El capital y la estructura productiva

en la teoría económica de la Escuela Austriaca

La producción de bienes para el consumo requiere la utilización de bienes de capital que, a su vez, han sido producidos por otros bienes de capital. Hay bienes de capital que están muy próximos al consumo final, es decir, que el plazo de tiempo que requiere producir con ellos un resultado consumible es muy breve. Hay otros bienes de capital, en cambio, que están muy alejados del consumo. Solo sirven para producir otros bienes de capital o productos intermedios, que producirán o serán transformados en otros y así sucesivamente.


"Esperanza" (1903) de Gustav Klimt, en la Galeria Nacional de Canadá, Otawa. Pulsar en la imagen para verla ampliada.

Menger llamó bienes de primer orden a los bienes de consumo. Los bienes de capital y bienes intermedios necesarios para producirlos serán de orden segundo, tercero, etc. Serán de orden superior cuanto más alejados estén del consumo final. La estructura productiva de un bien de consumo se puede representar como un conjunto de etapas en cada una de las cuales se utilizan bienes de un orden determinado. Es previsible que diferentes empresarios se encarguen de producir bienes de capital de distinto orden. Algunos adquirirán bienes de capital de orden cuarto, por ejemplo, para producir con ellos bienes de orden tercero que venderán a otros empresarios. Los bienes de orden superior son menos específicos, es decir, pueden ser utilizados en diferentes procesos productivos. En cambio los bienes de capital y productos intermedios próximos al consumo serán ya muy específicos y no podrán ser destinados a otros usos.

Obsérvese que el acento austriaco en estas explicaciones está precisamente en la importancia del tiempo, en el enfoque dinámico, mientras que en la escuela neoclásica el enfoque es siembre estático, en busca de situaciones de equilibrio.

Los empresarios, en función de la información que tienen sobre los tipos de interés y las valoraciones que dan otros agentes a los diferentes bienes, elaborarán sus propios planes que consistirán en pedir prestado dinero, adquirir ciertos bienes de capital o productos intermedios, producir con ellos bienes de orden inferior o bienes de consumo y venderlos a tiempo para devolver el préstamo, los intereses y obtener su beneficio.

Cuando los tipos de interés son bajos, la estructura productiva puede hacerse más larga, es decir, los empresarios considerarán rentable invertir en la producción de bienes de orden superior, alejados en el tiempo del consumo final. En cambio, un tipo de interés más alto haría este tipo de inversiones poco rentable.