brawn afirma que las relaciones sociales dentro del ayllu son semejantes a las de una comunidad sin clases..., es decir, pues, semejantes a aquéllas de los mundos a los que acabamos de hacer referencia.
No obstante, en el siglo XVI los cronistas europeos empezaron a sembrar la idea de la originalidad andina de esa práctica.
El ingenuo asombro y la errónea conclusión de los cronistas españoles al llegar al mundo andino, tiene pues una explicación muy simple: no eran historiadores. De haberlo sido, habrían sabido que habían llegado a un mundo en el que todavía estaban en uso prácticas comunitarias que, muchísimos siglos atrás, habían desaparecido de Europa.