EL ORDEN ECONÓMICO NATURAL

EL ORDEN ECONÓMICO NATURAL

Silvio Gesell

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La estabilización del comercio internacional

a) Los hechos

1) En los países de la Unión Monetaria Latina, antes de la guerra, las piezas de plata de 5 francos circulaban libremente. (1) Podían exportarse sin dificultad alguna de cualquiera de estos países a otro, tenían la misma fuerza de pago que las demás monedas de esos Estados, y circulaban también en la mayoría de los casos a la par de ellas.

2) La pieza de 5 francos era al mismo tiempo moneda fiduciaria. Durante un tiempo estaba garantizada sólo en un 50 % de su contenido de plata. Podía adquirirse con ella el duplo de su contenido en plata, de manera que de cada dos de esas monedas, una podía ser considerada siempre como verdadera moneda fiduciaria. El que fundía la moneda, perdía la mitad.

3) Debido a su libre circulación desempeñaba el papel de un árbitro automático, o sea de un regulador internacional del cambio, de un nivelador internacional del precio general de las mercancías.

4) Los balances comerciales y de pagos estaban completamente dominados por ese árbitro automático.

5) Si, por ejemplo, en el país A de la Unión, la circulación monetaria había aumentado (ya sea en cantidad, ya sea en rapidez) en desproporción con respecto a la circulación monetaria de los demás países signatarios, B o C, entonces los precios de mercaderías subían arriba del nivel de precios de B o C. Esto ocasionaba un aumento en A de la importación de los países B y C, y una reducción de la exportación, por cuya razón se producía un saldo negativo en el balance de mercaderías y pagos, y este saldo se compensaba en la exportación de piezas de 5 francos.

6) Dicha exportación de A a B y C presionaba sobre los precios en A y, al mismo tiempo, los elevaba en B y C. Hay que agregar que las piezas de 5 francos servían de garantía para los billetes, y que la exportación de esas piezas, que se retiraban del Banco Emisor, significaba generalmente el retiro de una doble cantidad de billetes, teniendo, por consiguiente, doble efecto. Esta exportación continuaba hasta que el equilibrio de los precios de productos, el de la importación y exportación y el del balance comercial y de pagos, se hubiera restablecido.

7) Si el aumento de billetes continuaba en el país A hasta el desplazamiento completo de las piezas de francos, entonces el saldo pasivo del balance de pagos ya no podía compensarse por la exportación de aquellas monedas, y el árbitro automático dejaba de funcionar; en su lugar apareció el agio.

8) Si se deseaba eliminar el agio en A, entonces retirábase papel‑moneda. Así bajaban los precios de mercaderías, la importación decrecía, repuntando la exportación hasta que el balance de pagos pasivo tornábase activo, vale decir, hasta cerrar con un superávit. Entonces afluían nuevamente las piezas de 5 francos, que habían sido expulsadas por la precedente emisión de billetes, y comenzaba el juego inverso, hasta llegar a la compensación completa. Los precios de las mercaderías estaban entrelazados por la pieza de 5 francos como por un sistema de vasos comunicantes, donde el nivel de agua, después de cualquier alteración, recupera automáticamente el equilibrio.

9) Mientras en todos los países de la Unión Monetaria la emisión de billetes se orientaba por las señales de alarma mencionadas en los números 7 y 8, las oscilaciones del cambio debían mantenerse absolutamente dentro de los gastos de remisión de las monedas de plata.

10) La estabilidad de la cotización del cambio no se conseguía, pues, por la internacionalización de toda la circulación monetaria, sino por la validez internacional delegada a una cantidad limitada de monedas.

(El objeto verdadero de la Unión Latina era, por cierto, otro. Sus fundadores no habían previsto que la moneda de plata se elevaría a la categoría de monedas fiduciarias. Sólo a través de la teoría del papel moneda puede concebirse el mecanismo del árbitro automático arriba descripto.)

b) Conclusiones

1) El juego de fuerzas antes explicado concuerda enteramente con la teoría cuantitativa, y es al mismo tiempo la prueba de su exactitud.

2) Es evidente que en el juego mencionado no cambiarían las fuerzas, si en lugar de las piezas de plata de 5 francos se implantaran otras de papel, ya que las piezas de plata, en su calidad de dinero, no obraban en virtud de su contenido metálico fino. Lo que la convertiera en moneda internacional fué más bién el privilegio que le había sido conferido por convenios internacionales.

3) Si semejante moneda, fabricada bajo las potencias interesadas, sólo se expendiera en una cantidad determinada al efecto, y en una única clase de moneda, por ejemplo de 5 francos, entonces esa moneda internacional entraría y saldría libremente en todas partes, desempeñando el rol de auto‑regulador de las importaciones y exportaciones, manteniendo las cotizaciones del cambio a la par, tal como lo hace actualmente la moneda de 5 francos.

4) La afluencia extraordinaria de semejantes billetes sería una prueba de la escasez del papel‑moneda nacional en circulación, y el reflujo una prueba de su abundancia.

5) La desaparición completa de los billetes internacionales y el consiguiente agio sería la señal de alarma para proceder a un drenaje enérgico del mercado monetario, que debiera continuar hasta la desaparición del agio y reaparición de los billetes internacionales.

6) A la inversa, una gran afluencia de estos billetes internacionales sería la prueba exacta de que escasea la circulación de moneda nacional, a no ser que quiera suponerse que los billetes internacionales hayan sido expulsados de todos aquellos países por el exceso de dinero nacional. Esta última suposición, empero, es una cuestión del sistema monetario propiamente dicho, y no debe confundirse con el problema del cambio.

En el capítulo siguiente daremos un cuadro de las bases de la Unión Internacional de Cambio que debería fundarse según nuestras proposiciones.

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(1) El acuerdo monetario latino comprende a Francia, Italia, Bélgica, Suiza y Grecia. Entre tanto ha sido anulado en Julio de 1921.