Observatorio de la Economía Latinoamericana

 


Revista académica de economía
con el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas  ISSN 1696-8352

 

Economía de México

 

¿Con qué se comen las reformas estructurales?

 

Por: Mtro. Gerardo Daniel Juárez Mtz. (CV)

 Universidad EDEC de Monterrey
 gerardo.juarez@gmail.com

 

Resumen

La presente colaboración busca compartir algunas reflexiones sobre las reformas estructurales que se buscan implantar en México, a pedido de los organismos internacionales.  Se describen principalmente las reformas energética, electoral y laboral, deteniéndose en ésta última, para reflexionar las implicaciones que tendría adoptarlas, principalmente en los estratos más bajos de la población.  Se propone además, intentar una economía social como alternativa de desarrollo.

Palabras Clave: Reformas estructurales, Reforma Energética, Reforma Electoral, Reforma Laboral, Seguridad Social, Economía Social, Rentabilidad Social.


 

Introducción

En el presente comentario, me permito compartir una serie de reflexiones, respecto de la problemática mexicana, tan necesitada de decisiones sobre el modo de enfrentar la economía global y la pobreza local, y tan falta de consensos que le permitan establecer un modelo, quizá no el deseado por los neoliberalistas, e incluso, quizá tampoco el deseado por los izquierdistas.

La falta de un navegante diestro en el timón político y económico del país, amén de la férrea, por no decir perra (con el perdón de los caninos, por supuesto) lucha por el poder, ha llevado al país a la confusión, ya que no se sabe si se vive en un mundo de ficción (Foxilandia señalan algunos periodistas), realidad o surrealidad.

Se comentarán algunos tópicos relativos a las reformas estructurales, y su afectación principalmente, en las prestaciones laborales.

I.                  Las reformas estructurales

Las reformas estructurales, son el conjunto de propuestas (llamémosle agenda) que los organismos internacionales y las potencias económicas, imponen en las economías subdesarrolladas y emergentes, bajo la pena, amenaza o sugerencia, de que si no son impulsadas, los países perderán competitividad.  Es una manera de abaratar los costos de producción, en un mercado globalizado.

Por la teoría económica de la ventaja,  conocemos, que los países deben dedicarse a aquellos rubros o actividades en los que son más eficientes, para obtener más ingresos y evitar desperdiciar sus esfuerzos, en el desarrollo de actividades que no reditúan, o que dejan muy poco margen de ganancia, neoliberalismo puro.

Las reformas contemplan cambios en seis grandes rubros: Reforma Electoral, Reforma del Poder Legislativo, Reformas al Federalismo Hacendario, Reforma Presupuestaria, Reforma Energética y Reforma Laboral.

Explicaré un poco, qué se pretende en la Electoral, la Energética y la Laboral, dado que son de vital importancia, en la elección del presidente en Julio próximo.

a.      Reforma Electoral.  La democracia en México es cara, principalmente porque el dinero del financiamiento público que reciben los partidos políticos, se canaliza a comprar tiempo triple A en las televisoras nacionales, y   compromisos poco claros, como lo refiero en una colaboración anterior[1].

Una propuesta presentada en el Congreso de la Unión, allá en el lejano 2004 proponía entre otras cosas: " una disminución del 50% al financiamiento público de las campañas intermedias, regulación de precampañas, devolución de bienes de los partidos que pierdan el registro y transparentar el financiamiento privado que reciban partidos y candidatos"[2].

b.      Reforma Energética. La energía es un activo importantísimo para el gobierno mexicano, dado que por disposición constitucional, tiene facultades exclusivas en su generación, manejo, explotación y propiedad, además de que por su distribución y venta, obtiene ingresos e impuestos muy jugosos.

Los activos energéticos tienen vital importancia para los grandes capitalistas, quienes buscan pagar lo menos posible por los insumos, incrementando sus utilidades, sin que ello signifique compartir dicha riqueza, o cree el amable lector que de verdad desean compartirla.

Un grito-solicitud muy reiterado por los neoliberalistas internacionales y sus corifeos mexicanos actualmente en el poder, es el hecho de que el gobierno no tiene la capacidad de modernizar los procesos de generación y distribución de luz, gas y petróleo, dado que no puede distraer recursos de atención social, a la modernización de la industria energética nacional, y según ellos, las empresas no son rentables.

La pregunta del millón de dólares: Si las empresas públicas de energéticos mexicanos son ineficientes, cuentan con un pasivo laboral enorme y no tienen flujo de efectivo para su modernización, ¿por qué son tan atractivas? Para comprarlas a precio de remate, supongo.

En el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-94) se instrumentó la devolución de los bancos a los inversionistas privados y se permitió el servicio de banca por parte de extranjeros, la privatización bancaria ha sido una experiencia dolorosa para la economía mexicana, para muestra, un botón: el caso Fobaproa[3].

c.       Reforma Laboral.  Amén de bajar el costo de las materias primas, se busca bajar el costo de la mano de obra, así las cosas, la rentabilidad será cada vez mayor.  En vez de buscar eficiencias en los procesos productivos, la inteligencia de mercados y/o la diversificación, se van por la fácil, reducirle las prestaciones al personal o reducirlos al desempleo.

 

México había gozado durante años, de un sistema laboral muy benévolo, si ustedes desean llamarlo así, paternalista.  Un sistema que dio muy buenos resultados económicos, si no hubiera sido así, dudo que hubiese ricos en México, e incluso dudaría de que gentes como Lorenzo Zambrano (Cementos Mexicanos) y Emilio Azcárraga (Televisa), herederos de emporios industriales generados a principios y mediados del siglo XX, siguiesen teniendo una posición envidiable, en la lista de los ricos más ricos del mundo.

