RESUMEN DE LOS RESULTADOS DE NUESTRO ESTUDIO

Tomando como criterio de selección el volumen de contratación en bolsa, se han escogido los siguientes doce valores, que figuran entre los de mayor volumen en el periodo 1978-1986:

BANCO DE BILBAO
BANCO CENTRAL
BANCO DE VIZCAYA
BANCO ESPAÑOL DE CREDITO
BANCO DE SANTANDER
TELEFONICA
COMPAÑIA ESPAÑOLA DE PETROLEOS
UNION DE EXPLOSIVOS RIO-TINTO
SEVILLANA DE ELECTRICIDAD
UNION ELECTRICA FENOSA
IBERDUERO
HIDROELECTRICA ESPAÑOLA
De ellos se han seleccionado para el periodo 1970-1985 las Cotizaciones de fin de mes, los Dividendos brutos y el valor medio del Derecho; estos datos provienen de las Agendas Financieras del Banco de Bilbao y del servicio de bolsa del mismo banco.

El objetivo de tomar datos comprendidos entre ambas fechas es abarcar dos periodos diferentes en cuanto al comportamiento de la bolsa, siendo estos 1970-1975 y 1976-1985. La crisis en bolsa se empieza a notar precisamente a finales del año 1975, produciéndose el año 1985 un nuevo cambio en su comportamiento con el auge que ha cobrado en los últimos años.

Construimos, a continuación, dos series temporales diferentes: En primer lugar calculamos la correspondiente a las rentabilidades mensuales de las acciones seleccionadas, teniendo como criterios para el caso de ampliaciones y dividendos que se encuentran a caballo entre dos meses, la afección al primer mes, tanto de uno como del otro. Se obtiene a continuación el logaritmo neperiano de la rentabilidad más uno: ln(1+Rt), por las razones antes aducidas.

En segundo lugar, un índice que refleje la evolución de la cotización corregida por dividendos y derechos, que resulta más intuitivo para el inversor en bolsa. El cálculo será, tomando el año 1970 como base:

Rentabilidad Indice
(1+R1)
(1+R2)
100
100x(1+R1)
100x(1+R1)x(1+R2)

Aún aplicando la diferenciación de primer grado, es clara la debilidad de este índice desde el punto de vista estadístico, debido a que resulta afectado por incrementos elevados de cotización (especialmente los que se producen en el año 1985), que se traducen en problemas de heteroscedasticidad, vulnerando la hipótesis de varianza constante, a la vez que afecta a la estructura de autocorrelaciones. Es por ello por lo que nos inclinamos por la primera serie como más adecuada desde el punto de vista estadístico, aunque tal vez menos intuitiva.

Tenemos así dos series de cada valor, y cada una de ellas vamos a dividirlas en dos periodos, el que va desde 1970 a 1975 y el comprendido entre los años 1976 y 1985; haremos una excepción con Unión de Explosivos Rio-Tinto cuyos periodos serán 1970-1978 y 1979-1985, debido a la crisis de la empresa, que deja de pagar dividendos el año 1979. El objetivo de estas divisiones, y de la que se realizará posteriormente entre 1976-1980 y 1981-1985, es tratar de contrastar la aplicabilidad de la técnica viendo si las series son homogéneas, caso en el que se podría tratar de modelizar el comportamiento.

Visto lo anterior, el primer paso será comprobar que existe algún tipo de comportamiento en la serie, alguna estructura en las autocorrelaciones, en caso contrario (lo que correspondería a un "ruido blanco") no hay posibilidad de predecir con esta técnica. Si la serie no es puramente aleatoria habrá que comprobar su estacionariedad, lo que se traduce en el cumplimiento de las tres hipótesis de partida de la técnica Box-Jenkins, es decir se tratará de analizar si la serie es invariante en el tiempo. Dadas estas características, trataríamos de construir un modelo para predecir. Concretando tenemos tres etapas:

  1. Primera etapa: Comenzaremos el análisis con la serie que va de 1970 a 1985 tanto la de rentabilidad como la del índice. Si obtenemos mediante los test estadísticos que la serie resulta ser aleatoria, concluiremos diciendo que no se puede representar un modelo, ni por lo tanto predecir basándose en la información histórica.

  2. Segunda etapa: Si de la anterior etapa encontramos comportamientos en la serie, procederemos a la división de la misma, lo que llevará a analizar dos series (1970-1975 y 1976-1985) para estudiar su estacionariedad; sólo si se mantiene la estructura de autocorrelaciones habrá posibilidades de predicción. En esta etapa veremos como la crisis afecta de forma importante, de forma que las series divididas son totalmente distintas en sus características; parece evidente que no se puede predecir el segundo periodo basándose en la información del primero, ya que se trata de series diferentes.

  3. Tercera etapa: En aquellas series del periodo 1976-1985 que muestran algún comportamiento, procedemos nuevamente a su división en dos nuevos periodos: 1976-1980 y 1981-1985, y comprobar si son homogéneas. Si se mantiene el comportamiento, se podría estimar algún modelo en el primer periodo para predecir el segundo, en caso contrario no podríamos predecir, y al darse cambios estructurales (ademas sin causa aparente) llegaríamos a la conclusión de la dificultad de aplicación de técnicas estadísticas para la predicción.