Observatorio de la Economía Latinoamericana

 


Revista académica de economía
con el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas  ISSN 1696-8352

 

Economía de Venezuela

 

¿Existe una alternativa al capitalismo?

Marcos Tulio Álvarez 
Economista UCAB 
marcostulio@economista.com
http://www.marcos-alvarez.com/ 

 

Esta reflexión cruza recurrentemente la mente de muchas personas, especialmente cuando comprobamos que existen unos pocos individuos inmensamente ricos y unas grandes masas sumergidas en la miseria.

¿Por qué algunos llegan a tener tanto y otros no tienen nada? ¿Cómo puede desarrollarse una sociedad con tanta desigual en la distribución del ingreso?

A veces pareciera que el capitalismo y el libre mercado, particularmente en los países en desarrollo, sólo sirven para aumentar la brecha existente entre los ricos y los pobres. Efectivamente, muchos venezolanos sobreviven a duras penas sin acceso a las comodidades más elementales o a los servicios más básicos.
¿Es posible que el sistema capitalista, el libre mercado y la propiedad privada sólo sean instrumentos para que unos pocos dominen el mundo y opriman de una forma u otra a las grandes masas?

La respuesta más apropiada a estas inquietudes hay que buscarla en la propia naturaleza humana. Aquí tenemos un gran dilema: libertad individual o igualdad. La competencia y el afán de lucro parecieran ser algo inherente a la naturaleza humana. De hecho, han sido de los estímulos más importantes para la humanidad a través de la historia. El hombre siempre está compitiendo, ya sea consigo mismo o con el vecino. Dentro de un marco de valores éticos razonables, es la competencia y el deseo de ganar lo que nos impulsa a ser mejores cada día: mejores estudiantes, mejores profesionales, mejores ciudadanos, mejores países, etc. En las sociedades donde se ha suprimido el deseo de competir sólo se ha logrado retrasar el avance económico, institucional y político (ese ha sido el caso de la totalidad de los países comunistas).

Ahora bien, en toda competencia hay ganadores y perdedores. El problema que se presenta en estructuras sociales atrasadas como la nuestra, es que los individuos no compiten en igualdad de condiciones ni están dotados de las mismas capacidades iniciales. Ésta es una falla evidente del sistema capitalista, el cual puede obligar a competir a personas que carecen de los recursos mínimos para hacerlo, dejándolos rápidamente fuera del juego y de la sociedad.

Si los ciudadanos de un país disponen de plena libertad para emplear sus talentos y capacidades en la forma que mejor crean conveniente, de una forma u otra se generará desigualdad entre ellos. Cada cual puede utilizar con mayor o menor atino su talento para insertarse productivamente en la sociedad.

Estas reflexiones nos permiten concluir que el capitalismo sólo puede sobrevivir en sociedades con fuertes y numerosas clases medias, donde se ha concretado un sistema de igualdad de oportunidades y valores éticos que permitan competir a las personas en forma justa. Es imperativo que las sociedades se esfuercen por evitar la exclusión y eliminar las barreras artificiales que se les imponen a los más pobres. Mejorar la calidad de la educación y la salud de los pobres es una excelente forma de incrementar su capacidad de competir.

En conclusión, los venezolanos deberíamos aprender a convivir con el capitalismo, no a luchar contra él. Podemos incorporar al sistema capitalista, el libre mercado y la propiedad privada como herramientas para promover el desarrollo económico. Pero también debemos asirnos de valores éticos que permitan utilizar estas herramientas a favor de las mayorías y no de unos pocos.


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