II. La pretendida reforma laboral

El sistema laboral mexicano, pese a sus supuestamente onerosos costos, dejaba a los empresarios, ganancia suficiente, como para crear emporios industriales con presencia no sólo nacional o regional, sino incluso mundial.

Claro que si se comparan las prestaciones laborales mexicanas, con las existentes en otras latitudes, China, por tomar un ejemplo. Evidentemente que con su mayor densidad poblacional, nulas prestaciones, nula libertad de expresión, el costo de la mano de obra es más barato.

Una pregunta interesante que podría hacerse cualquier neófito sería: ¿por qué los líderes occidentales se preocupan tanto por los derechos humanos en Cuba y no por los de China? Supongo que la amenaza oriental es realmente de temer.

El sistema laboral mexicano incluye entre otras cosas: Semanas de 40 y 48  horas con pago de 56,  registro en la seguridad social para el trabajador y sus beneficiarios directos, con coberturas de Enfermedades, Maternidad, Guarderías para hijos de aseguradas, Accidentes de Trabajo, Muerte, Cesantía en Edad Avanzada, Vejez y Viudez.

Además de lo anterior: prima vacacional, un mínimo de seis días de vacaciones pagadas al año  (que aumentan conforme a la antigüedad), liquidación por despido injustificado (más de 90 días de salario y 20 más por cada año trabajado) y prima de antigüedad de 15 días por año laborado, si se tienen más de 10 años de trabajo (misma que se entrega al trabajador aunque su renuncia sea voluntaria).

Los patrones deben cubrir además: el 2% del sueldo para la pensión del trabajador, el 5% de fondo de vivienda y la mayor parte de las cuotas al seguro social. 

Todo esto se busca desaparecer de un plumazo, intentando generar reformas para contratar a los trabajadores sobre la base de horas, con salarios únicamente regulados por la oferta y la demanda (¡ya imagino la clase de explotación que se busca!) y sin prestaciones de seguridad social, ya que si un trabajador las deseara, tendría que pagarlas a una aseguradora privada (¡gran negocio!), lo gracioso del asunto, es que con bajos  sueldos, ¿cómo podría la gente tener coberturas de salud, pensión, vejez y las demás que hoy otorga la seguridad social en México?

Si vemos el caso de Estados Unidos, existen miles (¿millones?) de personas sin acceso a servicios médicos especializados y de calidad, e incluso, muchos viajan a las ciudades fronterizas con México y/o Canadá, para consultar a un doctor y hospitalizarse.  ¿Qué nos esperará a los mexicanos de aprobarse las reformas?

Ya se dio un paso hacia la privatización de la seguridad social con el surgimiento de las Afores (Administradoras de Fondos de Retiro), imitando al modelo chileno.  Sin entrar a cálculos financieros complejos, ¿cuánto necesita ahorrar adicionalmente una persona para tener un retiro digno?

Suponiendo que ganan $1000 USCY al mes, el patrón entregaría a la Afore algo así como $70 USCY, lo que daría al año $840 USCY, los cuales con intereses del 8% promedio, no le darían más un mes de sueldo (obtendría $907 USCY), eso sin contar las comisiones que les descuentan a los cuentahabientes.

Si trabajara 30 años, podría juntar menos de 30 meses de sueldo, es decir, menos de 3 años, ¿cuánto tiempo podría vivir con ese dinero si su expectativa de vida se prolonga más de tres años después de su retiro?

III. Conclusiones.

El abaratamiento de la mano de obra en otros países, y la voracidad del capitalismo que busca extender sus ganancias a ultranza, no debe ser el camino que debemos transitar como humanidad,  a riesgo de dejar de serlo.

La inseguridad laboral en la que pretenden sumir(nos) a los trabajadores mexicanos, es  un riesgo público impresionante, del que quizá no se han hecho los análisis necesarios.

Resulta muy sencillo decirle a la gente que ahorre para el retiro (sí, ahora que está autorizada la bursatilidad de las Afores, que como buenas Sociedades Anónimas, solo responden por el monto de su capital), que busque capacitarse, que tome varios empleos, que pague sus propios seguros, pero, ¿en realidad creen viable que en un país donde más de la mitad de la población económicamente activa recibe menos de $500 dólares al mes sea eso posible?

Lo que se le ha olvidado a los mexicanos y quizá al mundo en general, es la falta de solidaridad y subsidiaridad, se ha olvidado de buscar una economía de carácter social, con rostro humano, cambiándola, bajo los pretextos de la globalización, por una economía explotadora, de selección natural, en la que sólo los más aptos sobrevivirán, ¿y los demás?

No es que esté de acuerdo en subsidiar ineficiencias, pero creo que debe buscarse una rentabilidad social en los negocios, una rentabilidad social en la que se busquen no sólo las ganancias muy justas de los inversionistas, sino también, que las personas tengan la oportunidad de una cobertura mínima, una red de seguridad, un apoyo para mantenerse en pie, no sólo las migajas que caen de la mesa.


 

[1] Véase en  Eumed.net, Juárez Martínez, G.D.: Gobierno y Televisoras: un raro negocio, Observatorio de la Economía Latinoamericana, Número 47, agosto 2005. en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/index.htm

[2] http://www.canaldelcongreso.gob.mx/article.php3?id_article=825, recuperado el Jueves 9 de septiembre de 2004.

[3] Cfr. López Obrador (1999) Fobaproa: Expediente Abierto. México: Grijalbo y Espinoza Yglesias (2000) Bancomer: Logro y destrucción de un ideal. México: Planeta.


Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Gerardo Daniel Juárez Mtz.: " ¿Con qué se comen las reformas estructurales?" en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Número 57, marzo 2006. en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/index.htm


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