COSTO PRODUCTIVO DE OPORTUNIDAD - CPO

 

La utilización de un bien inmueble genera una renta, que se convierte en ingreso para su propietario, bien sea por la utilización del bien como agente productivo (local ó industria) o por uso habitacional (arriendo y arriendo figurado).

 

Este CPO sería,

 

CPO = aCOC

 

Donde (a) es el coeficiente de productividad del bien inmueble. Este coeficiente es mensual y podría ser considerado como el costo de oportunidad del capital ó la tasa de interés (Tasa Efectiva Mensual) promedio del mercado. En algunas ciudades se acostumbra que el arriendo es igual al 1% del valor del inmueble, por lo tanto este coeficiente también podría ser aplicado.

 

La suma de CPO en un año, es igual al ingreso que recibiría el dueño del inmueble por su renta.

 

Algunos monumentos, por su especial naturaleza y calidad de gestión, tienen ingresos mensuales por su utilización, como es el caso de los Museos. Estos ingresos, excluyendo aquellos provenientes de los recursos de sostenimiento nacionales o internacionales[1], son de carácter corriente y son obtenidos del cobro por la prestación de un servicio al consumidor.

 

Según esta lógica, el pago de la "boleta" de entrada, es el valor de recibir los beneficios del servicio social prestado. Para el caso de los Museos, el cobro de la entrada es asimilable al costo de "enseñar" al visitante los contenidos del mismo. Estos recursos generados se usan para mantener las instalaciones en buenas condiciones y, en algunos casos, aumentar sus colecciones.

 

Entonces, la similitud entre el CPO y los ingresos por boletería, permite asimilar este indicador al nivel promedio de productividad que debería tener un monumento. Claramente esto no es tan preciso para aquellos monumentos que no tengan ingresos, por lo cual el COC se debe asumir como un costo de oportunidad mensual de formar Nación.

 

COSTO FISCAL DE OPORTUNIDAD - CFO

 

La posesión de una extensión de terreno en una ciudad, es considerada como una propiedad privada, pero esta propiedad privada se encuentra sobre el subsuelo que es de propiedad de la comunidad, por lo tanto los gobiernos locales han coincido en la tributación de este uso del suelo, creando el impuesto al predio ó al uso del suelo.

 

Este tributo es fundamental en las finanzas de las ciudades, ya que reporta parte de sus ingresos corrientes ó recurrentes anuales, por medio de los cuales definen sus gastos anuales de funcionamiento e inversión. Es claro entonces que declarar una edificación como monumento le cuesta a la ciudad, no sólo el mantenimiento del monumento (que en algunas ciudades es función del gobierno local), sino la pérdida de posibles ingresos corrientes.

 

Este CFO,

 

CFO = bCOC

 

Donde b es la tasa tributaria al bien inmueble; en muchas ciudades esta tasa se presenta según el uso del suelo ó actividad que en el predio se desarrolle, ya que son menores las tasas para uso residencial que para uso comercial. Esta tasa rara vez supera el 1% del VE del predio.

 

El CFO bien podría ser explicado como una sustitución que realiza el gobierno local, dejando de percibir cierto flujo de ingresos corriente por aumentar y mejorar el capital cultural intangible de la ciudad.

 

Esta sustitución no excluye a los estados de su deber de sostenimiento de los monumentos, nuevos o antiguos, ni mucho menos de su promoción. Mantener y promover un monumento, debe ser visto desde dos ángulos particulares. Primero, el deber estatal de fortalecer la identidad y el orgullo nacionales, y segundo, como un mecanismo de generación de flujos de capital foráneos, ya que el monumento es en sí mismo un atractivo turístico. Asumir que una pieza histórica es económicamente explotable, ha permitido que muchas ciudades se desarrollen, ante el fuerte impacto del turismo en sectores secundarios como el comercio y el transporte.

 



[1] En algunas naciones, existen presupuestos específicos para el sostenimiento de los monumentos, edificaciones y espacios de conservación. Estos se determinan como un aporte al sostenimiento de estos con el fin de conservarlos y de explotarlos económicamente. A nivel internacional, cuando la UNESCO nombra una edificación o un sitio como "monumento de la humanidad", esta institución colabora con los estados por medio de recursos provenientes del Fondo de Conservación Mundial, constituido con aportes de todas las Naciones miembros.